En este sentido, Miguel Blanco, de Coag, mostró su preocupación por la “enorme e insoportable” presión que, según sus palabras, están ejerciendo grupos y empresas para que el lobo sea declarado especie protegida al norte del Duero. “Reciben ayudas gracias al cuento del lobo y están muy interesados en convencernos del turismo del lobo, pero la verdad es que en la Sierra de la Culebra cada vez quedan menos habitantes, menos actividad y menos agricultura”, aseguró Miguel Blanco.
“No hablamos de que desaparezca el lobo pero sí de la necesidad de compatibilizarse con la actividad ganadera y que haya un equilibrio justo”, incidieron desde la Alianza por la Unidad del Campo, asegurando además que les llamó la atención que el presidente de la Diputación, Fernando Martínez-Maíllo, “se lance en Fitur sin haber consultado en su provincia con el sector agrario”.
De esta forma, consideran que se tendría que haber tenido en cuenta la opinión de los agricultores y ganaderos, y sostienen que la declaración del lobo como especie protegida al norte del Duero sería el final para la ganadería de la provincia. “Nos ha parecido muy cutre la presentación con la voz de ‘que viene el lobo, que viene el lobo’, porque para nosotros el lobo viene en forma de pérdidas”, añadió el secretario provincial de UPA, Aurelio González, quien calificó de cutre que “se falte el respeto a un sector como el nuestro”.