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¿Podemos cambiar el cuento del lobo?

El supuesto aumento en la población del animal revive la tensión entre ganaderos y ecologistas.

No hay datos que avalen una mayor presencia del predador, pero sí planes para elevar los cupos de caza.

En los últimos años han surgido nuevas versiones del cuento de Caperucita en las que el lobo no es el malo, sino la víctima. Sin embargo, la versión clásica, la de la fiera hambrienta y feroz, sigue pesando enormemente en nuestro imaginario y todavía no se ha encontrado la fórmula que nos permita coexistir pacíficamente con esta especie. En España, la gestión del lobo depende de las comunidades autónomas y las políticas son muy dispares. Las tensiones con los ganaderos por los daños en ovejas y vacas están a flor de piel en zonas más problemáticas como Asturias, Cantabria o Castilla y León. Las quejas de ganaderos y cazadores hacen pensar que cada vez hay más lobos; Castilla y León lo ha afirmado recientemente en un documento oficial, pero biólogos o naturalistas no están de acuerdo. En los debates siempre surge la misma pregunta: ¿qué hacemos para convivir con ellos sin ponerlos en peligro, pero también sin que ocasionen daños? La Directiva de Hábitats de la Unión Europea establece una frontera, la del río Duero, para proteger al lobo en España. Al sur se le considera especie de “interés comunitario”, y si hay que matar algún ejemplar debe ser la comunidad autónoma quien lo asuma. La gestión al norte del Duero es muy variable. En Castilla y León, Cantabria o Galicia, por ejemplo, se le considera especie cinegética. En Asturias, no.

Una teoría sugiere que la manada sin macho alfa ataca más a las ovejas

Castilla y León agrupa el 60% del total de lobos, según coinciden varios especialistas. En su último plan de conservación y gestión del lobo, pendiente de aprobación, esta autonomía asegura que la población de lobos está creciendo al sur del Duero, justo en la zona en la que están protegidos. No se dan cifras, pero cita un nuevo censo regional elaborado durante 2012 y 2013 y que se hará público en breve. Sus conclusiones provisionales defienden que su área de distribución ha aumentado un 34% al sur del Duero entre 2007 y 2012, una precisión que escama al ecólogo Antonio Uzal, uno de los autores, con Andrés Ordiz, del primer censo de las poblaciones de lobos a nivel multirregional realizado en España. Su conteo, basado en un trabajo de campo realizado entre 1999 y 2003, se sigue utilizando como referencia sobre la estimación de población de lobos. “Las cosas no han cambiado mucho en los últimos 10 años”, contesta por correo electrónico desde Reino Unido, donde sigue trabajando en conservación de vida salvaje en la Universidad de Nottingham Trent. Entre los problemas que detectaron entonces destaca la alta presión cinegética, la mortalidad por la caza furtiva y la falta de conexión entre otras poblaciones. Castilla y León sirve de conexión de zonas aisladas, por lo que para biólogos y ecologistas resulta clave. Según datos regionales de 2001, hay contabilizadas 149 manadas, unos 1.500 ejemplares. El estudio de Uzal y Ordiz contaba entre 250 y 320 (250 confirmados y otros 70 con indicios) los grupos familiares en toda España.

El plan de Castilla y León, que salió esta Navidad a información pública, establece que será personal autonómico quien controle la especie al sur del Duero, en la franja protegida, y fija un sistema de cupos al norte, donde se considera especie cinegética. Según sus planes, el porcentaje de muertes en la parte norte puede llegar al 18% sobre los lobos estimados, en función de parámetros como que se trate de zonas con grandes daños a la ganadería.

Los cazadores no logran matar tantos ejemplares como se permite

En la anterior versión, de 2008, se establecía un cupo también del 18% para el norte del río Duero, pero en algunas zonas del sur, como en Ávila y Segovia, subía a un 28%. Fue recurrido a los tribunales por Ecologistas en Acción porque permitía la caza del lobo en una zona protegida por normativa comunitaria. Ahora será la propia Administración la que lo controle, sin que en la última versión conste la fórmula.

Los expertos consultados, principalmente biólogos, advierten de que las cifras de lobos que se manejan en cada comunidad pueden estar sobredimensionadas. Realizar un censo sólido requiere esfuerzos proporcionales y mantenidos en el tiempo ya que esta especie se mueve mucho. “Su territorio alcanza los 100 kilómetros cuadrados. En un paseo nocturno pueden recorrer unos 50 kilómetros”, explica Eduardo Palomo, secretario de la asociación Lobo Marley, creada para defender a esta especie.

