Bajan los animales afectados, pero suben las explotaciones.
Las organizaciones profesionales agrarias recibieron ayer los datos de la campaña de saneamiento ganadero del 2013 en una reunión que mantuvieron con el director general de Producción Agropecuaria y Desarrollo Rural, Jesús María Gómez. Según datos facilitados por Asaja, en León se analizaron 99.019 reses de vacuno, de las que 343, el 0,35% de la cabaña, dieron positivo en tuberculosis y 571, el 0,58% en brucelosis. En total se sacrificaron 914 reses de vacuno, el 0,92% de las examinadas, con un 99,08 de los animales sin problemas sanitarios que puedan transmitirse al hombre (zoonosis). En ganado caprino, se detectó tuberculosis en cuatro explotaciones, el 0,82%.
En Castilla y León los datos resultan similares a los de otros años, con menos animales afectados, aunque con el mismo número de explotaciones afectadas: 2,88% positivas en tuberculosis bovina y 0,33% en brucelosis, frente al 2,66% y el 0,18%, respectivamente en el 2012, según informó la Alianza UPA-Coag, para la que los resultados se estabilizan y las posibilidades de que la Comunidad se declare zona indemne en los próximos años es remota debido a los brotes de tuberculosis en determinadas unidades veterinarias. Para Asaja, los resultados son positivos, aunque mejorables, y señala que la Junta «minimiza» el problema de la fauna salvaje como reservorio de estas enfermedades.
La Alianza y Asaja coinciden en valorar positivamente la medida de que los terneros de vacas sanas procedentes de explotaciones con animales positivos puedan trasladarse a cebaderos hasta su sacrificio. UPA y Coag exigen que la consejería flexibilice los movimientos de animales a pastos y cebaderos.
La crítica más dura llega de la UCCL, que señala que Agricultura y Ganadería cierra los ojos en las zonas de ganadería extensiva, «donde los índices de prevalencia son más altos, y se obsesiona en mejorar los datos sobre el papel, aplicando una política de matar vacas por centenares».
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