El biólogo Luis Llaneza, la persona que asesorará a la comisión encargada de fijar los criterios de gestión del lobo en el Parque Nacional de los Picos de Europa, ha querido aclarar una serie de aspectos ante las reacciones suscitadas en distintos foros y redes sociales tras la publicación de un artículo en la edición del miércoles de este diario a raíz de su nombramiento.
Este experto recordaba ayer que «los controles son una herramienta más para gestionar la especie, como otras tantas. Lo curioso es que siempre estamos hablando de controles y casi nunca de otras propuestas». Este biólogo especificó que «la gestión del lobo no sólo es pegar tiros, hay otras vías. Los controles pueden ser una herramienta, pero nunca he afirmado que sean inevitables». En la información publicada el miércoles en este diario este biólogo manifestaba, en relación a la actual situación demográfica del cánido, que «hoy en día no tiene graves problemas de conservación al norte del Duero» y que «poco a poco va recuperándose en Europa». También que debido a este aumento demográfico «no va a quedar más remedio que realizar controles poblacionales en determinados contextos y situaciones, aspecto ya comentado por numerosos expertos en la especie. Lo que no hay que hacer es tirarse de los pelos cuando se mate a algún lobo, pero sí hay que demostrar que ese control tiene una justificación y que no supone problemas para la viabilidad de la población».
El biólogo también quiso salir al paso de las críticas realizadas por la portavoz de los colectivos conservacionistas en el Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa. Laura López Varona afirmó en este diario que «el criterio científico» de este experto «está condicionado por el contrato que tiene con la Administración. Pensamos que hay personas más capacitadas con una visión más objetiva y menos sesgada. Su experiencia en el Parque Nacional es porque siempre le contratan a él para hacer seguimiento de la población del lobo. Lleva unos 15 años asesorando al parque y no ha solucionado el problema». Luis Llaneza no tiene nada en contra de la opinión de la representante de los colectivos conservacionistas en el Patronato de Parque. «Entiendo que haya gente a la que no le guste que estemos en esta comisión y que hubieran preferido que se designasen a otras personas, pero nosotros estamos intentando hacer las cosas bien. Somos biólogos y trabajamos con la especie desde 1993. Nuestro único objetivo es presentar información lo más objetiva posible», explica.
El experto que asesorará a la comisión encargada de fijar los criterios de gestión del lobo en el Parque vuelve a reclamar «tranquilidad» a todas las partes implicadas y apuesta por recuperar los procesos de participación pública dentro del espacio protegido para que todos los agentes implicados, entre ellos ecologistas, ganaderos o administraciones, expongan sus puntos de vista y se trate de llegar a puntos de entendimiento que permitan avanzar en la resolución de este conflicto. «No nos queda más remedio que buscar el entendimiento y mostrar todos nuestra capacidad de diálogo y la voluntad de intentar minimizar este conflicto. El lobo, hoy por hoy, es un problema social, no ecológico», concluye.