Los biólogos reivindican la necesidad de hacer un censo nacional que permita adoptar políticas realistas y que evite llegar a una situación irreversible.

“Los estudios genéticos actuales sobre la población de lobos en España y Portugal sugieren que estos animales han estado mucho más cerca de la extinción en tiempos relativamente recientes de lo que inicialmente se consideraba”, aporta Jorge Echegaray, consultor ambiental que trabaja con lobos y coordinador del primer seguimiento no invasivo efectuado en España.
En la actualidad, el lobo ocupa apenas el 25% de su área de distribución original en España. No hay análisis sobre su distribución potencial, pero por sus requerimientos —se mueven en hábitats extensos, necesitan presas silvestres— podrían ocupar una distribución mucho mayor a la actual, aporta. “Solo hay que ver los intentos de colonización en el País Vasco y La Rioja, o la anécdota de su aparición en Madrid”, detalla el especialista.

Los expertos piden un censo global antes de tomar decisiones fallidas

“La Administración debería conocer el tamaño de la población y solo se habla de grupos, a los que se asigna un número bastante elevado de miembros”, añade el biólogo Alberto Fernández Gil, miembro de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL). Fernández es autor de una tesis doctoral, defendida el pasado junio, que concluye que los daños al ganado aumentan cuando se mata a miembros de la manada. El estudio, realizado con datos de Asturias, encuentra relaciones directas y positivas entre el número de muertes y daños en la cabaña ganadera al año siguiente de producirse. Los motivos no están claros, pero se especula con los efectos que se ocasionan en los grupos.

“Aquí la ciencia no vale para nada”, se queja Palomo, de la asociación Lobo Marley. “Si se mata al macho alfa, el más apreciado en cinegética, se acaba con el maestro de la manada, entonces los que quedan no saben, por ejemplo, como entrar a matar un jabalí y se van a la oveja, que se queda quieta”. Entonces se vuelven a encender los ánimos de los ganaderos.
“No hay evidencias de que los controles de población tal y como se están haciendo en España sirvan para rebajar los daños”, defiende el autor de la tesis. “Se utilizan para aliviar los conflictos, se está matando a lo tonto”, opina.

Echegaray, que ha trabajado como investigador del CSIC, incide en que “cualquier actuación de control de ejemplares debería estar supeditada a sesudos análisis de impacto y justificación”. “Es algo a lo que obliga la legislación europea, que dice que el lobo es especie de Interés Comunitario en todo el territorio de los 28 países. España ni siquiera ha definido cuál es ese estado de conservación favorable”, lamenta.

“A la gestión del lobo hay que quitarle pasión”, dicen los ecologistas

Theo Oberhuber, coordinador de Ecologistas en Acción, recuerda con un punto de amargura el intento en 2012 del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, para que la Comisión Europea considerara al lobo especie cinegética también al sur del Duero. “Nosotros siempre hemos reivindicado que sea especie protegida”, añade el ecologista.
Uno de los episodios representativos de los odios y pasiones que rodean a esta especie es la reciente muerte de nueve lobos en las afueras del Parque Nacional de Picos de Europa, denunciada el pasado diciembre por la asociación leonesa Gedemol. “Esto no ha sido cazar, ha sido un exterminio”, califica Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo. Los lobos pertenecían a una manada del puerto de San Glorio y se movían dentro del Parque Nacional. “El conjunto no se consideraba conflictivo”, afirma Palomero. En Cantabria no hay un plan de gestión del lobo y se permite cazar un ejemplar por cacería. Cinco asociaciones conservacionistas han reclamado a la comunidad que se aclare esta situación ya que este grupo jugaba un papel “impagable” en el control de ungulados salvajes, especialmente el ciervo, y ayudaban a conservar la biodiversidad del Parque Nacional.

“A la gestión del lobo habría que darle más objetividad y quitarle tanta pasión”, pide Roque Ortega, delegado de Ecologistas en Acción en Soria. Los cambios en Castilla y León, por ejemplo, tratan de adaptar su plan de conservación del lobo, de 2008, a los vaivenes judiciales que ha sufrido tras ser aprobado. Ecologistas en Acción denunció que se pretendía cazar al sur del Duero, donde la normativa europea lo protege, y la COAG recurrió el sistema de compensación de daños a la ganadería.

