Los vecinos del pueblo cudillerense piden medidas para evitar pérdidas en sus rebaños tras la muerte de dos ovejas
10.10.2013 | 09:39
Oviñana (Cudillero), A. SERRANO La presencia del lobo empieza a ser normal en la franja costera del Occidente. A Valdés se suma ahora Cudillero, donde se atribuye a esta especie la muerte de dos ovejas. Víctor Suárez, presidente de la asociación de vecinos «San Roque» de Oviñana, es el afectado. Un vecino alertó del suceso el pasado lunes al ver dos reses en apuros. El ataque se produjo de madrugada y un veterinario ha certificado, al menos verbalmente, que el ataque fue cometido por el lobo.
En Oviñana nunca vieron lobos. Víctor Suárez recurre al testimonio de su madre, de 84 años, para aclarar este hecho. «Es una especie de nuestras leyendas, pero nada más», dice. Parece que las cosas han cambiado. En Valdés y en Salas son continuas las quejas de los ganaderos y propietarios de pequeños rebaños por las acciones del lobo. Ahora, se suma Cudillero.
En Oviñana tienen una teoría propia sobre la «bajada», literal, de esta animal de las zonas de montaña a la primera línea de costa. «Si no hay ganado arriba, y cada vez hay menos, bajan a comer aquí», explica Víctor Suárez. Él ha perdido dos ovejas de las cinco que pastaban el pasado lunes en un prado situado a 700 metros en línea recta del Cabo Vidío. Otras dos quedaron malheridas y ahora afrontan un proceso de recuperación a base de antibióticos y curas dirigidas por un veterinario.
No es el primer ataque que se atribuye al lobo en la costa de Cudillero. Hace unos meses, un ganadero de Albuerne (pueblo cercano a Oviñana) denunció la muerte de nueve cabras; en San Cosme de Cudillero «incluso han visto al animal» y en Oviñana «dejó rastro» el pasado lunes, detalla Víctor Suárez. En este pueblo de 600 vecinos sólo hay una ganadería de importancia, con 154 reses. María del Mar González, su propietaria, asegura que ya empieza a sentir «miedo». «De momento no ha pasado nada, pero el animal está cerca y en caso de daños para nosotros sí supondría una pérdida económica importante», comenta. En el caso de Víctor Suárez, las ovejas son parte de una actividad secundaria para la familia.
La semana pasada ganaderos de las zonas de Asturias más afectadas por daños de lobo en sus cabañas se concentraron en la Junta General del Principado para reivindicar no indemnizaciones «sino medidas efectivas para paliar los daños del lobo en la cabaña ganadera», según explicó su portavoz, Marcelino Couz. Dentro del debate, también se han alzado las voces de grupos ecologistas que piden que la especie no se convierta en cinegética, tal y como plantean Foro Asturias y el Partido Popular. Esta posibilidad ha sido rechazada por el gobierno socialista con el apoyo de IU y UPyD.
El pasado fin de semana, los ganaderos volvieron a pedir más atención a este problema en Campo de Caso, donde se celebró una feria dedicada al ganado. El problema, señala Víctor Suárez, «parece que es de toda Asturias». De momento, el Principado no ha tocado el plan de gestión del lobo.