La provincia se ha sumado a un proyecto de la Administración central que tiene como objetivo realizar un censo de las manadas de lobos existentes.
En Guadalajara, una vez se ha confirmado la presencia de estos animales tanto en la Sierra Norte como en el Alto Tajo, se baraja la posibilidad de que haya de una a tres manadas.
Desde la Plataforma Lobo Marley abogan por conseguir una convivencia entre lobos y ganaderos, aunque en la provincia estos últimos se sienten perjudicados por la situación.
Aunque es conocida su presencia en la Sierra Norte, ataques registrados en los últimos tiempos en el Alto Tajo apuntan la posibilidad de que haya aumentado el número de manadas o que se hayan producido movimientos de algunos individuos. Según indican desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales (APAM CLM), están elaborando un censo para concretar el número de manadas que hay en estos momentos. Según los datos que se barajan, parece constatado el hecho de que hay al menos una en la Sierra Norte.
Parece probable que pueda haber una segunda y, aunque no se descarta la posibilidad, resultaría más complicado confirmar la presencia de una tercera. El presidente de la plataforma Lobo Marley, Luis Miguel Domínguez, se muestra partidario de la existencia de dos manadas, cada una de ellas compuesta por entre 4 y 5 ejemplares. Desde su punto de vista, esta noticia “es una alegría, un síntoma de calidad ambiental”, algo que destaca en el caso del Alto Tajo. “Hace años hubo un incendio muy importante y trágico allí, pero si ahora hay lobos, eso quiere decir que a nivel medio ambiental está todo bien”. A todo ello se suma el valor añadido que puede suponer para el atractivo turístico de una zona la presencia de lobos.
Sin embargo, desde APAM CLM no tienen tan claro que se trate de dos poblaciones. Los años pasados desde que se tuvo noticia de la primera manada sí que hacen posible la existencia de cachorros que hayan madurado y estén intentando crear su propio grupo. Sin embargo, recuerdan que estos animales también tienen una gran capacidad de movimiento. “Un lobo en una sola noche puede llegar a cubrir entre 30 y 50 kilómetros”, por lo que cabe la posibilidad de que se desplazaran desde la Sierra Norte hasta el Alto Tajo para luego regresar a su entorno. En busca de la convivencia uno de los puntos más controvertidos sobre la presencia del lobo es su relación con el mundo de la ganadería. Desde las asociaciones provinciales han denunciado en varias ocasiones los ataques que se han producido contra sus explotaciones.
Domínguez apunta que el alimento por el que suelen apostar los lobos son, principalmente, los corzos. “Yo puedo tener un puesto ganadero en Imón y no ver un lobo en mi vida”. De hecho, asegura que la propia personalidad del lobo le lleva a mantenerse alejado de los seres humanos. “Aunque les llamamos la atención, nos van a evitar siempre”. Sobre la autoría de estos ataques, apunta otra posibilidad, la presencia de perros asilvestrados.
“Si en España hay 2.000 lobos, el número de perros abandonados es 10 veces mayor”. Aunque esta posibilidad pueda aplicarse a otros puntos de España, desde APAM creen que en el caso de Guadalajara la mayor parte de los ataques que se achacan a los lobos sí son responsabilidad de ellos. “Aquí no tenemos muchos casos de perros salvajes”. Además, las propias marcas que dejan los animales al atacar pueden ayudar a diferenciar unos de otros. ¿Se puede hacer algo para conciliar la presencia del lobo con la ganadería? La instalación de vallas, de pastores eléctricos y la adquisición de mastines son algunas soluciones que, además, cuentan con subvenciones regionales. “Tener cuatro o cinco mastines no evita el problema por completo, pero sí lo reduce bastante.. En caso de sufrir un ataque pueden perder dos o tres ovejas en vez de 15”. Y respecto a las compensaciones que da la Administración regional a quienes son víctimas de ataques, tanto APAM como Lobo Marley consideran que lo fundamental es agilizar los pagos. “Al ganadero también hay que cuidarlo. El Gobierno está obligado a hacer lo que sea, incluso pagar de más, para celebrar la presencia del lobo”, apunta Domínguez.
Lo que también señalan tanto Domínguez como APAM es que la presencia del lobo en la provincia no es nueva. “Lo que pasa es que no han conocido esos tiempos y por eso piensan que el lobo lo ha traído la Administración”, indican desde APAM. “Están acostumbrados a unas cosas y ahora tienen que tomar medidas de precaución. Se les pide un esfuerzo”. El presidente de APAG, Antonio Zahonero, apunta que “la convivencia es muy difícil”. Además de pedir el pago “en tiempo y forma” de las contraprestaciones económicas, asegura que “ahora mismo la ganadería y el lobo están compaginados, pero los que lo están pagando son los ganaderos”.
Por eso propone “vallar alguna de las muchas hectáreas de terreno para que puedan vivir ahí. La gente incluso podría ir a verlos”. En estos momentos, el lobo es una de las especies protegidas que hay en Castilla-La Mancha y en la provincia de Guadalajara. En una situación similar se encuentran también el águila imperial, que ofrece perspectivas positivas de repoblación en el territorio provincial, y el águila perdicera, que por desgracia vive una situación mucho más grave. Por último, en el ámbito regional se está tratando de impulsar la población de linces, aunque no se espera la llegada de ejemplares a Guadalajara.
Nicolás González, jefe de Espacios Naturales y Especies Protegidas de la Delegación Territorial de la Junta en Ávila.
Entrevista a Nicolás González, jefe de Espacios Naturales y Especies Protegidas de la Delegación Territorial.
Mayte Rodríguez – domingo, 23 de febrero de 2014
Afirma que los ataques sobre el ganado aumentan por el incremento de la población de lobos en Ávila, ¿en qué medida ha crecido?
Muy pronto se publicará el censo oficial, que está ultimándose y cuyos datos van a ser fundamentales para poder tomar medidas de gestión, pero es verdad que desde el último que se hizo en el año 2001 la población de lobo ha crecido, entonces había uno o dos grupos, ahora podemos estar en seis o siete. Hay que tener en cuenta que los lobos no se contabilizan en parejas ni en unidades, sino en grupos o manadas, que pueden tener entre dos y diez ejemplares cada uno. Este aumento es lógico en una zona donde no había lobos, de ahí que sea área de avance de la población del norte de la comunidad, donde posiblemente viven los mismos grupos porque allí no hay posibilidad de avance, así que van extendiéndose por los extremos hasta Segovia, Ávila e incluso Madrid.