El turismo lobero genera casi  medio millón de euros al año

Los tribunales dieron la razón a los dos colectivos y ambos estudian ahora el nuevo documento para preparar alegaciones. Luis Oviedo, abogado de la organización ecologista que recurrió el anterior plan de conservación, advierte una tendencia a aumentar los cupos justo en el límite con el sur del Duero, que es donde no se considera especie cinegética. “Más que un plan de conservación del lobo es un plan de cómo cazar al lobo”, subraya.

La memoria explicativa del nuevo plan incluye todos los cupos de caza establecidos entre 2008 y 2012, que han subido de los 100 ejemplares a los 138 por año. Sin embargo, nunca se han alcanzado. En 2012, por ejemplo, estaban autorizadas 138 muertes de las que finalmente solo se produjeron 74.

Las razones de por qué no se han matado todos los lobos permitidos varían en función de a quien se le pregunte. Para las asociaciones conservacionistas es simple: no se matan porque no hay tantos como se dice. Los cazadores se quejan de que la Administración se lo pone muy difícil. “Nos sentimos como un ciudadano en libertad condicional, para salir a cazar hay que avisar a la Guardia Civil, a los agentes forestales… En la provincia de Segovia, por ejemplo, no se quiere ni oír hablar de que se le declare especie cinegética porque nos lo ponen todo realmente complicado”, cuenta Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Cazadores de Castilla y León. Defienden la necesidad de aprovechar el lobo cinegéticamente para evitar daños en vacas y ovejas y evitar desequilibrios en el ecosistema y opinan que los cupos son “bajísimos”, hasta tres veces por debajo de otras especies de caza mayor.

Los predadores equilibran la

presencia de
otras especies

Los ganaderos de Castilla y León ven en el nuevo plan de gestión un reconocimiento a la colonización del lobo en todo el territorio y el asentamiento en zonas donde no estaba hace 100 años. “Costó mucho que la Junta lo reconociera”, comenta Aurelio Pérez, portavoz de COAG. Luchan para que se determinen de una vez los daños que les ocasiona el lobo. “Detrás hay muchas pérdidas, y no solo por ejemplares muertos, sino también dañados”, explica para después añadir el estrés que se le genera a los rebaños, y que hace que afloren enfermedades, que baje la producción de leche o que haya más abortos. “La coexistencia no es posible. Hay que determinar las zonas en las que puede o no puede vivir el lobo y dejar claro cómo se hace el control de la especie”, pide. Entre 2005 y 2012 la Junta ha contabilizado 1,7 millones en pagos por daños del lobo a la ganadería extensiva. Los biólogos inciden en que no se diferencia el daño que hacen los perros salvajes, por lo que el lobo termina cargando con culpas que no le corresponden.

La superpoblación de la que hablan los ganaderos resulta paradójica para los estudiosos de la especie. Andrés Ordiz, con más de 20 años de experiencia estudiando la conservación y la ecología del lobo, participó en el censo de lobos de Castilla y León de 2001 y recuerda que los grandes carnívoros, por definición, han de ser pocos, ya que no puede haber más predadores que presas. “Ningún plan de gestión contempla el papel que tienen en el ecosistema, esa función de controlar especies como jabalíes o ciervos. Matar lobos también tiene consecuencias”, recuerda este investigador que ahora trabaja para diferentes universidades de Escandinavia.

Los ganaderos se enfrentan a las dudas sobre el peso real de esos daños —en Asturias, por ejemplo, se está investigando si se han cometido fraudes en el cobro de las ayudas— y también al hecho de que la gran mayoría recibe subvenciones de la Política Agraria Común, que llevan asociados compromisos como las prácticas sostenibles y respetuosas con la biodiversidad.
En la calle de en medio está el turismo lobero, una actividad que genera casi medio millón de euros anuales al año en la sierra zamorana de La Culebra, considerada epicentro de esta actividad en España, aunque también hay puntos en la cordillera Cantábrica y en Portugal, donde se practica. El biólogo Javier Talegón, fundador de la empresa de ecoturismo Llobu, ve en ella el mejor ejemplo de que el lobo vivo puede ser rentable y que existen fórmulas para convivir en armonía.

