El Ayuntamiento obtiene el respaldo de los principales colectivos del concejo a su exigencia de que la osa «Molinera» sea devuelta a Cangas del Narcea
21.01.2014 | 01:51
Cangas del Narcea, Pepe RODRÍGUEZ Treinta asociaciones de Cangas del Narcea, que representan a más de 4.000 personas, se sentaron ayer con el alcalde de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, para consensuar su petición de crear un centro de recuperación de la fauna salvaje en el entorno de la Reserva Natural Integral de Muniellos, concretamente en el lugar de Tablizas.
La chispa que ha provocado esta demanda en el concejo ha sido la forma en la que ha gestionado el Principado el caso de la osa «Molinera», rescatada en la zona y que, tras un infructuoso intento de devolverla a su medio, ha terminado en el cercado osero de Santo Adriano y Proaza, con «Paca» y «Tola».
La mayoría de la sociedad canguesa, como lo demuestra la masiva intervención de las asociaciones del concejo, tiene un sentimiento de expolio de sus bienes naturales. Considera que animales como «Molinera», que han sido capturados en el concejo, en caso de que tengan que vivir en cautividad, deben hacerlo en el propio territorio del que proceden, en Cangas del Narcea, donde actuarían como un revulsivo para la economía de la zona, sobre todo a través del turismo.
Entre las asociaciones que se han mostrado interesadas en pelear esta batalla junto al Ayuntamiento estaban algunas de las más importantes de la zona: la Sociedad de Amigos del País «Tous pa Tous», las sociedades de pescadores, de amas de casa, de turismo rural, de pequeños empresarios y de bolo vaqueiro, y la Sociedad Deportiva Narcea, el club de fútbol de la localidad.
«El Gobierno regional es un muro que ni oye, ni escucha, ni ve a Cangas del Narcea. Lo que vamos a hacer es tratar de que se escuche nuestra voz y de poner sobre la mesa la necesidad de abordar este problema de una vez por todas», explicó Fontaniella tras la reunión, a lo que añadió: «No hemos descartado ninguna acción, ni comunitarias ni de cada asociación de forma individual. Hablaremos sobre lo que es más importante para que no vuelva pasar algo parecido».
«Molinera» fue encontrada en el pueblo de Riomolín, en malas condiciones físicas, rescatada y curada. Se trató de introducir al animal en la naturaleza, pero estaba demasiado acostumbrada al trato humano y entraba en los pueblos. En Cangas se cree que fue algo premeditado para «encarcelarla» en Proaza.