¿Hasta qué punto es posible la convivencia entre la ganadería y el lobo?
La Consejería de Medio Ambiente cree que es posible, pero siempre adoptándose medidas de prevención de los ataques por parte de los ganaderos, con indemnizaciones adecuadas para quienes los sufren y con pagos ágiles. Pero hay que tratar al lobo como un elemento más del medio natural en el que está el ganado extensivo: como un rayo, como una piedra o como una enfermedad que le entra a las reses. El lobo no es un extraterrestre, forma parte del medio por mucho que haya ganaderos que hasta ahora antes nunca habían convivido con el lobo, por eso hay que desdramatizar al lobo.
José Manuel Rodríguez Mariño, en Oviedo. | maría a. g.
«Declarar al lobo especie cinegética arruinaría a las sociedades que gestionan los cotos, porque tendrían que hacerse cargo de los daños».
21.11.2013 | 01:52 Oviedo, M. J. IGLESIAS
José Manuel Rodríguez Mariño (Llanera, 1949), dirigente histórico del mundo de la caza en Asturias, practica la actividad cinegética hace más de medio siglo. Empezó a los catorce años, cuando su padre firmó la autorización para el permiso de Armas. La caza ha formado parte de su vida desde diferentes ámbitos. Fue gerente de la extinta Sociedad Astur de Caza, de 1982 a 2007, y representante por Asturias en la Asamblea de la Federación Española, entre otros cargos. Rodríguez Mariño considera que la gestión de la caza regional no es la adecuada.
-Mantiene desde hace tiempo una postura crítica con la gestión de la caza en Asturias. ¿Cuál es la razón?
-La gestión no es la adecuada. La consejería de Agroganadería mantiene un ecologismo extremo que no ayuda precisamente a la conservación de las especies. Había más caza en la época del antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona), que ahora. En todo esto influye mucho la política de vigilancia y atención a las reservas de caza. Muchos de los guardas que había en las reservas eran de las zonas o habían sido furtivos. Conocían la actividad al dedillo, vivían del monte y siempre estaban pendientes de todo, aunque estuviesen cuidando las vacas. Luego se convirtieron en funcionarios. No quiero decir que no los haya muy buenos. También les pusieron a matar piezas para realizar controles, función que no les corresponde.
-¿Quién debería hacerlo?
-Me vienen a la mente los llamados alimañeros, que no exterminaban pero se dedicaban al control de las especies. Se les suprimió de un plumazo y empezó la expansión del lobo. Todo eso incide sobre las especies cazables.
-¿Qué hacemos con el lobo?
-El lobo tiene tanto derecho a estar en el medio como los demás animales. Pero el caso es que mientras que los corzos son herbívoros y tienen dos crías al año, los cánidos salvajes suelen tener cinco o seis. La progresión reproductiva es mayor. Además se alimenta de otras especies. La ausencia de controles poblacionales va en detrimento de las piezas depredadas y los principales daños se los lleva el ganado doméstico, los corzos y los jabalíes.
-¿Cómo se arregla eso?
-Lo primero que hay que hacer es un censo lo más riguroso posible. Si hay exceso de población, lo ideal sería darlos a cazar y no pasaría nada. La caza se prohíbe cuando la especie está en peligro de extinción. No es el caso.
-En otros lugares la gente paga por cazar lobos cuando hay exceso. ¿Quiere decir que podría darse algo así en Asturias?
-No veo por qué no. Hay quien paga porque quiere llevarse el trofeo a casa.
-Algunos piden declarar especie cinegética al lobo.
-Declarar a la especie cinegética arruinaría a las sociedades. En ese caso tendrían que hacerse cargo del pago de los daños. En cambio, en el reglamento de caza hay un artículo que dice que excepcionalmente se podrá autorizar la caza sobre especies no cinegéticas cuando esté justificado por los daños. Con su simple aplicación pueden establecerse cupos, sin necesidad de modificar la ley ni el reglamento vigente.
-El Principado y las entidades implicadas preparan un nuevo plan de gestión para el lobo. ¿Podrá remediar los padecimientos de los ganaderos?
-Me temo que será mas de lo mismo. No servirá de nada. Estoy seguro de que no atacará la raíz del problema, que es el exceso de lobos en determinadas zonas.
-A las tierras asturianas se la asocia siempre a jabalíes y rebecos, como especies preponderantes. ¿Qué ocurre con la caza menor?
-Es casi testimonial. Los asturianos van a Castilla a cazar perdices. Son casi tantos como los que se dedican a las piezas mayores. Ya no quedan apenas porque en Asturias se abandonaron los cultivos tradicionales de cereales, donde había liebre y perdiz. Al cambiar los usos ganaderos en las zona de montaña el monte bajo se cubrió de matorral. Proliferan zorros, jinetas, martas y rapaces que buscan alimento. No se hacen desbroces y siembras para perdices, vedadas salvo en los cotos que justifican que las tienen, básicamente en Teverga, el Sueve y Piloña.
-¿Tampoco hay liebres?
-Pocas. A este paso, las liebres también se irán perdiendo.
-¿El cazador disfruta de la naturaleza o se sirve de ella para divertirse?
-Cuando empecé a cazar, a los catorce años, te dirigía un aficionado veterano. Lo primero que te aconsejaba es que nunca hay que pasarse. Hay que saber dejarlo en el punto justo. Si el perro ha trabajado y el cazador se ha divertido no se debe seguir.
-¿Esa filosofía no impera?
-No. A mí me enseñaron a cazar, disfrutar y respetar. Ahora se incorpora gente nueva que compra un rifle y sale al campo a competir. Quieren ser los mejores. Eso no es cazar, es otra cosa. El buen cazador demuestra que conoce las costumbres del animal y juega de poder a poder con la pieza. Los cazadores no deben ser unos indocumentados. Tienen que conocerse reglamentos como el de armas y explosivos. Hay que conocer las especies que se puedan cazar.
