«Si Europa no comienza a poner coto a este tipo de crueles pasatiempos, toda nuestra política de conservación del medio ambiente quedará obsoleta y en entredicho», ha añadido.

El eurodiputado Andrés Perelló (PSOE) ha reclamado este miércoles medidas para acabar con la caza mayor como deporte en toda la Unión Europea y para vetar la importación de trofeos –como las cabezas de grandes especies–, con el objetivo de que la caza en países de la UE quede limitada «única y exclusivamente» a casos en los que se necesite un «control de la especie» o «equilibrio de la especie».

«No se puede permitir la caza mayor indiscriminada para el capricho de unos cuantos mandatarios o cabezas coronadas con poder adquisitivo, dándole además la cobertura de algo tan noble como el deporte», ha denunciado el eurodiputado.

«Si Europa no comienza a poner coto a este tipo de crueles pasatiempos, toda nuestra política de conservación del medio ambiente quedará obsoleta y en entredicho», ha añadido.

Perelló insiste en que «matar por matar no es un deporte» y, por ello, ha cursado esta petición en el Parlamento Europeo, en el marco de una resolución sobre delitos contra la vida silvestre. Si prospera la petición del eurodiputado socialista, la Comisión Europea tendrá que dar seguimiento a la cuestión y pronunciarse al respecto.

El eurodiputado ha matizado más tarde que sus propuestas –que no han prosperado en el voto de la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara– están dirigidas exclusivamente a la caza mayor, en especial la considerada como «exótica, en terceros países», y no a poner trabas a «ninguna actividad cinegética deportiva, que están reguladas en cada Estado miembro».

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El Ejecutivo niega que se haya puesto en peligro la vida de algún oso con las trampas para lobos

Cangas de Onís, R. DÍAZ Las trampas colocadas en el parque nacional de los Picos de Europa para capturar lobos vivos no han puesto en peligro la vida «de ningún ejemplar de oso pardo»; primero, porque «no se ha dado el caso» de que ningún plantígrado haya transitado cerca de los lazos, y, segundo, porque «poner en riesgo la vida de un ejemplar es algo más que el que pueda darse la hipotética presencia de un ejemplar de la especie en kilómetros a la redonda de la zona donde se está actuando», señaló la Consejería de Agroganadería, que salía así al paso de los reparos de los ecologistas sobre estas acciones. La Consejería negó que se haya registrado la muerte de animal alguno en las trampas.

El protocolo para capturar lobos, aprobado en 2007, según Agroganadería, limita el uso de las armas de fuego a situaciones excepcionales y únicamente para ahuyentar a los osos. Además, el tipo de trampas utilizadas, elásticas y de limitada resistencia, así como la frecuencia en la revisión de las mismas (al menos, dos veces al día) limitan «enormemente» este riesgo, según la Consejería. Los rectores del parque y del Principado adoptan las máximas medidas de seguridad. El protocolo fue redactado teniendo en cuenta las aportaciones de los grupos que trabajaron en captura y radiomarcaje de oso pardo en la cordillera Cantábrica y en Estados Unidos, así como, por su experiencia en manejo de ejemplares de esta especie, del equipo del parque de la naturaleza de Cabárceno (Cantabria). El protocolo ha sido analizado, «para cada ocasión», por el comité técnico del Parque.

Para evitar la captura accidental de un oso se incluyen medidas como la prospección previa de las zonas de trabajo y evitar la actuación en caso de detectarse presencia de osas con cría en las mismas en las cuarenta y ocho horas previas a la actividad. Más: el fabricante de las trampas informó de que fueron usadas en Canadá en zonas oseras y nunca se registró una captura accidental. Un equipo que capturó osos en la cordillera Cantábrica y Norteamérica recomendó, por seguridad, acompañar al equipo con una persona armada, para ahuyentar en caso de necesidad a un plantígrado «con disparos al aire».

Incluso en el hipotético caso de que se capture una cría de oso y su madre intente protegerlo el uso de las armas sería únicamente en el momento de la liberación y para asustar al ejemplar adulto. Asimismo es obligatoria la presencia de un veterinario por si resulta necesario el uso de anestésicos.

El protocolo

Captura de crías

«Un caso especial es la captura accidental de una cría de oso con la madre libre y protegiéndolo sobre el terreno. En este caso, además de lo señalado en el protocolo, habrá de acompañar al equipo, cuando se vaya a producir la liberación del ejemplar, un agente autorizado para portar y usar arma de fuego, que inicialmente será empleada como elemento para asustar al ejemplar adulto y poner en conocimiento de los directores y de la comunidad autónoma, del Seprona y de las fundaciones Oso que corresponda», señala el documento.

