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UN MENSAJE DE AGRADECIMIENTO DESDE LOBO MARLEY

20.000 personas Puerta del Sol Madrid Lobo Marley

El domingo 13 de marzo, todos juntos conseguimos lo que parecía imposible, y desde Lobo Marley queremos trasladaros nuestra alegría por la confluencia, física y en la distancia, de tantos defensores del lobo.

Es imposible plasmar en palabras las emociones vividas al sentir esas más de 20.000 voces aullando y reafirmando aún más nuestra determinación en la defensa del lobo. Ayer, en el aniversario del fallecimiento de Felix Rodríguez de la Fuente, nos sentimos con más fuerza que nunca para llevar el testigo de su gran labor.

El lobo no conoce de fronteras ni de banderas; es un ser indómito, icono de libertad, esencial en nuestro planeta y ecosistemas, como bien saben en Ecologistas en Acción, WWF y las más de 230 entidades que apoyaron este acto olvidando divergencias, con un objetivo común; marcar el pulso actual de nuestra sociedad.

Estamos satisfechos de que, junto a tantas entidades conservacionistas de nuestro país también acudiesen agrupaciones extranjeras, como Ferus (Francia) y Zoological (Portugal), que además de a sus respectivos países, también representaban, junto a Lobo Marley, a nuestra “Alianza Europea para la Conservación del Lobo”. Y nos alegra enormemente que también encabezasen esta marcha dos fuerzas políticas: Pacma y Equo, que han sido claro ejemplo de captación del sentir de los ciudadanos, de ese pulso social. Y es que la defensa del lobo ya no es una opción, sino que es un deber.

Confiamos en que pronto junto a Equo y Pacma se aúnen más esfuerzos para que el lobo tenga la consideración y protección que por ley natural le pertenece, porque por él fuimos multitud el domingo 13, pero mañana seremos legión.

¡¡Lobo Vivo, Lobo Protegido!!

El equipo de Lobo Marley

15 de marzo de 2016.

‪#‎LoboProtegidoYa‬

“LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO”, LA SOCIEDAD CIVIL SE MANIFIESTA EN DEFENSA DEL LOBO

BAJO EL ESLOGAN “LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO”, LA SOCIEDAD CIVIL SE MANIFIESTA EL PRÓXIMO DOMINGO 13, A LAS 12:00 H, EN UNA CONCENTRACIÓN SIN PRECEDENTES EN EL CORAZÓN DE MADRID.

 

LA MANIFESTACIÓN VA A EXIGIR A LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL Y AUTONÓMICAS, QUE DETENGA LA CONSTANTE MATANZA DE LOBOS IBÉRICOS QUE ESTÁ IMPIDIENDO SU RECUPERACIÓN EN PROVINCIAS EN LAS QUE HABÍA SIDO ANIQUILADO HASTA SU TOTAL EXTINCIÓN DURANTE EL PASADO SIGLO XX, Y QUE MERMA GENÉTICAMENTE SU FUTURO ALLÁ DONDE NO DESAPARECIÓ DEL TODO.

 

Desde la madrileña calle de Alcalá número 24, hasta la puerta del Sol donde se leerá un manifiesto, más de 220 organizaciones entre las que figuran WWF España o Ecologistas en Acción, así como algunas de la vecina Francia y Portugal, se unirán a la convocatoria lanzada por Lobo Marley, Equo, PACMA, European Greens y la Alianza Europea para la Conservación del Lobo.

 

Y es que el marco legislativo europeo, a través de la Directiva Hábitats, nos obliga a mantener la población de lobo ibérico en un estado favorable de conservación. La matanza continua de lobos que ejerce la Administración hace imposible cumplir este imperativo legal.

 

La matanza de lobos se produce mediante los “controles” por cupos, que establecen las distintas CCAA donde habita el cánido en el norte de España, cada una con distinto criterio legal, pero para una misma especie y en ocasiones una misma manada, con excusas sin validez científica, como la de disminuir los ataques al ganado. Pero está más que demostrado que abatir lobos no consigue ese objetivo y además acrecienta el problema.

 

El lobo es un carnívoro social que depende del trabajo de equipo para cazar sus presas naturales, y la matanza continua y aleatoria de individuos rompe ese equipo y esa función natural, única e imprescindible como biorregulador de los ecosistemas donde habita.

 

Félix Rodriguez de la Fuente, cuyo aniversario coincide también en estos días, indicó el gravísimo cuello de botella poblacional que padeció el lobo a mediados del siglo XX, y que ha reducido su variabilidad genética. Esto aumenta el peligro de que una enfermedad acabe con toda la población en España y la vecina Portugal, donde si que está estrictamente protegido por ley con total normalidad desde hace varias décadas.

 

En palabras del presidente de Lobo Marley, el naturalista y divulgador Luis Miguel Domínguez, “no podemos seguir matando ejemplares que aportan una diversidad genética preciosa y esencial para la especie”.

 

«La ecología del lobo hace imposible que haya demasiados individuos, ya que esta especie controla su propia población de modo natural». Pero la administración falsea los datos sobre la población de lobos al encargar censos que carecen de metodología fiable y de independencia. Cuando deje de ser legal matar lobos se eliminará el aliciente para estas manipulaciones interesadas por intereses privados.

 

La matanza de lobos, además, perpetúa un modelo económico basado en actividades minoritarias, que solo beneficia a una élite y elimina toda oportunidad de desarrollo de otras actividades que llevarían prosperidad al mundo rural. Un lobo vivo vale mucho más que uno muerto, en términos ecológicos pero también económicos.