El oso se mueve

El oso se mueve
La lista de especies en peligro de extinción en Asturias se completa con el urogallo, pero también las hay que están amenazadas
Parte de la población oriental se ha trasladado a Cantabria, mientras que la occidental permanece estable y más numerosa

El urogallo y el oso pardo cantábrico siguen siendo las especies de fauna asturiana en peligro de extinción pero, mientras el primero sigue manteniendo un paulatino declive en su número de ejemplares, parece que ‘algo se mueve’ en el segundo. Es bien sabido que la población osera está dividida en dos territorios muy diferentes, la subpoblación occidental, que comprende el suroccidente asturiano y las zonas limítrofes de León y Lugo, y la oriental, en los montes de Palencia y Cantabria. La primera de ellas es la que se encuentra más desarrollada, mientras que la segunda solo cuenta con unos 30 osos y el problema añadido de la consanguineidad, pues las pocas crías que se logran mantienen la misma línea genética que sus antecesores.

La buena noticia es que parece que tres madres y media docena de crías se trasladaron el pasado otoño a las montañas de Liébana desde Palencia, según pudieron observar los guardas de la Fundación Oso Pardo. Es un indicio de que la movilidad de la población osera oriental se está moviendo y, quizá un primer paso para que consiga conectar con sus congéneres del occidente. Hay que recordar que hace varios años se pudo constatar que un macho de la subpoblación occidental consiguió atravesar la autopista del Huerna, verdadera frontera para estos animales, y llegó hasta la zona de Caso, pero no avanzó más, por lo que el contacto entre ambas poblaciones no llegó a consumarse.

Lo cierto es que son los animales que viven en los montes asturianos lo que parecen tener un futuro más halagüeño. La población occidental está compuesta por unos 180 ejemplares que se distribuyen por una extensión de 2.800 kilómetros cuadrados. Hay tres núcleos reproductores, pero el más numeroso es el que comprende Cangas del Narcea, Degaña e Ibias. Le seguirían la zona de Somiedo y Belmonte y ya, en menor número, Proaza. La población oriental, por su lado, ocupa unos 2.100 kilómetros cuadrados y sólo tiene una treintena de animales.

En cuanto a la otra especie en peligro de extinción, el urogallo, parece que no se recupera, pues mantiene un paulatino declive en las últimas décadas. Según datos del Programa Life+, en Asturias hay 398 cantaderos inventariados, mientras que el número de machos se calcula, según datos del Principado, en algo más de un centenar, si bien el número total de urogallos puede llegar a los 400.

El Centro de Cría

La esperanza para estas aves está puesta en el Centro de Cría de Sobrescobio, en el Parque Natural de Redes, creado en 2009. Comenzó su andadura con una hembra y un macho procedentes de dos huevos recogidos en Muniellos y León. En 2011, de esta pareja nacieron otros nueve ejemplares, mientras que en 2012 solo sobrevivió un pollo. En las instalaciones también se han introducido dos hembras mansas recogidas en Tarna y León. El mes pasado se trasladaron dos hembras al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, para conseguir un stock genético de futuros reproductores para el programa de cría en cautividad. De momento, en las instalaciones de Rioseco quedan once ejemplares, pero se está estudiando que otros tres urogallos puedan ser trasladados a Castilla y León.

De todas formas, los escasos ejemplares que quedan en libertad tienen que hacer frente a la pérdida de calidad de su hábitat, la incidencia de depredadores como los jabalíes, las molestias por la actividad humana y la baja tasa de natalidad de la especie.

Pero el Catálogo Regional de la Fauna Vertebrada Amenaza de Asturias incluye muchas más especies que las que se encuentran en peligro de extinción. También las hay sensibles a la alteración de su hábitat, vulnerables, de interés especial y singulares. Las primeras son aquellas cuyo hábitat está amenazado, en regresión o muy limitado. Las cuatro especies incluidas en este apartado con el ostrero euroasiático, el pico mediano, el murciélago ratonero grande y el murciélago ratonero mediano.

Las especies vulnerables son las que corren el riesgo de pasar a alguna de las categorías anteriores y se trata del zarapito real, águila real, rana de San Antón, rana común y lamprea. Los animales de interés especial, es decir, las que tienen valor científico, ecológico, cultural o por su singularidad, son el paíño europeo, cormorán moñudo, avión zapador, alimoche, halcón, azor, murciélago de cueva, murciélago de Geoffroy y nutria.