-¿Cuál es la especie más desconocida que puede abatirse en la región?
-En Asturias son más las especies prohibidas que las cazables. No es que sea desconocido, pero poca gente sabe que, por ejemplo, el zorro puede abatirse aquí sin cupo.
-Hay menos cazadores. ¿Crisis o pérdida de afición?
-Un poco de todo. Se pierde la afición. Antes, a cada coto le daban un cupo de piezas en función de la densidad de caza. A lo largo del año tenías esa cifra para distribuirla. Ahora se asignan días fijos. Un señor que viene de turismo para esos días concretos y por lo que sea no puede cazar, por ejemplo porque cae una nevada monumental, se queda sin dinero y sin caza. Ni te devuelven el importe del permiso ni te dan opción a volver. Así ahuyentamos a los cazadores de fuera.
BENEDICTO ROJO TRAVIESA | Ganadero profesional, portavoz de los propietarios de ganado de Onís.
«Más del 70 por ciento de los daños no se denuncian, la Administración tarda en pagarlos y muchos ganaderos ya recurren a seguros particulares»
21.11.2013 | 06:58
Benia (Onís), Ramón DÍAZ. Benedicto Rojo Traviesa tiene 49 años, es ganadero profesional (a título principal) y reside en Bobia Baju, en Onís. Su ganadería suma unas 150 vacas, alrededor de 90 ovejas y una veintena de yeguas. Tiene reses tanto dentro como fuera del parque nacional de los Picos de Europa. Desde hace unos meses, Rojo actúa como portavoz de los ganaderos del concejo de Onís, unos cincuenta en la actualidad.
-¿Es el lobo el principal problema en los Picos de Europa?
-Sin duda. El lobo está haciendo estragos desde que, hace unos veinte años, acampó en la zona asturiana de los Picos. Los daños son cada vez mayores.
-Las cifras oficiales no señalan exactamente eso.
-La mayor parte de los daños, yo diría que más de un setenta por ciento, no se denuncian a la Administración.
-¿Por qué?
-Hay muchos casos, sobre todo en el parque nacional, en los que se señalan que los daños podrían ser del lobo, pero no son indemnizables. Y los que aprueban tardan años en pagarlos. Además, muchos ganaderos ya tienen seguros particulares, incompatibles con el cobro de indemnizaciones públicas. Todos esos daños, no se contabilizan. Pero están ahí. Mientras tanto, los jueces no mueven ficha y no se pueden realizar controles. Así que las nuevas camadas de lobos van extendiéndose a otras zonas, como Ibéu, el Cuera y todo el preparque. En el entorno de la AS-114, de Cangas a Panes, hay una zona ganadera que está sufriendo continuamente daños de lobos. Y no se puede hacer nada. La cosa está muy tensa. Se hacen necesarias medidas urgentes para erradicar al lobo.
-¿También debe erradicarse del parque nacional?
-De la zona asturiana, sí. Debe volver a la zona sur, donde estuvo hasta hace veinte años.
-¿No protestarán en León?
-Allí siempre los hubo. El lobo es incompatible con la ganadería, no existe más solución que erradicarlo de las zonas ganaderas.
-¿No servirían los mastines y los cercados?
-La orografía de los Picos hace imposible que todos los ejemplares de un rebaño puedan ser controlados por un mastín. Además, habría serios problemas entre los pastores, porque los mastines defienden a su rebaño, pero atacan a los demás, si se ponen en su línea de pastoreo. Tampoco es viable que los ganaderos tengan que subir todos los días a meter al ganado en un cercado. Habría animales que no podrían ser localizados, por lo que seguiría habiendo bajas. Es inviable.
-Los ecologistas defienden que el problema no es el lobo sino un manejo inadecuado del ganado, distinto al de hace treinta años.
-Los ganaderos somos los primeros ecologistas de la historia. Quienes defienden que el manejo actual es inadecuado lo hacen desde cómodos despachos, sin conocer la realidad. Es verdad que el manejo no es el mismo que hace treinta años, pero es que ahora aquel ya no sería posible. La gente antes «mayadeaba», subía al puertu toda la familia, padres e hijos, hasta con las gallinas y los cerdos. Niños de seis años pastoreaban durante horas, mientras el padre bajaba a segar. Eso hoy es impensable. Hoy los niños tienen que ir a la escuela. Pedir al ganadero que trabaje como hace treinta años es tan injusto, por ejemplo, como pedirle a un ecologista que trabaje sin ordenador. Además, cuando esos ecologistas de salón, que también viven del dinero público que reciben por informes y estudios que luego no sirven para nada y acaban metidos en un cajón, hablan de manejo tradicional desconocen que sí hay quien aún lo practica igual que hace cincuenta años. Una ganadera de la zona, por ejemplo, cierra todos los días a sus ovejas y a sus cabras, pero le resulta difícil localizarlas a todas y siempre queda alguna fuera. Así que tiene tantos daños como los demás.
-¿No sería posible que los propietarios del ganado contrataran pastores, como se hace en otros puntos de España?
-Eso es posible en Castilla. Aquí resulta imposible controlar rebaños de mil ovejas. La orografía condiciona mucho.
-¿Entonces cree que la única solución es eliminar al lobo?
-No hay otra.
-¿Por qué fracasan las batidas realizadas fuera del parque?
-El terreno favorece al lobo. Para que haya resultados positivos hace falta una buena organización y un seguimiento severo. Y mejor con cazadores que con guardas.
-¿También con cazadores dentro del parque nacional?
-No. Allí son los funcionarios los que deben de mantener a raya la población, que pare eso cobran.
-¿Sería mejor que el lobo fuera especie cinegética?
-No, porque entonces lo mismo a los cotos les interesaría que hubiera muchos lobos.
-¿Funciona el veneno en los Picos y su entorno?
-No. Pongo la mano en el fuego por todos los ganaderos de Onís.
-Hubo hace unos meses un caso en La Peruyal, donde apareció envenenado un alimoche.
-Entonces aparecieron también varios perros envenenados en Benia. Creo que aquel episodio no tuvo nada que ver con los lobos.