 

Por todas estas razones los ciudadanos harán oír su voz este domingo 13 de Marzo en defensa de su patrimonio y por el derecho de las futuras generaciones a disfrutar de una naturaleza sana y vigorosa, que además es la única garantía de supervivencia para la especie humana.

Autobuses para la Manifestación 13 de marzo en defensa del Lobo ibérico

TALAVERA DE LA REINA: Telefonos de contacto: 620 97 20 63  y  680 967 255

 

JAÉN: Ecologistas en Acción-Andalucía, salida desde Jaén. Teléfono y persona de contacto: 633826749 Javier Ramírez. Inscripción hasta el 7 de marzo.

 

EUSKADI (BILBAO / VITORIA): Inscripción obligatoria: coste 15€ por persona

Para apuntarse: dejar nombre y apellidos, teléfono y lugar de recogida en la Ekoetxea. C/Pelota 5, bajo – 48005 Bilbao. Tlf: 944 79 01 19

bizkaia@ekologistakmartxan.org

komunikazioa@ekologistakmartxan.org

Fecha tope de inscripción: 11 de marzo a las 13:00h

 

BURGOS: 15€ interesados contactar con somosmanadaburgos@gmail.com

http://heyevent.com/event/qihpa4fzxu3usa/manifestacion-por-la-defensa-del-lobo-iberico

 

SANTANDER: Salida a las 06:00 y vuelta a las 17:00 horas, precio 15€. https://docs.google.com/forms/d/1afxC2TEUc2H6zycng5KLNmVB0U2QTogq1TWqCk-oV14/viewform

Escribir a: equocantabria@gmail.com

 

GRANADA CON PARADA EN JAEN: El autobús saldrá de GRANADA a las 6:00 h. desde la Calle Neptuno (enfrente del Centro Comercial Neptuno, en la acera del Gimnasio O2). Llegará y saldrá de JAÉN a las 7:00 h, en la rotonda del Carrefour de la entrada de Jaén (Centro Comercial La Loma), donde hay una gasolinera Shell y un Mcdonald´s. Llegada a Madrid (zona Puerta de Alcalá – Cibeles) sobre las 11:30 h. Teléfono de contacto 606 548 002, David.

Más información: https://www.facebook.com/events/551512341704915/

 

CADIZ: Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza.

Contactar con AGADEN: https://www.facebook.com/Agaden-Ecologistas-1007793402597162/

Más de 150 organizaciones se unen a la manifestación en Madrid por la protección del lobo ibérico

Manifestacion en defensa del lobo iberico 13 marzo 2016La concentración será el 13 de marzo y las entidades piden acabar con  el fin de la caza y establecer una legislación para su protección.

La convocatoria ha conseguido reunir a colectivos de muy diversos sectores, no solo animalistas, o ecologistas, sino también del sector turístico o incluso ganadero.

 

A la manifestación convocada e impulsada por Lobo Marley, EQUO, Alianza Europea para la Conservación del Lobo (EAWC), European Greens y PACMA, se han unido más de 150 organizaciones participantes. Todas ellas demandarán una mayor protección del lobo ibérico en la próxima manifestación del 13 de marzo en Madrid, que comenzará a las 12:00 horas en calle Alcalá numero 24.

La convocatoria ha conseguido apoyos de muy diversos sectores: animalistas, ecologistas, medioambientales, medios de comunicación, turismo e incluso desde el sector ganadero.

Entre las organizaciones adheridas destacan WWF, Ecologistas en Acción, Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal (AVATMA), Plataforma la Tortura no es Cultura, Sociedad Cooperativa Ganaderías Ecológicas Gallegas o la revista Quercus.

“Nuestra manifestación no es contra nadie, es a favor de nuestro patrimonio compartido y el de nuestros hijos e hijas, a favor de la naturaleza y del mundo rural comprometido con su futuro”, asegura Luis Miguel Domínguez presidente de Lobo Marley, uno de los impulsores de esta iniciativa.

Los convocantes esperan que la manifestación, que se desarrollará entre Banco de España y Sol, sea multitudinaria y que acudan desde todas partes de España. Muchas de las plataformas adheridas están organizando viajes en autobús para acudir a la manifestación.

“Hay que plantear políticas a nivel autonómico y nacional que permitan el margen necesario a las medidas preventivas y eliminen el concepto de la matanza como gestión de la población de lobos” ha declarado el coportavoz de EQUO y diputado Juantxo López de Uralde.

«En un momento como este, la declaración del lobo como especie protegida, es el anhelo de millones de españoles que reclaman un mayor respeto para su patrimonio natural. El nuevo Gobierno tendrá que tomar buena nota después del 13 de marzo» ha declarado Domínguez.

La manifestación quiere ser también un homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, nacido un 14 de marzo, quien presentó una imagen más completa del lobo. “Un ser social, como nosotros mismos, y emblema viviente de la naturaleza española”, defienden las organizaciones.

 

 

MANIFIESTO – Manifestación en Defensa del Lobo ibérico 13 de Marzo

POR LA PROTECCIÓN DEL LOBO IBÉRICO Y EL FIN DE LAS MATANZAS.

El lobo ibérico no sólo es un animal hermoso y emblemático, sino una pieza imprescindible del rompecabezas de nuestra naturaleza. Pero en pleno siglo XXI estamos asistiendo en España a una matanza de lobos a gran escala, una situación intolerable que genera una movilización sin precedentes de la ciudadanía. Cada vez somos más conscientes de que una naturaleza sana no es un lujo de minorías, sino la única garantía de supervivencia de nuestra especie. Y es que proteger nuestro patrimonio natural es, en realidad, un acto de defensa propia.