Finalmente, desde el Principado se destacan las especies singulares, lista que conforman el gorrión alpino, pito negro, pico menor, andarríos chico, búho real, lobo, salmón atlántico, liebre de piornal, liebre europea, liebre mediterránea, perdiz pardilla y desmán ibérico.

Para tratar de asegurar el futuro de todas estas especies, la Administración regional ha elaborado sus correspondientes planes de conservación del hábitat, planes de conservación, planes de manejo o, en su defecto, planes de gestión. Eso sí, el oso y el urogallo cuentan con sus propios planes de conservación, donde los estudios genéticos también tienen una capital importancia para su futuro.

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El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel se amplía en 1.202 hectáreas

Efe

El Gobierno aprobó el pasado viernes en Consejo de Ministros la ampliación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel en 1.102 hectáreas, con lo que este espacio protegido de la provincia de Ciudad Real ocupará a partir de ahora algo más de 3.000 hectáreas.

Así lo explicó el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en la rueda de prensa posterior al Consejo y ha calificado la decisión de «importante» porque supondrá una mayor protección de las Tablas.

Según el Ejecutivo, la ampliación constituye un «paso fundamental» para lograr la conservación del sistema hídrico completo de las Tablas e «incentiva futuras ampliaciones, hasta lograr una superficie homogénea y óptima para su conservación».

Los terrenos que se suman son propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales y de la Fundación Biodiversidad, y suponen la inclusión de una pequeña pero excelente representación de un encinar sobre calizas con su correspondiente sotobosque de matorral, tomillar, y pastizal.

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Ecologistas de Fragas do Mandeo compran un bosque de ribera protegido

La entidad de custodia del territorio adquirió 64.535 metros cuadrados de suelo en 2013

redacción | coirós 13.01.2014 | 02:34

Ecologistas de Fragas do Mandeo compran un bosque de ribera protegido

Ecologistas de Fragas do Mandeo compran un bosque de ribera protegido la opinión

La asociación de custodia del territorio Fragas do Mandeo arranca el año con una nueva adquisición de suelo forestal. Se trata de una parcela de 2.216 metros cuadrados de superficie situada en la ribera del río Mandeo, cerca del lugar de Chelo, en Coirós. La finca linda con el río en toda su longitud y forma parte del espacio protegido LIC Betanzos-Mandeo.

Según informa la fundación, la parcela presenta en la parte baja un bosque de ribera bien conservado, compuesto fundamentalmente por alisos y fresnos; ladera arriba dominan los robles. Se trata de una finca que atraviesa la ruta Chelo-Zarzo, que recorren numerosos visitantes. Con su adquisición, la Fundación Fragas do Mandeo pretende garantizar su conservación a perpetuidad. Su compra ha sido posible gracias a las donaciones anónimas, las aportaciones de los socios y lo recaudado a través de mercadillos solidarios por esta asociación sin ánimo de lucro.

La entidad de custodia del territorio Fragas do Mandeo logró adquirir en 2013 una extensión de 64.535 metros cuadrados custodiados, de los que 59.142 son en propiedad y el resto cedidos por sus titulares. Esta ONG dedica este banco de tierras a la conservación de las más de cincuenta especies amenazas que habitan en el área metropolitana coruñesa y a la preservación de los enclaves naturales de una comarca que ha estrenado recientemente el título de Reserva Mundial de la Biosfera.

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Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Hoy os voy a presentar a otros compañeros del Parque de El Hosquillo. Son mis amigos los lobos, jeje ya sé que suena extraño que una cierva sea amiga del lobo, pero en este parque todos los habitantes nos llevamos genial.

 