-¿Existe riesgo de que reaparezca el veneno en los Picos?
-Creo que no, los que más perderíamos seríamos los ganaderos. Cuando hay veneno también mueren nuestros animales.
-¿Es de los que cree que se sueltan lobos en el Oriente?
-Ni lo creo ni lo dejo de creer. Hace veinticinco años lo mismo se soltaron, hoy ya no hace falta. Con los que hay ya es suficiente para que se extiendan solos.
-¿Debería derogarse el parque nacional de los Picos?
-Nací dentro del parque y dentro cumplí siete años. Hay sólo sirve para mantener a 51 funcionarios. Los presupuestos del parque se van en sueldos. Desde los años ochenta todo ha ido para atrás. Sólo han aumentado las prohibiciones. Y, encima, no se dejan aconsejar.
-Entonces, ¿parque sí o no?
-No. Lo tengo clarísimo.
-¿Funcionaba mejor el parque cuando lo gestionaba el Estado?
-Sí. En los años ochenta entre el Sella y el Cares, en el Cornión, había cincuenta mil animales de reciella (ganado menor). Ahora no hay mil en el parque. Hace treinta años, desde Cabeza Pandecura se veían al amanecer más de cinco mil ovejas y cabras. Eso se acabó. Desapareció. Se desequilibró todo: desapareció la reciella, lo que unido a la prohibición de las quemas controladas hizo que proliferara el matorral, lo que a su vez generó un aumento de los incendios… Ahora mismo hay en el parque nacional una masa de combustible que el día que queme será terrible.
-El parque desbrozará este año ochenta y dos hectáreas…
-Eso es pan para hoy y hambre para mañana. Las quemas controladas son absolutamente necesarias. Yo jamás quemé ni una pendiente ni un árbol. En mi casa, como en todas, nos enseñaban de niños cómo quemar, lo que se podía quemar y lo que no. Y si quemabas algún lugar indebido, por donde pudiera caer una vaca, por ejemplo, la paliza estaba asegurada. Los ganaderos no queman por quemar, ahí está para demostrarlo el monte Casaño, que nunca en la vida se quemó.
-También protestan por los acotamientos tras los incendios.
-La ley está pensada para zonas como Extremadura o Andalucía. Aquí la tierra regenera muchísimo más rápido. En nueve o diez meses una zona quemada ya está recuperada. Pero se sigue acotando dos años. Hay que modificar la ley en Asturias. La actual situación puede generar que algún ganadero malintencionado queme la zona en la que pasta el ganado de otro. Hace falta que las juntas ganaderas, los ayuntamientos, los vecinos y la administración debatan para ver qué se hace con el monte, con el arbolado, con el matorral y con el pastizal. Y debe hacerse municipio a municipio, porque las circunstancias de cada uno son muy distintas.
-¿Por qué una manifestación en Oviedo?
-Para defender a la Asturias ganadera y exigir una regulación de la fauna y la flora. Y, sobre todo, para protestar por los daños del lobo.
-Los ecologistas afirman que los subsidios ganaderos atraen a los cazaprimas y el intrusismo…
-Ni hay cazaprimas, ni hay intrusismo. Las inspecciones de la Administración así lo demuestran.
-¿Quiere decir que no hay quien tiene ganado sólo para cobrar los subsidios?
-Nadie que yo conozca.
-¿Le parece justo que cobren iguales subsidios los ganaderos a título principal que los demás?
-Desde que se aprobó la PAC, en 1990 todas las modificaciones normativas han ido en contra de los ganaderos profesionales. El ochenta por ciento de las ayudas las cobran diez o doce personas. La PAC está pensada para los grandes propietarios de Extremadura y Andalucía, para los ricos. La Cornisa Cantábrica es la gran damnificada. Los ganaderos no hablamos de euros, no pedimos dinero, queremos vivir de lo que producimos. Si además la sociedad ha decidido que tenemos derecho a unas ayudas por pérdida de renta, bien está. Los que deberían de justificar en qué gastan el dinero público son esos ecologistas o becarios que se dedican a elaborar informes y estudios sobre el lobo. Porque siempre se dice que los ganaderos reciben dinero público, pero muchos ecologistas, también.
-Parece una guerra
-Lo es. Si no se toman medidas se enquistará y no habrá solución.
-Parece que las dos partes se creen en posesión de la razón.
-Hacen falta charlas, jornadas, reuniones, confrontar ideas, hablar. La Administración debería propiciar esos encuentros, pero allí sólo quieren votos y aferrarse al sillón con un buen sueldo.
Llaneza trabaja en el censo de lobos de Galicia. Alberto López.
Destaca la revolución que suponen la genética y el GPS en su seguimiento.
Lugo / la voz 17 de noviembre de 2013
Ganaderos de Cervantes, Navia o Pedrafita, en la montaña de Lugo, denuncian que más de 30 vacas y becerros han muerto y otros tantos han quedado malheridos por la acción del lobo en apenas un mes. La situación trae al primer plano un tema especialmente controvertido, como reconoce el biólogo e investigador Luis Llaneza, cuya empresa de asesoría en recursos naturales colabora con la Xunta en la actualización del censo de lobos de la comunidad, y cuyo informe definitivo será dado a conocer a finales del 2014. El censo más reciente fue publicado en el 2003. Entonces había contabilizadas 68 manadas.
-Los ganaderos afirman que la cifra de lobos se ha disparado en puntos como Os Ancares…
-Sobre lobos hay mucha palabrería y pocos números, y los investigadores intentamos cubrir ese hueco con información científica y creíble. La tendencia en los últimos 25 años en toda Europa es al crecimiento de sus poblaciones, y la península ibérica no es una excepción. El lobo en Galicia no es una especie en peligro de extinción.
-Si se demuestran los daños y que la población de lobo es mayor de la que puede asumir la zona, ¿podría haber batidas?
-Sí. El Plan de Xestión do Lobo de la Consellería de Medio Ambiente y la legislación gallega contemplan un montón de actuaciones de gestión, de divulgación…, y también de control por abatimiento y muerte de animales en aquellos sitios donde los daños sean importantes. Pero siempre a partir de datos objetivos y científicos, y para eso estamos los biólogos.