Los grandes carnívoros son los controladores naturales del equilibrio de los herbívoros silvestres, y esa función produce efectos en cascada en la pirámide ecológica, que redundan en una mayor salud de la fauna, la vegetación, el agua y el aire. La necesidad de restaurar esos equilibrios naturales es una prioridad mundial, y por eso las subvenciones al campo, que se pagan con los impuestos de todos, deben estar sujetas a la adopción de prácticas respetuosas con el medio ambiente, que es nuestro patrimonio común.

El lobo ibérico se desangra hoy en medio de una situación de profundo anacronismo. Nuestra legislación lleva décadas de retraso respecto al conocimiento científico. Aunque el lobo es una especie de interés comunitario en Europa, lo que nos obliga a mantener una población viable y sana, todavía se usa la matanza oficial de lobos (bajo el eufemismo de “control de población”) para, supuestamente, reducir los ataques al ganado. Pero sabemos de sobra que esas medidas no sólo no disminuyen los ataques sino que, al desestructurar las manadas, hacen que éstos aumenten. En algunas regiones el lobo es especie cinegética, a disposición del negocio de la caza de trofeos. Y aunque en teoría la caza deportiva sigue criterios técnicos, lo cierto es que el trofeo más buscado es el macho alfa, aquél cuya muerte causa el mayor trastorno en la sociedad del lobo y las peores consecuencias para la naturaleza y la ganadería.

Para colmo, parte de los lobos masacrados en España proceden de Portugal, donde están estrictamente protegidos y cuya defensa cuesta ingentes cantidades de dinero Europeo. Esta “gestión a tiros” está sumiendo al mundo rural en un círculo vicioso de crispación. Desde Europa se alienta el uso de medidas preventivas, pero la dinámica actual de ataques, venganzas y pagos compensatorios (a menudo sujetos a la picaresca) hace que no haya aliciente para tomar dichas medidas. Se ha llegado a pedir el exterminio local de la especie, lo que no sólo es demencial sino totalmente ilegal. Esta sangría se intenta justificar dando una imagen de abundancia del lobo basada en supuestos “censos” pagados por la propia administración, pero éstos ni son independientes ni tienen una metodología fiable.

Ante esta coyuntura, los convocantes de este acto hacemos una petición muy concreta: solicitamos la declaración del lobo como especie estrictamente protegida por ley en todo el territorio español, y exigimos el fin inmediato de su caza y de los controles letales de su población. Así el lobo simplemente tendrá el mismo estatus que otras especies como el águila imperial, el oso pardo o el lince ibérico. Eliminando el concepto de la matanza como gestión, daremos por fin el margen necesario a las medidas preventivas, y toda ayuda económica estará supeditada a la adopción de esas medidas. Así se dejará espacio para respirar a las nuevas generaciones del mundo rural, que anhelan un sistema nuevo en el que el ecoturismo y otras prácticas responsables con el medio ambiente y el bienestar animal permitan una mayor diversidad laboral y cultural.

Pero incluso estos cambios normativos sólo cubren el aspecto formal, y lo que perseguimos desde esta convocatoria es un cambio social más profundo. De nada vale una norma sobre el papel si las actitudes más miopes, insolidarias e incluso delictivas son toleradas desde las instituciones. Hace falta una ingente labor educativa, y tan importante como la protección legal del lobo es la divulgación de los valores positivos de la biodiversidad. Una labor que ya marcó la diferencia en nuestro país hace décadas, cuando Félix Rodríguez de la Fuente, cuyo aniversario se celebra en estas fechas, se enfrentó a la ignorancia ancestral, puso al lobo ibérico en nuestras pantallas y lo sacó del catálogo de las alimañas.

El lobo es un embajador del conjunto de nuestra fauna salvaje, y también un poderoso símbolo de libertad. Pero la libertad siempre tiene un precio, y por desgracia es posible acostumbrarse a su ausencia, como sabemos en este país. Y lo mismo pasa con la naturaleza salvaje. Sin libertad y sin naturaleza las personas nos transformamos en autómatas, y apenas nos damos cuenta de lo que perdemos y, peor aún, de lo que privamos a las siguientes generaciones. Condenar a nuestros hijos a vivir en un mundo gris, mezcla a partes iguales de vertedero y monocultivo a escala planetaria, es simplemente un crimen. Queremos un mundo verde, en el cual vivir y no sólo sobrevivir. Queremos naturaleza salvaje. ¡Queremos LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO YA!

LEGISLAR AL SERVICIO DEL MAL

Déjeme que le invite a pensar en la última vez que se gastó 10.000 euros de un tirón. Para personas como usted y como yo eso significa que estaba dando la entrada del piso, o puede que se tratase de algo menos agradable, tal vez un gasto relacionado con problemas de salud en la familia. Pero hay personas que no pestañean al hacer un gasto comparable para darse el gusto de acribillar a tiros a un lobo ibérico y colgar su cabeza disecada en el salón. Sobre esas personas sabemos dos cosas sin tener que preguntar: una, que no pasan por los apuros económicos que usted y yo pasamos; y dos, que no comparten nuestros conceptos de la empatía y el respeto por el patrimonio común. Pero lo que a veces olvidamos es que estas personas suelen tener línea directa con los despachos en los que se hacen las leyes que nos rigen a todos. Y un ejemplo sangrante se ha producido hace bien poco.

 

Uno de los espectáculos menos edificantes que hemos visto en tiempos recientes es la matanza de lobos a traición, cebándolos para poderles disparar desde las “casetas de la muerte”. Cuando estas prácticas se hicieron conocidas, las autoridades de Castilla y León tuvieron que aguantar con sonrojo que la ciudadanía las señalase por permitir una actividad tan inmoral como ilegal. En aquel momento trataron de buscar resquicios formales que demostrasen que semejante aberración era legal, pero recientemente han terminado por admitir que no lo era. Y no lo han reconocido valientemente y dando la cara, sino mediante una triquiñuela: intentando hacerlo, súbitamente, legal.

