La Fundación Oso Pardo comparte el mismo criterio que la Fiscalía de Medioambiente de Asturias y pedirá la máxima pena para los dos acusados de matar a un oso en Porley.
La Fundación, personada como acusación particular en el caso, entiende que hay concurrencia de dos delitos. Uno, la colocación de un lago ilegal como método de caza no selectivo, y el otro, la caza de un oso, especie en peligro de extinción.
En este último serían aplicables, dice la organización, los artículos 334 y 338 del Código Penal, que contempla penas de cárcel de hasta tres años. La Fundación considera que la conducta de los dos acusados fue de máxima gravedad al colocar un lazo a sabiendas del peligro que entrañaba para especies como el oso pardo.