-¿Cómo logran esos datos?
-Los seguimientos de lobos que se hacen en Galicia son envidiables a nivel mundial, como en África con los leones, los licaones o los tigres. La genética y el GPS están revolucionando el seguimiento de animales. En Galicia llevamos 35 lobos capturados con collar con GPS, y el potencial y la calidad de los datos con que elaboramos los informes es inmenso. También grabamos coros de aullidos para saber si hay cachorros, si la manada se reproduce.
Luis llaneza biólogo, investigador y especialista en lobos.
DIÁLOGOS ORIENTALES | ALBERTO FERNÁNDEZ GIL, BIÓLOGO, AUTOR DE UNA TESIS DOCTORAL SOBRE GRANDES CARNÍVOROS.
«Hemos constatado que, a más controles, más daños; se matan cánidos, pero no se resuelve el conflicto porque influyen otras cosas, por ejemplo, que el manejo del ganado se ha relajado»
15.11.2013 | 09:48
Ramón Díaz -¿Cuáles son las conclusiones más destacadas de su tesis doctoral, en lo que al lobo se refiere?
-El resultado es que hay una componente biológica en los daños que provoca, pero hay otras que no lo son, que son humanas, como el manejo del ganado, los subsidios, los compromisos que los ganaderos asumen con las ayudas, a quién se le pagan los daños… Si la sociedad ha decidido que a un paisano hay que pagarle un dinero por daños de lobo habrá que ver si está recibiendo subsidios de ganadería de montaña y de un espacio protegido y cómo tiene su ganado. Porque si está recibiendo subsidios y tiene el ganado como le sale de las narices, puede hacerlo, pero lo mismo no es merecedor del pago de los daños.
-¿Cómo cree que se soluciona el conflicto del lobo entonces, eliminando los subsidios?
-No. En primer lugar haciendo un buen diagnóstico. El Principado justifica los controles de lobo para rebajar los daños, pero no lo consigue. Nosotros hemos comprobado que a más controles, más daños. Y el Principado maneja informes que han llegado a las mismas conclusiones. Los controles tienen poco que ver con el volumen de los daños y las medidas de gestión no están teniendo efecto, pero aunque lo tuvieran tampoco estarían justificados. Un símil: si tenemos un problema de incendios y la Administración quisiera cortar todos los árboles para resolverlo, no estaría justificado hacerlo. En España se desbrozan miles de hectáreas de matorral todos los años, dicen, para acabar con los incendios. ¿Se resuelve el problema? No. Con el lobo pasa lo mismo: se matan lobos, pero no se soluciona el conflicto.
-¿No es un problema de sobrepoblación de lobos?
-En absoluto. En Asturias hay un millón de personas y trescientos lobos. Con mucha frecuencia las administraciones tratan estos conflictos entre humanos y grandes carnívoros como si fuera un problema estrictamente numérico. Un ejemplo: la Administración asturiana, al margen del pago de los daños, invierte casi todo su esfuerzo para resolver el conflicto en matar lobos. Como si ese problema estuviera causado por la abundancia de los animales. Lo que hemos visto, igual que otros investigadores, es que el número de predadores es un asunto llamativamente menor. Y que en los daños influyen otras cosas.
-¿Cuáles?
-El manejo del ganado es la más importante de todas. Es evidente que no se realiza un manejo adecuado del ganado, aunque los ganaderos califiquen al actual manejo de «ganadería tradicional». La ganadería de ahora no tiene nada que ver con la de hace treinta años.
-¿Cuál es la diferencia?
-Por ejemplo, hace treinta años las ovejas estaban siempre en presencia de un pastor. La desaparición de animales era impensable entonces. Hoy sí, hoy puede perderlas todas, porque en días no han ido a verlas. El manejo del ganado ha cambiado absolutamente.
-Exigir a los pastores que trabajen igual que hace treinta años sería como obligar a otros profesionales a que volvieran a escribir a máquina o que dejaran de utilizar ordenadores…
-No estoy diciendo que el manejo actual sea malo o bueno, ni mejor o peor que el de antes, ni que haya que volver a aquel manejo. Los ganaderos deben manejar su ganado como crean conveniente. Sólo constato que el manejo ha cambiado y que ahora el ganado es más vulnerable, a los ataques de los lobos y a mil cosas más. Volvamos a los subsidios, un asunto tan opaco, tan oscuro y a veces tan obsceno. Hace treinta años no había subsidios, que, en principio, son ayudas públicas para compensar unas rentas bajas, unas dificultades de explotación y de manejo… No sé si es una causa o un efecto, pero desde que hay subsidios públicos el ganado se maneja de manera diferente.
-¿Por qué?
-Porque esas pérdidas son ahora menos dramáticas para el ganadero, que tiene compensadas sus rentas con esos subsidios. Además, el Principado es la única comunidad que paga todos los daños verificados. El manejo del ganado, sin ninguna duda, se ha relajado. Y esa inyección de dinero público es evidente que ha favorecido el intrusismo y la llegada de cazaprimas. Los ganaderos profesionales se están empezando a quejar, con razón. Aquí el propietario de ganado recibe lo mismo sea profesional a título principal o no. Hace años que estamos pidiendo al Principado que diga cuántos de los que solicitan pagos por daños son ganaderos a título principal. Nunca nos lo ha dicho. Intuyo que la mayoría no lo es.
-Hace treinta años no había lobos en los Picos asturianos.
-Las tasas de mortalidad de entonces y de ahora seguramente son muy parecidas. Los lobos afectan al 0,6 por ciento de la cabaña ganadera de Asturias y la tasa de mortalidad de la ganadería en extensivo es del cinco por ciento. Eso quiere decir que haya lobos o no los haya las tasas de mortalidad del ganado son muy parecidas.
-¿Entonces, cree que el lobo no es el problema?
-El lobo es una cortina de humo. El sector tiene otros problemas: el relevo generacional, el manejo del ganado, la renegociación de la PAC, el intrusismo… En Badajoz no hay lobos, pero los problemas son los mismos que en Asturias. Aquí la Administración ha encontrado en el lobo un chivo expiatorio. Y, sorprendentemente, hasta los sindicatos ganaderos enfocan los problemas del sector en el lobo. Pero aunque se exterminaran los lobos, el sector ganadero seguiría con los mismos problemas.