 

Y es que a mediados del pasado mes de enero aparentemente se informó a los propietarios de cotos de caza con lobos en Castilla y León de que, a partir de ese momento, la Junta autorizaba el uso de productos atrayentes para la caza en espera del lobo, incluyendo los restos de ungulados silvestres o de animales domésticos. Algo que podemos calificar sin temor a exagerar como legislación a la carta al servicio de una minoría influyente, y a costa del patrimonio natural de todos. Es muy factible que esta resolución acabe demostrándose, a su vez, ilegal, pero mientras tanto permitirá que un número intolerable de lobos sean ejecutados con esta modalidad abyecta, no sólo contraria a la sensibilidad de cualquier persona cuerda, si no también a los principios básicos de deportividad en la caza.

 

Por desgracia no vivimos en un mundo en el cual baste con tener razón para que a uno se le haga caso. Y por ello el silencio de los que nos indignamos sin levantarnos del sofá se convierte en cómplice de los que retuercen la ley a su antojo. La batalla por defender el patrimonio de todos no es tal cuando uno de los ejércitos se queda en casa; lo que hay es un estado de sitio. Y los que valoramos el patrimonio natural en general, y al lobo ibérico en particular, llevamos demasiado tiempo sitiados. Pero nuestra lucha no es contra nadie, es en defensa del lobo. Se está sembrando interesadamente el odio al lobo, para impedir una protección que perjudicaría al negocio de unos pocos y dejaría a otros sin excusas para fomentar un conflicto que les permite pescar en aguas revueltas. Y sembrar el odio es desproporcionadamente fácil, porque el odio se convierte en un pasatiempo poco exigente para la mente, y en un socorrido pegamento social a falta motivaciones más profundas para luchar por el bien común. En cambio, sembrar la apreciación más profunda de la naturaleza es una labor ingente, y también es un deber de esas administraciones que, de momento, prefieren servir a los saqueadores del patrimonio natural.

 

Por eso debemos acudir en masa a la manifestación del 13 de marzo en Madrid y exigir la protección total del lobo. Los que legislan al servicio del mal lo hacen en parte bajo la presión particular de minorías capaces de pagar pequeñas fortunas por abatir un lobo, pero también empujados por el ruido mediático organizado alrededor de un conflicto inflado artificialmente. Pero si la mayoría silenciosa de ciudadanos sensibles e informados comenzamos a dejar oír nuestra voz, al menos empezará a haber dos bandos en esta lucha. Y por fin los legisladores tendrán una razón para legislar a favor del bien común. Mientras eso no ocurra, preparémonos para ver mucho más de lo mismo.

 

Mauricio Antón

Vicepresidente de Lobo Marley

EN DEFENSA DEL LOBO IBÉRICO

Manifestacion 13 marzo 2016 Lobo Marley EquoLOBO MARLEY, EQUO, la Alianza Europea para la conservación del Lobo (EAWC) y los European Greens se unen y lanzan un llamamiento a las entidades y personas que en el estado español y en Europa son conscientes de la importancia del Lobo, para que se sumen.

Convocamos una manifestación el próximo 13 de marzo en Madrid, para caminar juntos y hacer escuchar la multitud de voces que dicen alto y claro: LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO.

En este invierno en el que por nuestros montes corren ríos de sangre de lobo, en el que parece que la guerra contra el cánido se recrudece, y nos vamos encontrando cada día con noticias sobre matanzas legales e ilegales en toda su área de distribución tanto al norte como al sur del Duero. nos hemos propuesto plantar cara a esta violencia gratuita. La ciencia ha demostrado que los controles letales no resuelven el problema de los ataques sino que lo agravan, por lo cual aferrarse a esas prácticas es un atentado contra la naturaleza y contra la ganadería responsable. Además, el concepto de control y exterminio es profundamente regresivo y un terrible lastre contra la necesaria modernización de nuestra sociedad.

Lanzamos este llamamiento en una fecha que quiere ser también un homenaje a quien nos ayudó a abrir los ojos y olvidar los cuentos medievales: Félix Rodríguez de la Fuente, nacido un 14 de marzo, nos presentó una imagen más completa del lobo. Un ser social, como nosotros mismos, y emblema viviente de la naturaleza española.

Las organizaciones convocantes invitan a la sociedad española a trabajar por un cambio de paradigma social, por un cambio en la legalidad y dar un paso adelante como sociedad asumiendo el reconocimiento de los derechos inalienables de los animales salvajes, del LOBO.

Nuestra manifestación no es contra nadie, es a favor de nuestro patrimonio compartido y el de nuestros hijos, a favor de la naturaleza y del mundo rural comprometido con su futuro.

Hemos hecho nuestras las palabras de Félix: “En las raras ocasiones en que los esfuerzos que vengo realizando en defensa de los animales salvajes han llegado a fatigarme, me ha bastado pensar que la Naturaleza pertenece a los niños para reanudar mi batalla encaminada a la conservación de la fauna”.

El domingo 13 de marzo a las 12 horas tenemos una cita histórica en Madrid por la defensa de un derecho ciudadano. Suma tu voz y grita LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO.

LOBO MARLEY: BREVE BALANCE DE GESTIÓN DEL AÑO 2015

2015 lmLa siembra nos puede parecer el acto más rutinario del mundo, y sin embargo requiere una dosis de paciencia y un pequeño acto de fe, porque hasta donde podemos ver, lo que estamos haciendo es simplemente sepultar las semillas en la tierra. Si se nos permite usar un símil un poco facilón, lo mismo ocurre cuando se siembra la semilla del cambio en la sociedad. Hay que mirar hacia el futuro y confiar en que los procesos sigan su curso, porque si sólo miramos al presente el panorama no es siempre prometedor: a veces parecería que estamos cogiendo lo más valioso que tenemos y arrojándolo a un agujero en la tierra.

