Asturias descarta declarar al lobo especie cinegética y León cazará tres en el Parque

El Principado asegura que su objetivo es alcanzar unos «daños mínimos» que permitan «la supervivencia de la especie y la continuidad de la ganadería»

05.12.2013 | 05:20

En primer término, el ganadero Benedicto Rojo y los codirectores del parque nacional Rodrigo Suárez y Agustín Santori conversan en Potes.

En primer término, el ganadero Benedicto Rojo y los codirectores del parque nacional Rodrigo Suárez y Agustín Santori conversan en Potes. Ramón Díaz

Cangas de Onís, Ramón DÍAZ La disparidad de criterios en torno al lobo en el parque nacional de los Picos de Europa se hace cada día más evidente. Cada comunidad autónoma parece ir por libre: mientras que el Gobierno del Principado descarta la declaración del lobo como especie cinegética, el Ejecutivo de Castilla y León acaba de aprobar tres cacerías de lobo dentro del espacio protegido. En Cantabria, por su lado, el lobo también es especie cinegética, pero esta temporada no se han organizado cacerías dentro del espacio protegido. No obstante, los cazadores, pagando una tasa, tienen la posibilidad de abatir un ejemplar de lobo, «si se pone a tiro», en cada batida de ciervo y jabalí; también en el entorno del parque. Pese a las diferencias en la gestión del lobo en las tres comunidades de los Picos, las autoridades niegan que se apliquen criterios diferentes. «El criterio es único: compatibilizar la conservación del lobo con la ganadería», señaló el consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Ángel Arranz. Estas palabras fueron respaldadas por la directora de Recursos Naturales del Principado, Fina Álvarez, y por la consejera de Ganadería de Cantabria, Blanca Martínez.

El lobo preocupa a las autoridades. En la reunión del patronato del parque celebrada el martes en Potes (Cantabria), Fina Álvarez hacía una llamada a la «conciliación» para superar los «intereses contrapuestos» existentes en el espacio protegido.

Las autoridades asturianas confían en una pronta resolución del recurso ecologista a la sentencia que avaló los controles del lobo en el parque. Y están convencidas de que el fallo, como ya ocurrió en primera instancia, será favorable y avalará la legalidad de los controles. El problema es que hasta que no se resuelva el caso los controles de lobos seguirán suspendidos, como ocurre desde que el 2 de octubre de 2012 el parque nacional resolvió suspenderlos, tras no haber contestado en tiempo y forma un recurso ecologista. Los jueces ratificaron posteriormente aquella suspensión.

La suspensión cautelar de los controles del lobo no afectan a las cacerías que convoca la Junta de Castilla y León. Ángel Arranz confirmó que se cazarán en los próximos meses tres ejemplares de lobo en el municipio de Posada de Valdeón, dentro del parque nacional. El Ejecutivo de Castilla y León estima que en la zona de Valdeón hay en la actualidad 26 lobos.

Sobre porqué se cazan lobos en León y no en Asturias Arranz subrayó que el parque nacional «no es suprarregional», por lo que cada comunidad tiene su propia legislación. Pero «no es que se apliquen criterios distintos», dijo el consejero, sino que existen «realidades diferentes que hay que aceptar». En su opinión, el «criterio» de las tres regiones del parque es el mismo: «compatibilizar la conservación del lobo con la ganadería» y eliminar las «tensiones innecesarias».

Fina Álvarez fue tajante: el lobo no será declarado especie cinegética en Asturias, en contra de lo que defiende el PP. No se hará porque «esa no es la solución», expresó. A su juicio hay «otra fórmulas más adecuadas»; en especial, «los controles poblacionales», que persiguen alcanzar un equilibrio: «la supervivencia del lobo» y la continuidad de «la ganadería con manejo tradicional». Ese objetivo se logrará cuando se alcancen unos «daños mínimos» y «tolerables», dijo. A la pregunta de quién o cómo se establecerán esos «daños mínimos», Álvarez respondió que nadie los va «a medir o a pesar», y que todo se basa «en los estudios científicos» que se realizan en el parque.

La directora general subrayó que es necesario tener en cuenta el «aspecto cultural» que rodea al conflicto del lobo en el oriente de Asturias. «Mientras que en el Occidente siempre se ha convivido con el lobo, en el Oriente la especie no estuvo presente durante un tiempo y ahora está colonizando territorio hacia el Norte», indicó. «Por eso los vecinos no están tan acostumbrados a la presencia del lobo y la coexistencia es más difícil», añadió. Álvarez negó que la política del Principado tenga como principal guía las protestas ganaderas. «Nuestras actuaciones se basan en los censos y en los comportamientos de las manadas de lobos existentes. Esa es la base, aunque luego haya otras capas superpuestas. Pero siempre actuamos buscando la coexistencia del lobo con la ganadería», indicó.

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