 En todo el mundo existen 32 subespecies del lobo, que se pueden englobar en cuatro grupos:
Lobos blancos (tundrarum en Alaska, albus en la región ártica europea)
Lobos rojos (pallipes en las zonas predesérticas de Eurasia)
Lobos grises (pambasileus en Alaska)
Lobos pardos (signatus en la Península Ibérica, lupus en Eurasia).
También existen otras especies dentro del género Canis lupus, que acogen a subespecies menores, en Norteamérica y la India.
El lobo ibérico es la especie de lobo que vive únicamente en la Península Ibérica, es un carnívoro de la familia de los cánidos. Es más pequeño y con un pelaje diferente al lobo que vive en el resto de Europa.
Su forma física es muy característica y reconocida. Un lobo adulto puede tener una longitud de entre 100 y 120 centímetros. Su alzada a la cruz es de entre 60-70 centímetros. Y su peso es entre 28 y 46 Kg, estando la media en torno a los 32 Kg en los machos y en 28 Kg en las hembras.
Las características principales que diferencian el pelaje del lobo ibérico del lobo europeo son las siguientes:
  • Manchas blancas en los belfos, llamadas «bigoteras»
  • Líneas verticales negras o muy oscuras que recorren el frente de sus patas delanteras
  • Marca oscura a lo largo de su cola
  • Mancha oscura alrededor de la cruz, llamada «silla de montar»
 Estas marcas son las que le han valido a la subespecie el nombre de signatus, que significa «signado», es decir, con señales o marcas.
El lobo  está “estrictamente protegido” en Extremadura, Castilla – La Mancha y Andalucía, encontrándose en Sierra Morena (Andalucía) el territorio más meridional de la subespecie ibérica, con graves riesgos de supervivencia futura.
Por el contrario, las poblaciones españolas del norte del Duero son una especie que “pueden ser sometidas a planes de gestión”, y que se traduce en que estas poblaciones pueden ser consideradas como “cinegéticas”. Y por lo tanto pueden ser cazadas.
El lobo es una especie generalista, que habita desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud, aun cuando el histórico enfrentamiento que viene manteniendo con el hombre ha limitado su presencia a territorios donde poder esconderse y de difícil contacto visual.
En el Parque de El Hosquillo hay dos lobos ibéricos, un macho y una hembra. Son adultos y tienen unos 7 años. Viven en una parcela especial, de más de 3 hectáreas, imitando su hábitat natural. Con muchos refugios y zonas de pinar y roca.

Los lobos del Parque son muy asustadizos y difíciles de ver por los visitantes, la única manera de verlos es llegar en el momento de su comida, y entonces es un espectáculo maravilloso.
Son animales que han nacido en cautividad en el parque y descendientes de unos lobos ibéricos que hace muchos años cedió Félix Rodríguez de la Fuente al Parque de El Hosquillo en Cuenca. Provincia dónde por desgracia hace muchos años que el lobo ibérico se considera extinguido.

Asturias registra más de 70 incendios en los diez primeros días de enero

quema pastos

El Principado considera que los incendios no son una mera casualidad

El Principado afirma que los más de setenta incendios producidos en el Oriente en los diez primeros días de este año no solo son intencionados sino que además responden a una trama que trata de provocar el colapso de los servicios de emergencias.

La proximidad entre ellos y que muchos se iniciaran de forma casi simultánea, son algunas de las razones que amparan esta idea, además, casi la mitad se produjeron en dos únicos concejos, Piloña y Cangas de Onís/Cangues d’Onís.

Pese a las críticas vertidas por algún sector sindical y FORO Asturias, desde el Principado consideran que la gestión de los servicios de emergencias durante esta oleada fue acertada.

Además, el gobierno confía en que la implantación de la nueva estrategia del fuego hasta 2.016 contribuya a que episodios como el de estos primeros días del año se queden en una triste anécdota.

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Presentada la Campaña de comprobación de daños ganaderos

Esta mañana, FAPAS ha presentado a los medios de comunicación de Asturias su campaña para apoyar al mundo ganadero a conocer mejor algunas de las causas por las que muere su ganado.

 

¿Lobos o perros?. La discusión no es nueva y muchos daños achacados al lobo son en realidad causados por perros, pero también es cierto que la expansión del lobo, da lugar a daños de esta especie salvaje en territorios donde antes no existía, con la consiguiente sorpresa.

Durante el año 2013, se han incrementado notablemente las reclamaciones de propietarios de ganado doméstico que aparece muerto en sus propiedades.

En casi todas las ocasiones, los propietarios achacan estas muertes a ataques de animales salvajes, principalmente lobos.

Sin embargo, algunas de estas reclamaciones se realizan por muerte de ganado en territorios donde no se conoce de la presencia de los lobos.
Actualmente, el lobo está presente en muchos territorios de montaña de Asturias, motivado por una expansión de la especie que se ha producido a lo largo de los últimos años, sin que se conozca muy bien su situación real, ya que no hay trabajos científicos que permitan conocer con detalle esta situación.

No menos cierto, es que históricamente, el ganado doméstico también sufre en Asturias los ataques de otros carnívoros no salvajes, tratándose de perros.