Hace ya tres años que Lobo Marley inició su andadura, y durante algún tiempo la semilla que sembramos permaneció en el surco sin dar muchos signos de ir a germinar. Las organizaciones conservacionistas más curtidas veían con desconfianza las propuestas de nuestra asociación, tildándolas de demasiado ambiciosas, e incluso de radicales. Pero en poco tiempo fuimos encontrando un apoyo cada vez mayor de la sociedad, de esos ciudadanos de a pie que son el destinatario de nuestros esfuerzos, los legítimos propietarios del patrimonio natural vivo de este país, y al mismo tiempo nuestra fuerza más importante. Y ahora que entramos en el cuarto año de nuestra andadura, empezamos a ver con más claridad los signos de que la planta está brotando. Nuestra presencia en las redes sociales se afianza y crece cada día; continuamente se suman nuevos socios a nuestras filas; nuestro mensaje llega más allá de nuestras fronteras, despertando el interés y el apoyo de personas e instituciones en el extranjero; y, finalmente, vemos signos de que el mundo del conservacionismo en nuestro país empieza a aceptar como suya la propuesta que constituye la esencia de nuestra lucha: el lobo ibérico debe gozar de protección estricta por ley en toda la península. No podemos conformarnos con menos por una razón muy simple: el lobo es la cúspide de la pirámide ecológica, y el mantenedor del equilibrio de todo lo que está por debajo, desde los corzos hasta los bosques, la hierba y los ríos. Devolver la salud a esos ecosistemas, y permitir que se autorregulen y recuperen su productividad natural ha dejado de ser el sueño de algunos ecologistas: ahora es una demanda ciudadana, y una condición inexcusable para que todos podamos disfrutar no sólo de una calidad de vida digna, sino de unas expectativas realistas de supervivencia a largo plazo para la humanidad y su entorno.

En este 2015 que ha terminado, la lucha ha sido continua, con sus triunfos y sus sinsabores. Vosotros habéis estado a nuestro lado en todo momento, así que no hace falta que os relatemos cada una de las batallitas en las que hemos lidiado, pero sí os queremos ofrecer un resumen de algunos de los hitos que han marcado este año.

A lo largo de 2015, la presencia internacional de lobo Marley ha seguido creciendo y consolidando su actividad, al objeto de por un lado, internacionalizar nuestra causa y visivilizar lo más posible las muertes ilegales y el incesante acoso que por parte de la Administración sufre el lobo ibérico en España; profundizar cada vez más en la creación de Alianzas supranacionales para unir esfuerzos, y en tercer lugar, llevar la defensa estricta del lobo ibérico ante la Unión Europea.

Estos tres objetivos se han abordado satisfactoriamente, en primer lugar con la colaboración de Lobo Marley con una productora Norteamericana que trabaja para National Geographic y con la cual estamos trabajando desde 2014 para contarle al mundo la historia de los lobos indultados por todos vosotros: Almeida y Viriato, así como para mostrar la difícil situación que atraviesa el lobo en la Península debido a los incoherentes contrastes legislativos tan contradictorios entre sí, que padece el lobo en zonas fronterizas con Portugal, y de una Comunidad Autónoma a otra, dilapidando ingentes recursos económicos del contribuyente español, portugués y europeo, y condenando al lobo ibérico a la endogamia permanente en el norte de España, y al riesgo de la extinción, en lugar de a su recuperación en el sur.

En ese sentido, y de la mano de nuestros compañeros en Portugal, y nuestros nuevos socios en Francia, a mediados de este año pasado, anunciábamos la creación a propuesta de Lobo Marley de la Alianza Europea para la Protección del Lobo,

www.facebook.com/European-Alliance-for-Wolf-Conservation-771954562908834/?fref=ts

Esta Alianza estratégica inicia su actividad de forma ya constante y creciente en este año 2016, buscando como objetivo común la unión de todas las organizaciones e Instituciones europeas que defiendan al igual que nosotros, la protección estricta del lobo como pieza fundamental del equilibrio de los ecosistemas, y como especie que de forma natural regula cualquier exceso de ungulados o de epidemias en la fauna silvestre, al tiempo que es autoreguladora de su propia demografía, siendo por tanto contraproducente y nociva a todos los niveles su caza, o los controles letales de cualquier tipo como demuestran cada vez más los estudios científicos.

Esta nueva Alianza para la protección estricta del cánido, servirá también de base para una mayor capacidad de influencia, interlocución, difusión y defensa ante Bruselas y frente a nuestros respectivos gobiernos, de nuestro trabajo en defensa del lobo, apoyado desde ahora también desde fuera de nuestras fronteras por cada vez más instituciones que se vayan adhiriendo a esta lucha común, y desde todos los ámbitos de influencia posible: tanto políticos como civiles, medios de comunicación extranjeros afines a nuestra causa que podamos entre todos aunar.

Respecto a las relaciones con Bruselas, Lobo Marley asistió en noviembre a una petición de comparecencia en la Sede del Parlamento Europeo, para defender nuestra petición parlamentaria 1771 de 2013, la cual después de numerosos problemas y presiones hemos logrado mantener abierta para que prosiga el análisis de la documentación y argumentos presentados por escrito, denunciando los casos de prevaricación e incumplimiento de la Directiva Habitats respecto del lobo ibérico al norte y al sur del Río Duero. El punto central de dicha petición era además, exigir la protección estricta del lobo ibérico en todo el territorio nacional, un paso imprescindible para la especie, para nuestros ecosistemas y su biodiversidad, así como para el futuro del mundo rural a través de una economía más moderna, sostenible, y perdurable en el tiempo, que aproveche todo el potencial que el eco turismo ha de generar también en España.