-¿Por qué el conflicto se ha radicalizado tanto en los Picos?
-El parque nacional paga unos 20.000 euros al año por daños y los ganaderos de los Picos reciben 7,5 millones en subsidios. Es como si una persona con mil euros de sueldo tuviera un problema de un euro. Y que ese euro hiciera que se irritara tanto que pusiera contra las cuerdas a la Administración y a la sociedad. Pero es que, además, ese euro ha sido subsidiado previamente por si pudiera tener ese daño. Y además, la sociedad, en la mayoría de los casos ese euro lo vuelve a pagar. Los lobos afectan al cinco por ciento de los ganaderos de Asturias y al 0,2 por ciento de la renta. Si eso es un problema económico yo no entiendo nada. Me parece bien que se subsidie a los ganaderos y que estos manejen su ganado como deseen. Lo que no me parece bien es que, recibiendo esos subsidios públicos en un parque nacional exijan el exterminio de los lobos. Y lo que me parece inconcebible es que la Consejera diga que la situación es insostenible. Eso es demagogia pura.
-Los ganaderos dicen exactamente lo mismo.
-La Consejería no ha atendido a los ganaderos más razonables y leales, los ha desatendido escandalosamente. Por el contrario, ha atendido a los más radicales, broncos y agresivos. La actual radicalización es el fruto, la consecuencia. La Administración gestiona el lobo a golpe de titular. Soy muy pesimista en materia de conservación.
Biólogo e investigador.
Alberto Fernández Gil es biólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Nacido en Bilbao hace 53 años, trabajó en la Universidad de Oviedo, donde ha elaborado su tesis doctoral, sobre el comportamiento y la conservación de osos y lobos en ambientes humanizados, codirigida por Mario Quevedo y Javier Naves. Vive en Asturias desde hace 25 años. Antes en Somiedo, Moal y Proaza y ahora en Avilés. Entre sus conclusiones, que cuando hay controles de lobos, se registran más daños al ganado. Es miembro desde hace diez años del Consejo Consultivo del Plan de Gestión del Lobo.
“Lobo Marley, ciudadanos por el lobo y el mundo rural”
Director de UrbanTV Festival y conocido naturalista por su trayectoria en documentales de Televisión Española en programas como Vive la Vía o Biodiario en los que se muestra al espectador la belleza del medio rural y la necesidad de su conservación, actualmente Luís Miguel Domínguez se encuentra inmerso en una nueva etapa de su lucha por proteger nuestra fauna en peligro de extinción y continuar así con un legado que muchas generaciones heredamos del ya desaparecido divulgador ambientalista Félix Rodriguez de la Fuente. La iniciativa “Lobo Marley, ciudadanos por el lobo y el mundo rural”, es desde hace un tiempo la plataforma a través de la cual personas anónimas y particulares tienen la oportunidad de aunar esfuerzos e ideas, para proteger al lobo ibérico en el proceso de conciliación del mundo rural con la actividad de esta especie animal autóctona. En los años 70, el lobo quedó aislado al noroeste de la península y al borde de la extinción, una directiva europea de 1992 lo declaró especie estrictamente protegida al sur del Duero, su frontera natural y en los parques nacionales solo se permitía la caza como única forma de controlar la especie. Desde entonces se ha recuperado y la población ha evolucionado de tal forma que en la actualidad se enfrenta a profundo debate debido a los daños que su presencia causa a la actividad ganadera.
Antes de entrar a profundizar en estos y otros temas, nos gustaría saber en qué momento se decide fundar esta plataforma con el nombre Lobo Marley y por qué.
La Plataforma surge por la radicalización de las posturas en contra de la existencia natural del lobo en nuestros ecosistemas y como parte de nuestra Biodiversidad principalmente por parte de algunos colectivos ganaderos que creemos han sido engañados por la Administración, que ha utilizado al lobo como cabeza de turco para silenciar los problemas que el mercado plantea a la ganadería. Esta radicalización contra el lobo lleva a que sea perseguido de una forma que no habíamos visto en medio siglo y a que el lobo se encuentre en una encrucijada que le puede llevar a la extinción en muchas zonas a corto plazo y quizás como especie a medio o largo plazo. La gota que colmó el vaso fue la muerte de un lobo radiomarcado apodado Marley, que cayó abatido por personal de la Administración y en un Parque Nacional, lo que resulta más que bochornoso. Esto fue lo que hizo nacer Lobo Marley, que surge como movimiento ciudadano a favor del lobo y de un mundo rural sostenible en el que la actividad ganadera sea compatibilizada con todos los elementos del medio natural que la sustenta. Estamos en el s.XXI y tenemos que desterrar ya los mitos y esas formas de actuar insostenibles y dañinas de tiempos pretéritos.
El estudio del lobo ibérico dentro del proyecto científico de Seguimiento de las poblaciones de cánidos en el Parque Nacional de los Picos de Europa ha fracasado, pero ¿en qué medida?, ¿se barajan otras alternativas?
El proyecto de Seguimiento no ha fracasado en lo referente a la ecología y aspectos socioeconómicos del lobo en el Parque Nacional. Por ejemplo, ha servido para mostrar la intrascendencia económica de los daños del lobo en el Parque (que afectan sólo al 0,25% del ganado de la vertiente asturiana del Parque y suponen sólo el 0,19% de los subsidios que reciben los ganaderos), que no ha habido aumento de lobos en los últimos años, que los controles de lobo no han mejorado las estadísticas de daños tampoco, que los lobos del Parque se alimentan principalmente de ungulados silvestres y especialmente de jabalí, que los lobos tienen movimientos muy amplios que pueden hacer creer que hay más lobos de los que realmente hay… Pero de nada ha servido, parece ser, en cuanto a la gestión del lobo. Esto demuestra que la gestión ha derivado hacia otras cosas porque los administradores del Parque no están coordinados; la gestión del lobo se está realizando en base a matar lobos y no en función de los resultados de los informes del proyecto de Seguimiento. Claro que los responsables del Proyecto no toman las decisiones pero callan y firman, a pesar de que sus propios estudios e informes lo desaconsejan, avalando las decisiones del Parque de matar lobos. De hecho, los Tribunales suspendieron dos resoluciones impulsadas para matar lobos en el Parque. En resumidas cuentas, investigaciones e investigadores que se venden para seguir trabajando en estudios sobre lobos. En 10 años se han matado legalmente en el Parque Nacional casi medio centenar de lobos y se ha matado una camada de cachorros. ¿Qué es lo que hace que se sigan matando lobos entonces? pues la presión de los colectivos ganaderos a la Administración. Y por supuesto, estos “controles” o matanzas de lobos en el Parque han llevado al fracaso del radiomarcaje en el Proyecto Seguimiento ya que murieron dos lobos radiomarcados suponiendo un trastorno científico y económico inmenso.