Después de quince años de trabajo llevado a cabo por el FAPAS en el control de fauna salvaje, no se ha podido detectar en las principales áreas de montaña asturiana, la presencia de perros asilvestrados o cimarrones, típicos de otros países como Italia, donde incluso la hibridación entre lobos y perros domésticos es frecuente.

Este fenómeno, no parece producirse en Asturias en función de la que hasta ahora ha sido una buena población de lobos, estable y competidora de los perros.

Por esta razón, desde el FAPAS se valora como muy probable, que muchos de los casos de ataques a ganado doméstico en zonas donde no está claramente definida la presencia de lobos, es producida por perros domésticos que habitualmente conviven con sus propietarios en casa o cuadras.

DETERMINAR LA AUTORIA DE LOS ATAQUES

Es el objetivo del Servicio de Control de Daños a Ganado Doméstico, servicio de ayuda ganadera y gratuito que no trata de esclarecer la totalidad de los daños que sufre el ganado doméstico en Asturias, si no el que se produce en aquellos lugares conflictivos en donde ni los propietarios del ganado ni la Administración Regional es capaz de determinar su autoría.

TRABAJO CON CAMARAS AUTOMATICAS

El FAPAS ha creado un equipo de trabajo formado por cuatro profesionales del trabajo de campo, que se asiste para esta actividad en la utilización de cámaras fotográficas de disparo automático. Los mismos modelos que la organización utiliza para su trabajo habitual de seguimiento de la población de oso pardo y que hasta el momento, permite un seguimiento de parte de los osos que ocupan la zona central de Asturias

HERRAMIENTA DE SEGUIMIENTO PERIODISTICO

Los medios de comunicación de Asturias, se han hecho eco de manera continuada sobre esta problemática, trasladando a la sociedad esta situación confusa de reclamaciones de daños sin conocer verdaderamente que especie los causa. Si bien es cierto que el lobo es una especie que tradicionalmente causa daños a la ganadería doméstica, la alarma social que se ha creado en torno a este animal salvaje, considerando su presencia en Asturias como «sobrepoblación» en muchos ámbitos ganaderos políticos o de la caza, desde el FAPAS creemos que no se corresponde con la realidad.
Por tanto, FAPAS pretende que esta iniciativa sea también una herramienta de trabajo al servicio de los medios de comunicación, para que los resultados de estos trabajos de seguimiento encargados por los propietarios del ganado muerto sean también trasladados a la sociedad asturiana.

Lobo Marley  se adhiere a la campañaLobo Marley se adhiere a la campaña

Un representante de Lobo Marley ha compartido el día con el FAPAS en esta presentación. La conservación del lobo es una reivindicación social que está representada por esa iniciativa ciudadana, pero como tal, no quiere quedar al margen de las necesidades reales de conservación de esta especie que a su vez interactúa en el ámbito rural con el mundo ganadero.

Quienes trabajamos en conservación de la naturaleza, también debemos de ser valedores de la necesidad del mundo rural, buscando y encontrando las soluciones a un conflicto que históricamente ha enfrentado a lobos y hombres.

Conservacionistas charlan con un ganadero  momentos antes de la rueda de prensa.  Un diálogo necesario para entenderse mutuamente y  comenzar a relajar las tensiones que en torno al lobo se  han producido.Conservacionistas charlan con un ganadero momentos antes de la rueda de prensa. Un diálogo necesario para entenderse mutuamente y comenzar a relajar las tensiones que en torno al lobo se han producido.

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Verificación de daños producidos por el lobo

roberto hartasánchez

El FAPAS presenta un servicio de videovigilancia gratuito

El FAPAS ha presentado hoy una iniciativa para verificar cuándo los daños en un rebaño los ha provocado el lobo y cuándo no. Se trata de un servicio de videovigilancia gratuito que permitirá a los ganaderos que lo soliciten reclamar con seguridad las subvenciones que les correspondan.

La tensión por el problema del lobo sigue viva en la sociedad asturiana, pero el FAPAS advierte de que en muchos casos los animales mueren solos o se despeñan, y la carroña la comen perros. Además de facilitar el cobro de la subvención en caso de demostrar que es un lobo, también evitará la picaresca en el caso contrario.