2015 ha sido un año electoral, y Lobo Marley ha colaborado con otras organizaciones conservacionistas que se han ido sumando a nuestra exigencia principal: pedir la protección estricta por ley del lobo ibérico en toda la península.

De cara a las elecciones municipales y autonómicas, Lobo Marley trabajó con Ecologistas en Acción y ASCEL en la elaboración de un conjunto de 11 medidas para la conservación efectiva del lobo en España, que fueron presentadas ante la prensa en mayo y que se ofrecieron a los partidos políticos que concurrían a los comicios.

Ante la convocatoria de las elecciones generales en diciembre, Lobo Marley colaboró una vez más con Ecologistas en Acción y ASCEL, con la adición esta vez de WWF, redactando un conjunto de 12 propuestas para la conservación del lobo ibérico, adaptadas esta vez al ámbito nacional, que fueron presentadas a la prensa en nuestra flamante nueva sede: el “Gabinete de Historia Natural”. De hecho, la petición de la protección estricta del lobo ha figurado por primera vez en los programas de al menos dos partidos que han concurrido a estas elecciones generales.

Mirando atrás comprobamos que la labor de concienciación de Lobo Marley poco a poco va calando, no sólo en el conjunto de la sociedad, sino también en el mundo del conservacionismo, que ahora va asumiendo nuestra exigencia de protección para el lobo, cada vez más, como propia. Un buen ejemplo de esta tendencia lo vemos en la publicación del cuaderno especial sobre el lobo ibérico en la revista Quercus en septiembre de 2015. En esta publicación no sólo se incluye un artículo firmado por el presidente y el vicepresidente de Lobo Marley exigiendo la protección por ley del lobo ibérico, sino que se reúne un conjunto de artículos que ponen en negro sobre blanco la necesidad de una conservación más efectiva del cánido. Especialmente contundente es el editorial de Quercus al respecto, exigiendo ya desde el titular “Un respeto para el hermano lobo”.

La creciente sintonía del conservacionismo español con la línea de actuación de Lobo Marley también se ha reflejado en los premios que hemos recibido, ya sea a título personal o como organización, este año: Ecologistas en Acción de Navarra concedió a nuestro presidente , Luis Miguel Domínguez, el premio Medio Ambiente 2015 por su labor divulgativa y conservacionista, inseparable de su papel en Lobo Marley. Por otro lado, “Emlobados con Solana del Pino” otorgó a Lobo Marley el premio Lobo Ibérico 2015, entrega que estuvo a cargo del artista Fernando García Herrera y la Alcaldesa de Solana del Pino.

Lobo Marley no podía estar ausente en una fecha tan señalada como el aniversario de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente, ocasión que aprovechamos para celebrar su obra y recordar su compromiso con la conservación del lobo en una localidad tan simbólica como Villardeciervos, en el corazón de la zona lobera de la Sierra de la Culebra. Allí aprovechamos para dejar claro ante los medios de comunicación nuestro rechazo de la anacrónica subasta anual de derechos de caza de lobos, que se celebraba precisamente ese día.

También este año ha continuado nuestra colaboración con el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid mediante la organización de conferencias sobre distintos aspectos de la conservación de la naturaleza.

Y, estando nuestra sede en Madrid, no hemos podido estar al margen de los acontecimientos que está generando el retorno del lobo ibérico a esta comunidad. Mientras que la presencia del cánido en la región es un motivo de celebración para la ciudadanía, no han dejado de producirse actos de desinformación con el propósito de crear conflictividad alrededor del lobo y favorecer con ello intereses particulares. Lobo Marley pudo comprobar de primera mano la inexactitud de algunas noticias alarmistas relacionadas con el lobo en Madrid, obligando a los medios de comunicación a emitir las rectificaciones pertinentes.

Lobo Marley sigue siendo la voz del lobo ibérico, y cada vez va a resultar más difícil para las administraciones ignorar las demandas de una sociedad moderna y sensible, que hace tiempo que dejó atrás el mundo ficticio del cuento de Caperucita Roja, y que tiene una visión del lobo más acorde con la realidad científica y con la necesidad y el derecho ciudadano a disfrutar de una naturaleza saludable y completa.

EL INVIERNO DEL LOBO MUERTO

Pocas cosas resumen mejor la esencia del lobo ibérico que la alegría con la que estos animales se persiguen unos a otros en la montaña nevada, como niños que juegan a tirarse bolas de nieve. A los lobos les gusta el invierno, pero en este invierno por nuestros montes corren ríos de sangre de lobo. Parece que la guerra contra el cánido se recrudece, y ante ello uno se pregunta por las causas. Hay quien dice que el conflicto del lobo se está “polarizando” en época reciente, y que los que odian al lobo lo odian más porque sus defensores hacemos oír nuestra voz. Dicen que si nos callásemos los que matan lobos perderían la motivación, se olvidarían del cánido y encontrarían alguna otra víctima sobre la cual desahogar sus frustraciones o su necesidad básica de matar algo.

Pero esta noción es errónea. El conflicto del lobo se polarizó hace ya varias décadas, cuando Félix Rodríguez de la Fuente nos presentó una imagen más completa del lobo que la que nos ofrecían la superstición popular y el cuento de Caperucita Roja. Durante las décadas previas, el lobo había sido, oficialmente, una alimaña a exterminar, y como su biología era totalmente desconocida para todo el mundo, pues su persecución no generaba entonces más conflicto que, por ejemplo, el exterminio del escarabajo de la patata (que por lo demás es un coleóptero precioso).