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Creado en Jueves, 28 Noviembre 2013 14:48

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OVIEDO, 28 Nov. (EUROPA PRESS) –

   ‘Con lobos no hay paraíso’, ‘Con lobos y matorral, no hay futuro’, ‘Los montes y las fincas no son vuestros’, ‘Administración, con voluntad y cojones habrá soluciones’ o ‘Queremos pastores no depredadores’. Estos han sido algunos de los lemas que este jueves se han podido leer en las pancartas que portaban los ganaderos que, junto a sus reses, se han manifestado en el centro de Oviedo para pedirle al Gobierno soluciones a los daños que está causando el lobo y para exigir que se limpien de matorral los pastos.

   Asturcones, vacas y cabras han sido algunos de los animales que los ganaderos han trasladado hasta las inmediaciones de la sede de Presidencia y de la Junta general y que han llamado la atención de los viandantes. Y ese era el principal objetivo de los cientos de personas que se han manifestado acompañados de silbatos, cencerros y megáfonos, llamar la atención sobre la situación del sector.

«Queremos llamar la atención del Gobierno y reivindicar nuestros derechos como ganaderos. El Gobierno tiene que empezar a tomar decisiones de una vez por todas porque los lobos campas ya a sus anchas en el Principado», ha indicado el regidor de Pastos de Picos de Europa, José Antonio García.

García ha insistido en que lo que se piden son soluciones que a su juicio el Gobierno asturiano tiene «encima de la mesa» pero no acaba de asumir.

La movilización ha estado organizada por una decena de asociaciones y colectivos, entre los que no está ninguno de los grandes sindicatos agrarios. Todas ellas consideran que la situación de la ganadería tradicional en Asturias es insostenible si no se toman medidas inmediatas. Así, han indicado que la proliferación de espacios protegidos gestionados por las administraciones, en lugar de por los propios ganaderos, así como planes de gestión como el del Lobo, impiden la actuación contra la presencia excesiva de este depredador o contra el aumento del matorral que cierra los pastos.

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Aladino Rato Nicieza, con los daños provocados por los jabalíes en su finca de Varé. Manuel Noval Moro

Anes (Siero), Manuel NOVAL MORO «Es una plaga; la peor que puede haber». Con esta rotundidad se expresó ayer Aladino Rato Nicieza, ganadero de Varé, en la parroquia sierense de Anes, tras comprobar que una de sus principales fincas ha sufrido nuevos daños por el jabalí. «Cualquier otro daño es menor; si tienes plantado maíz y hay una plaga, al año siguiente plantas otra cosa, o si el lobo te mata un par de terneros, sólo pierdes eso; pero el jabalí es distinto, acaba con todo y lo hace una y otra vez, no puedes plantar nada ni tener pastos; estamos desesperados».

En la parroquia de Anes están cada vez más preocupados. Incluso temen que, al contrario de lo que se esperaba, la apertura de los cotos de caza de Villaviciosa empeore las cosas. «Esta no es una zona de caza, y los jabalíes, si comienzan a cazarlos allí, seguramente vendrán hasta aquí, donde están más tranquilos», opina Rato. En consecuencia, cree que cada vez habrá más.

Los daños en su finca, visibles ya desde la entrada, son considerables. Los jabalíes han hozado en la mayor parte de los terrenos, levantando la tierra y, además, dejando sus excrementos. Esto es muy dañino porque ocurre que, al levantar la tierra, es imposible pasar las máquinas para segar, y, en cualquier caso, si se pudiera segar, el pasto se mezclaría con los desechos de los jabalíes y se estropea. Y por otra parte, ni vacas ni ovejas prueban una brizna de hierba por la que hayan pasado los jabalíes. Sólo comen de estos pastos los caballos.

Él no es el único en la zona que sufre los destrozos de estos animales. «Está todo el mundo igual, aquí entran en todas partes», asegura Aladino Rato. Hartos de esta situación, los ganaderos ya han formalizado ya la Asociación de Ganaderos de Siero y Límites, con la que tienen intención de luchar por mejorar sus condiciones. Actualmente tiene 38 miembros registrados, todos ellos afectados por los destrozos. Aladino Rato Nicieza forma parte de la directiva.

La asociación tiene dos frentes abiertos. El primero de ellos es el de las indemnizaciones. Todos los afectados, sin excepción, consideran que lo que se les paga cada vez que el jabalí ataca sus fincas es poca cantidad teniendo en cuenta el daño que hacen a su trabajo. Por eso, están tratando de hacer una valoración real de los daños, a través de un perito, para pedir una indemnización razonable a la administración.

La otra cuestión que les afecta es el control de la población de jabalíes en la zona. En opinión de Rato, uno de los problemas está en la restricción de la caza. Tratándose de animales con tanta población, como se demuestra con la invasión de fincas por toda la zona rural del norte del concejo, cree que se debería permitir poco menos que la caza libre. «Se habla de que faltan alimentos, y sobran para dar de comer a mucha gente; podría buscarse una fórmula para dar la carne a la cocina económica o cualquier otra institución», opina.

En cualquier caso, piden a la Administración que tome medidas para acabar con esta plaga, porque pone en peligro la supervivencia en el campo. «Quieren que la gente vuelva al campo y no se dan cuenta de que los que ya estamos no podemos con ello», concluye.

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