El FAPAS cuenta con experiencia en este sistema. En el año 83 se reclamaron 3 millones de pesetas al Principado por daños del oso en Somiedo. Estas cámaras demostraron que en muchas ocasiones  el culpable no era el oso y las subvenciones bajaron a 200.000 pesetas. Para esta campaña cuentan con 10 cámaras de videovigilancia para toda la región.

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El naturalista canadiense Charlie Russell pide que «Molinera» regrese al monte

osezno

Charlie Russell, el naturalista canadiense que rompió barreras al reinsertar en la naturaleza osos que habían tenido contacto previo con humanos, considera factible el regreso al medio natural de la cría «Molinera», actualmente en el cercado de la Fundación Oso, en Santo Adriano.

Así lo comunicó el científico a la plataforma que promueve la libertad de la osa, que contactó con él en diciembre. Su portavoz, Serxu García, pidió ayer una reunión urgente a la consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez. «Si no obtenemos respuesta en los próximos días, intensificaremos las medidas de presión», indicó.

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El PP pide a Agroganadería que «suavice» las medidas tras los incendios forestales

A. INGUANZO

El grupo parlamentario cree que el mayor perjuicio es para el gremio de los ganaderos «que sufren acotamientos y sanciones»

Después de la oleada de incendios forestales que ha sacudido la comarca esta misma semana, el grupo parlamentario popular ha querido salvaguardar la figura del ganadero solicitando a la Consejería de Agroganadería que «no sea tan drástica, tan exigente, y suavice las medidas que toma tras una quema de estas características». Así lo pedía el diputado y portavoz en la materia, Luis Venta, criticando la política habitual de acotamientos que lleva a cabo el Gobierno regional en estas situaciones.

«Quienes están saliendo perjudicados única y exclusivamente en esta situación, por culpa de los desalmados que hacen que ocurran estos incendios, son los ganaderos», opinó el parlamentario. Y es que los conservadores consideran que «la Consejería no tiene ninguna sensibilidad con lo que está pasando en este sentido. Está utilizando a los ganaderos como medio recaudatorio con multas y sanciones». Es por eso que desde el PP se exige que se adecue la normativa de incendios forestales «de la forma más beneficiosa posible para este gremio». «No es lógico que a los pastores se les prohiba, con acotamientos, utilizar por un número excesivo de años los montes que se encuentran al lado de sus casas lo que supone, como es lógico, una pérdida económica adicional a la complicada situación actual que vive la ganadería», valoró Venta.

El grupo popular considera que los recortes en materia forestal han sido más que evidentes, «tanto en los anteriores presupuestos como en los presentados recientemente por parte del grupo socialista». Por último, Luis Venta pidió que «se deje de llevar al límite esta situaciones para perjudicar a los ganaderos» que, por otra parte, aunque «sé que es una tarea complicada», se trate de «evitar los incendios forestales en la medida de lo posible».

Falta de rigor

En la otra cara de la moneda se encuentra la Coordinadora Ecoloxísta d’Asturies, que también se pronunciaba ayer en relación a las últimas quemas acusando al Gobierno autonómico de no adelantarse a los hechos con los mecanismos a su disposición. «El Principado demuestra su falta de rigor permitiendo quemas como las de estos días ya que, a pesar de las excepcionales condiciones meteorológicas, no ha puesto en marcha los mecanismos de prevención habituales, colocando el índice de riesgo forestal en los niveles más bajos», denuncia el colectivo.

En este sentido los ecologistas advirtieron que el índice de riesgo de incendio forestal es calculado diariamente por la Dirección General de Ordenación Agraria y Forestal, a fin de predecir su probabilidad para el día siguiente y así regular la autorización o suspensión de quemas agrícolas o forestales, activar las vigilancias de la Guardería de Medio Natural y regular la suspensión de actividades en terrenos de montes. Por otro lado, en contraposición al PP, los ecologistas dejaron claro que «está sobradamente demostrado que el 83% de los incendios forestales que se producen en nuestra región tienen origen ganadero para la creación de pastos».

Coincidiendo también con una visita a la comarca, era el propio presidente del Principado, Javier Fernández, el que entraba a valorar los hechos de los últimos días, aunque sin llegar a posicionarse. Adelantó que «el primer paso es investigar a qué se debe que haya coincidido esta simultaneidad en los incendios, precisamente en este área, y ya se está haciendo» y, por otro lado, reconoció que estas últimas quemas «rompen una racha en la que los incendios forestales en Asturias estaban en un nivel muy bajo».

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