Desde los años setenta, el conflicto se ha manifestado a intervalos, en la medida en que diversos intereses particulares han visto la ocasión de usar al lobo para chantajear al conjunto de una sociedad cada vez más instruida, que exige defenderlo como parte de su patrimonio natural. Pero aún en las épocas en que el lobo ha tenido menos presencia mediática, la sangría ha sido constante, y la prueba de ello es que sus poblaciones al sur del Duero no han conseguido apenas recuperarse a pesar de la normativa europea que lo declara especie protegida en esa zona. En un contexto legal de protección sobre el papel, la conexión entre las poblaciones del norte y los exiguos remanentes de Sierra Morena no se ha podido restablecer, y lo que lo ha impedido no es otra cosa que la presión incesante de las escopetas, el veneno y los atropellos.

Con tanta artillería suelta, el lobo ibérico vive aterrado y en su entorno natural se mueve como un fantasma. Las observaciones científicas sobre su comportamiento, que nos darían los datos necesarios para enfocar mejor su conservación, son casi impracticables, y en general nos tenemos que contentar con información indirecta, a menudo interpretada sesgadamente por los empleados de la administración para dar una imagen artificial de abundancia. Pero entre tanto han irrumpido las redes sociales, que han renovado la presencia mediática del lobo. Y este invierno las imágenes de lobos menudean especialmente en Internet, pero la gran mayoría tienen una cosa en común: muestran lobos muertos. Llevamos meses asistiendo a un auténtico aquelarre de exhibición de lobos acribillados, mostrados a veces por gentes a quienes (a diferencia de los clientes de más postín del negocio de la muerte del lobo) les puede más el exhibicionismo que la discreción. Otros lobos son víctimas de operaciones oficiales de “control”, de las cuales sabemos de sobra que no cumplen el objetivo de disminuir los ataques, pero además desafían a la normativa europea que nos exige mantener a la especie en un estado favorable de conservación.

En estas semanas hemos contemplado los cadáveres de los últimos lobos de Euskadi, exterminados con la sanción oficial del gobierno de Bizkaia, y los cuerpos sin vida de los pocos lobos que consiguieron llegar a Salamanca, donde la administración se salta a la torera la protección al sur del Duero amparándose en excepciones injustificables. Otros son víctimas de atropellos, que aparte de clamar por la adopción de medidas como pasos de fauna y controles de velocidad en zonas sensibles, nos recuerdan el sinsentido de que esas muertes no se contabilicen a la hora de determinar los cupos de caza de lobos.

Cada vez que veo uno de estos cadáveres me asombra que una criatura tan espléndida se haya criado en nuestros montes. Un día fueron minúsculos cachorros, y con el tiempo y la protección y entrenamiento de sus padres, se convirtieron en seres poderosos, preparados para dar caza a los ungulados salvajes más imponentes de la naturaleza ibérica. Pero esa historia ha transcurrido en la sombra, oculta a nuestros ojos por el miedo y el sigilo que guían los pasos del lobo ibérico. Toda esa aventura, esa forja de un depredador, se nos ha hurtado, pero sí que se nos muestra su despojo sangriento, exhibido triunfalmente por los que han segado esa vida desde la ventaja que les dan las armas de fuego. No hay una razón única por la que tantos lobos mueran a manos del hombre este invierno, pero a los ejecutores siempre les beneficia la ignorancia que aún persiste en torno a la biología del lobo, y la indiferencia que nace de esa ignorancia. Si hoy en día un Félix Rodríguez de la Fuente nos congregase ante el televisor cada semana para mostrar la asombrosa vida de los lobos ibéricos, la respuesta social ante esta masacre invernal sería mucho más contundente.

Algunos disentirán, pero yo no creo que la invisibilidad y el silencio sean la garantía de la supervivencia del lobo. Al contrario, a los que quieren matarlo les vale perfectamente un lobo aterrorizado. Sólo necesitan verlo durante un segundo para apretar el gatillo, y si recurren al veneno no necesitan verlo en lo absoluto. Personalmente, no sólo quiero que haya lobos, además quiero que los podamos ver. Su vida natural guarda un tesoro de datos científicos, hoy inaccesibles, sobre la evolución de la conducta social en un animal sorprendentemente parecido a nosotros. Me considero muy afortunado porque he podido estudiar a los grandes carnívoros en su ambiente: desde mi tienda de campaña he escuchado muchas veces los rugidos de los leones en la noche africana y he visto a las hienas pasear a centímetros escasos de la lona que nos separaba. He cruzado mi mirada con la de leopardos y guepardos, sabiendo que en sus ojos había curiosidad o indiferencia, pero nunca miedo. Tumbado en las arenas del Okavango he contemplado a los licaones venir hacia mí entre las palmeras, atravesando los canales de aguas cristalinas. He tenido la suerte de documentar aspectos sorprendentes del comportamiento familiar y cazador de esos depredadores. También he observado tranquilamente al oso y al lince ibérico en nuestros montes. Pero es en busca del lobo cuando he pasado más noches gélidas, más esperas ingratas y caminatas inútiles, y mis contados encuentros con el cánido siempre han sido fugaces o distantes. Y no me resigno a que esto deba ser así.