Para ponernos en situación y aclarar dudas sobra la disminución o aumento de la población de la especie ¿Cuáles son los datos reales del status del lobo en la Península Ibérica?
En realidad la población de lobo no ha evolucionado de forma expansiva. Esto es un espejismo muy peligroso. La población de lobo sufrió un declive desorbitado, estuvo realmente al borde del exterminio, y gracias a un mínimo nivel de protección pudo recuperarse ligeramente hasta hoy. Pero ahora mismo la población de lobos está a duras penas estabilizada, en algunas zonas en declive, en algunos territorios ha sido eliminado de nuevo, en muy pocas zonas han aparecido lobos que recolonizan territorios antaño perdidos pero muchas veces están muy alejados del núcleo original y su futuro es incierto. Hay mucha manipulación mediática sobre este asunto por intereses variados. Ahora mismo no existe aumento de lobos y, más bien, la amenaza que se cierne sobre la especie la pone en una situación muy delicada. En la Península Ibérica se calcula que sobreviven aproximadamente unos 750 reproductores estimados a partir del número de grupos. Pero estos grupos a veces son de tan sólo dos individuos y muchos grupos ya han sido eliminados. Esos son los pobres datos reales.
Esta es una iniciativa privada, formada por un grupo de personas comprometidas con los valores de Lobo Marley, ¿cuantas personas se encuentran trabajando codo con codo para lograr el objetivo?
En la actualidad en la sala de máquinas de LOBO MARLEY somos 20 personas de toda España.
Diariamente trabajamos en diferentes áreas con la única y clara intención: poner el debate del Lobo de actualidad. Proyectar luz constante sobre un asunto que solía ejecutarse en la sombra, entre las cuatro paredes de las administraciones.
Las redes sociales son hoy un caldo de cultivo perfecto para iniciativas ciudadanas como la nuestra.
No queremos que las redes solo sean mentideros o vomitorios….en LOBO MARLEY creemos que son un laboratorio vigoroso en el que se está fraguando la nueva España.
Trabajamos por un modelo distinto de convivencia entre la biodiversidad y el mundo rural, al fin y al cabo ese es el epicentro de nuestra estrategia.
El ser humano vive en un estado constante de alienación, lo cual hace que se aleje de su entorno para centrarse en lo puramente económico, ¿consideras que esta situación empieza a tocar fondo?. Y en su caso, ¿existe una solución razonable?
El ser humano no puede alejarse de su entorno porque no estamos fabricados de plástico o de metal. Somos parte del medio natural y el medio natural es parte de nosotros y nos sustenta pero tenemos que ser conscientes de eso porque, de lo contrario, estamos destruyendo a nuestra Madre; luchando contra nosotros mismos. Esta situación en la que vivimos y en la que hemos priorizado lo económico y material sobre lo importante, tocó fondo hace mucho tiempo. Desde entonces, nos arrastramos por el fondo en busca de valores equivocados que nos alejan de nosotros mismos y de la VIDA. Existe una solución razonable que es cambiar esa forma de actuar en la medida de lo posible -que es mucho más de lo que cada uno hacemos- y realmente si todos promovemos un cambio en nuestro comportamiento y lo hacemos más sostenible para la VIDA, el cambio global sería gigantesco. Sería muy fácil pero por intereses egoístas lo hacemos muy difícil.
Los ciudadanos tenemos que ser conscientes de la necesidad de conservar nuestro entorno más cercano y con ello las especies que viven y conviven en él, ¿crees que hace falta una mayor concienciación ciudadana o una mayor educación medio ambiental para poder entender que más que una obligación es una necesidad de todos/as para con nuestro entorno y para nuestro propio beneficio?
Por supuesto. Para promover ese cambio hacia la sostenibilidad, hay que sensibilizar a la población, educar a los niños, y que realmente todo el mundo sea consciente de qué somos y dónde vivimos. Es una tarea global inmensa, bonita y muy compleja.
La mayoría de los españoles/as nos implicamos en las iniciativas privadas cuanto mayor es el beneficio común a obtener, sin embargo vivimos en una constante desconfianza por que muchas veces no se advierten cambios a medio plazo, ¿podemos hablar de avances desde que se fundó la plataforma?
Tendemos a buscar el beneficio a corto plazo porque nos dejamos llevar por nuestros intereses instintivos, en realidad. Si conocemos, si sabemos, podemos comprender que los beneficios serán a medio o largo plazo, que son principalmente para las generaciones futuras, que son para que el mundo en el que vivimos no llegue a ser imposible para otros… se trata de superar ese egoísmo natural y de superar también la ignorancia en la que estamos sumidos. Hay avances, cómo no, desde que nació la Plataforma. Llevamos muy poco tiempo pero el avance principal es el apoyo desinteresado de cada vez más personas a favor de la conservación del lobo y de la implicación de cientos de personas en ello. Somos conscientes de que los resultados reales no son a corto plazo, pero nosotros hemos superado el egoísmo: lo único que nos interesa es la conservación del lobo como especie y parte de la Biodiversidad.
¿Cuáles son los inconvenientes u obstáculos más importantes a los que se enfrenta L.M actualmente?
Fundamentalmente proteger, nuestros postulados de la difamación.
