Asaja y Coag rechazan el uso de veneno contra los topillos y culpan a la Junta de no tomar medidas preventivas

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Las organizaciones agrarias Asaja, UPA y Coag en Palencia criticaron hoy la gestión de la Consejería de Agricultura sobre el problema del incremento de topillos, cuyas medidas, aseguraron sus responsables, no han sido efectivas «porque las decisiones se tomaron tarde» y han abocado al Gobierno regional a autorizar el uso de rodenticidas.

En declaraciones a la Agencia Ical, el presidente provincial de Asja, Alfonso Núñez, afirmó que «llenar el campo de veneno y luego hacer responsables a los agricultores no es la mejor medida» e incluso tachó de «barbaridad» esta decisión. Núñez recordó que su organización agraria advirtió el pasado verano del aumento de topillos en determinadas zonas de la provincia, pero la decisión de autorizar quemas controladas de rastrojos en cunetas, caminos y reservorios se tomó «demasiado tarde» porque el nivel de humedad ya era muy elevado para que las malas hierbas ardieran, no impidiendo así que la población siguiera en aumento.

Añadió que la situación «se le ha ido de las manos a la Junta» y que ahora no le queda más remedio que tomar medidas que ponen en peligro la fauna silvestre e incluso, añadió, la imagen de la provincia lo que puede repercutir en otras actividades del medio rural como el turismo.

El responsable provincial de Asaja, se mostró más confiado en que la climatología continúe como hasta ahora, con abundantes lluvias y humedad, para que se controle de forma natural la población de roedores y no se repita la plaga que asoló la provincia en 2007.

 

150.000 kilos de rodenticidas

También muy crítico con la decisión de autorizar veneno contra los topillos se mostró el secretario provincial de Coag, Pablo García. Apuntó que son 150.000 kilos de rodenticidas los que ha adquirido la Junta y denunció que la medida de quemar cunetas forma parte de una estrategia para preparar las mimas para uso de veneno.

Además, criticó que los rodenticidas se repartan mezclados con trigo porque el cereal es utilizado como alimento por otros animales de la fauna silvestre que también morirían y apostó por el uso de pastillas que sólo comen los roedores.

 

La única opción

Por su lado, el secretario provincial de UPA, Domiciano Pastor, el menos crítico, manifestó su apoyo al uso de veneno porque es la única opción que queda, aunque reprochó a la Junta no haber sido más ágil y haber permitido las quemas con anterioridad.

Agregó que ante el uso de rodenticidas o crear un problema de salud como ocurrió con la plaga de 2007 apuesta por la utilización del veneno. No obstante, se mostró expectante sobre los resultados que podrá tener esta medida y alertó sobre las posibles consecuencias de una explosión de la población de topillos una vez finalizado el invierno.

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