No quiero que nuestros lobos lleven una vida de proscritos librados al capricho o a la ineptitud de los que quieren masacrarlos, y estoy harto de que nuestra naturaleza sea la fuente de incontables imágenes fúnebres. Estas imágenes tiene una influencia nefasta en la sociedad, porque nos acostumbran a la noción de que la vida está sujeta siempre al sometimiento por la violencia de las armas. Su efecto subliminal es una continua resignación a la ética y la estética de la dominación, donde la escopeta de caza es la garantía última del abuso, que se puede descargar igualmente sobre la fauna salvaje o sobre la mujer sometida. Cansa ya esa España medieval del castigo y la sangre como limitadores definitivos de la libertad. Agota la estética del sadismo y los que la aceptan como indicador de “la dura realidad” de la vida. La vida es tan dura como nosotros se la hagamos a los demás, y creo que el lugar de la violencia glorificada puede estar en las películas y en la ficción, pero no en el trato que damos a nuestra naturaleza y a nuestros congéneres que al fín y al cabo, son, somos, naturaleza.

Estoy cansado de ver lobos matados por el hombre. Es inmoral, en gran parte de los casos es ilegal, y tiene un pésimo efecto en la formación de los ciudadanos. Tarde o temprano estará totalmente prohibido, pero mientras tanto tenemos una ingente labor educativa por delante. El que quiera convertirse en cómplice de la perpetuación de la siniestra España de los lobos muertos, que agache la cabeza y afloje el pulso. En la medida en que esto ocurra, el chantaje de los enemigos del lobo a la sociedad estará funcionando. Por mi parte, ya he visto suficientes lobos muertos para toda una vida, y buena parte de ellos en este invierno negro.

 

Mauricio Antón

Vicepresidente de Lobo Marley

EL LOBO, UN FRÁGIL REGALO PARA MADRID

Es una coincidencia irónica el que, mientras en París se iniciaba la cumbre mundial sobre el clima, la ciudad de Madrid se viese obligada a restringir el tráfico rodado para hacer frente a niveles intolerables de contaminación. Ha bastado la presencia de un anticiclón otoñal para que el aparente equilibrio de nuestra atmósfera salte por los aires. Ante un balance tan frágil, la importancia de ese pulmón verde que es el parque nacional del Guadarrama se hace más patente que nunca. No se trata de un lujo o una simple atracción turística. La presencia de un ecosistema sano y vigoroso en nuestra sierra es un escudo imprescindible para defender nuestra salud, tanto física como espiritual.

Pero la protección efectiva de la naturaleza en el parque es una asignatura pendiente, y si queremos que ese espacio natural cumpla su función, y no sólo en teoría, entonces nos queda un largo trabajo por hacer. Un colectivo que ha venido señalando las carencias en la gestión del parque son los agentes medioambientales, y precisamente ellos han sido los portadores de una excelente noticia para la recuperación del balance natural en el Guadarrama: según confirma este colectivo, el lobo ibérico está criando en nuestra comunidad. Esto nos pone frente a un desafío conservacionista apasionante. El lobo se puede convertir en nuestro ayudante para que el parque nacional del Guadarrama no lo sea sólo en el papel; puede ser el guardián y el arquitecto de los equilibrios naturales que marcarán la diferencia entre una mera zona verde y un auténtico ecosistema productivo.

El Guadarrama ya alberga joyas de la fauna ibérica como el águila imperial o el buitre negro, pero su pirámide trófica está incompleta sin la acción del lobo, una carencia que la dispersión natural del cánido puede ahora remediar. Pero para que esto ocurra hace falta tiempo. La normativa europea nos exige que el lobo alcance un “estado favorable de conservación”, lo cual, según lo define el artículo primero de la directiva Hábitats, significa que la especie “pueda cumplir indefinidamente su papel vital en el ecosistema”. Y como todos sabemos, el papel del lobo es el de un depredador de grandes ungulados silvestres, que mantiene el equilibrio de las poblaciones de sus presas mediante la caza en manada. Ahora bien, una pareja reproductora de lobos no es necesariamente una manada madura: para que llegue a serlo hacen falta años durante los cuales su sistema social se pueda afianzar sin intervención humana de ningún tipo. Si disponen de ese tiempo, los lobos adultos establecen su sistema jerárquico, y los jóvenes que permanecen bajo su dominio van aprendiendo el arte de la caza en grupo, esa habilidad que les convierte en los depredadores más eficaces de la región holártica. Es por ello que cualquier interferencia no sólo sería una violación de la normativa europea y de los principios del parque nacional, sino que constituiría un auténtico atentado ambiental.

Un simple vistazo al estado de las poblaciones de ungulados silvestres en la sierra de Madrid muestra la necesidad urgente de un depredador natural que restablezca el balance entre los herbívoros y la vegetación en nuestras montañas. Pensemos en el caso de la cabra montés, especie para la cual el gobierno regional tienen planes de auténtica pesadilla, consistentes en matar a más de la mitad de la población (es decir, ¡más de 2.000 ejemplares!), mediante la caza con arco o el uso de armas de fuego, planes que ya han despertado el apetito del lobby de la caza de trofeos, deseoso de participar en la matanza… ¡y todo ello en un parque nacional! Pero a pesar de constatarse una situación que clama por la presencia del lobo, lo cierto es que la sola sugerencia de una reintroducción del mismo habría levantado la polémica. Afortunadamente, ha sido la dispersión natural del cánido la que le ha traído de vuelta al que antaño fue su hogar. Ahora nos toca a nosotros cuidar con mimo este regalo de la naturaleza. El parque del Guadarrama se puede convertir en la envidia de Europa, y nuestra gestión de su naturaleza puede hacer a Madrid pionera de la recuperación de los grandes carnívoros en los ecosistemas. La decisión, como siempre, está en manos de la administración, pero la presión de la opinión, como siempre, está en manos de la ciudadanía. De nosotros.

 

Mauricio Antón

Vicepresidente de Lobo Marley