Nuestro mensaje es integrador, positivo y bienintencionado. Lobo Marley tiene que padecer como cualquier colectivo que actúa y va mas allá de lo teórico, una serie de ataques que intentan desprestigiar.
Si analizamos con frialdad los datos del lobo, nos damos cuenta de que POLITICA y ECONOMIA fraudulentas son las dos armas que están llevando al lobo a una situación insostenible.
Trabajar a fondo en esas dos cuestiones, nos convierte en unos enemigos muy visibles.
Denunciamos la corrupción entre otras cosas relacionada con los dineros del lobo, pero no vamos contra la ganadería en general. Son tan solo unos cuantos los que bajo la cortina de humo de la generalización, nos quieren pintar como urbanitas e insensibles con el mundo rural.
Afortunadamente, llevamos toda la vida en esto, no somos paracaidistas y tenemos muy clara la importancia que el mundo rural tiene en materia de conservación de la biodiversidad.
Nuestro lema favorito es: “Contra sus mitos, nuestros datos”, porque desmontar los “chiringuitos del lobo” requiere de investigación. rigor y una visión mas allá de la naturalista… Entrar en territorios que incomodan a muchos hasta ahora agazapados tras la leyenda, el cuento y la mitología casposa.
¿Qué acciones o actividades tenéis previstas en breve?
La más importante es la presentación en sociedad que tenemos preparada para el próximo día 13 de abril en el Centro de Interpretación de la naturaleza Cañada Real.
Será un día muy especial donde nos conoceremos en persona todos los seguidores de este movimiento.
Ese día, lanzaremos una serie de iniciativas participativas, en las que la Sociedad Civil se sentirá protagonista de la defensa del lobo Ibérico… A partir de ese momento, la manada será ya imparable.
LOBO MARLEY trabaja para crear un lecho de apoyo social aún más importante en número que cualquiera de los interlocutores actuales que despachan el tema del lobo a su antojo.
Seremos tan numerosos… Que no les quedará mas remedio a las administraciones que incorporarnos en la toma de decisiones sobre esta especie.
Creemos, por ejemplo que el sector ganadero es muy importante en toda esta cuestión, como colectivo que se ve afectado (muy de vez en cuando) por la presencia del lobo… Pero estamos absolutamente en contra de que este sea sobre el que recaiga el gran peso en la estrategia común de la gestión del lobo.
La sociedad, rural o no, tiene mucho que decir al respecto. Tiene derecho a ver salvaguardado su patrimonio natural y merece respeto y presencia en el plan del lobo.
Al mismo tiempo, trabajamos actualmente en una serie de demandas de tipo legal tanto en España como sobretodo en Bruselas, sobre todo para explicar a nuestros vecinos europeos la nefasta gestión que se hace de la especie aquí.
El lobo Ibérico, aunque endémico de nuestra Península, no es una especie de la que se deban apropiar España y Portugal en exclusiva. Este carnívoro es una especie de interés comunitario que Europa considera una joya.
Trabajamos para que Bruselas conozca los planes de extinción llevados a cabo desde el Gobierno de España y el de diferentes comunidades autónomas.
Por último, y esto si que es importante. Vamos a demostrar que el Lobo y su presencia en determinadas zonas rurales de España puede convertirse en motor de desarrollo socio económico.
Contamos con grandes especialistas en materias como el turismo sostenible y el desarrollo rural relacionado con la conservación.
En breve mostraremos las líneas maestras de un plan que incorpore al lobo como locomotora y deje así de estar estigmatizado como lastre….
El LOBO es LA SOLUCIÓN, no el PROBLEMA… Y para demostrarlo trabajamos cada día.
¿Cómo llegáis a la sociedad para difundir los avances y progresos de la plataforma Lobo Marley?
De momento estamos difundiendo todo a través de Redes Sociales pero poco a poco seguramente vayamos avanzando en este aspecto y otros.
Por ejemplo, recientemente hemos creado un canal de YouTube de investigación y denuncia en el que iremos colgando documentos audiovisuales que van a estremecer a la sociedad española.
Secretamente, estamos grabando en toda España con nuestras cámaras un rosario de delitos (muchos de ellos institucionales) que demostraran que no solo no se están haciendo las cosas bien en la conservación del lobo por desidia o desconocimiento, si no que hay un lobby LOBOCIDA cuyo plan es erradicar a esta especie de amplias zonas de España.
En breve compartiremos todo este trabajo de fondo con la sociedad. Trabajamos intensamente en ello.
Para aquellas personas que nos estén leyendo y tengan interés en colaborar con Lobo Marley ¿Cómo pueden hacerlo?
Lo mejor es que nos sigan activamente, implicándose (Lobo Marley tiene personas dedicadas permanentemente a resolver dudas) a través de www.lobomarley.org o en twitter y Facebook.
Respetamos absolutamente la labor de las ONG y grupos de conservación de la naturaleza que llevan tantos años trabajando, venimos a sumar y a implicar novedosamente a todos los sectores de la sociedad que mas allá del ecologismo consideran que el LOBO es un tesoro que merece otra mirada mucho mas acorde con los tiempos que corren.
Nos gustaría finalizar estas líneas con un breve relato de alguna situación relacionada con el lobo ibérico que te haya sorprendido gratamente.
Dos consideraciones y las dos tienen que ver con la VOLUNTAD y la SUPERACIÓN.
Por un lado comprobar que a pesar de la persecución y de la inquina, el lobo sigue reinando en muchos valles de este país. Es un fugitivo, es verdad… Pero es fuerte y sortea con eficacia su pena de muerte, reconquistando territorios de los que le habían borrado del mapa.
Por otro… Y con la que está cayendo, constatar que decenas de miles de ciudadanos de este país, a pesar de sus problemas personales y del problema colectivo al que nos enfrentamos cada día como país desnortado, se han implicado con todo su corazón en el proyecto LOBO MARLEY.
Llevo más de 30 años, en la conservación de la naturaleza y nunca me he sentido tan emocionado como ahora.
Este es un movimiento imparable, que viene a hacer historia. CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA no como adorno de nuestras vidas… Si no COMO BASE, FUSTE Y CAPITEL de nuestra casa común; un nuevo país mas respetuoso con su biodiversidad.