«La llegada de un nuevo oso sólo será buena si se hacen las cosas bien», explicó enigmática, aunque reconoció la importancia del turismo osero para la zona: «Si no hubiera esto aquí está claro que habría menos gente», dijo. Y añadió: «Proaza son los osos. Cuando se acaben los osos, ¿qué? Por eso creo que, si se hace bien, es una buena noticia». Al otro lado de la barra, intervino Felisa Fernández: «Es una buena noticia para el pueblo porque atrae a turistas, nos da publicidad y puede crear puestos de trabajo».
Susana Álvarez, la del estanco, fue mucho más explícita: «Los turistas vienen a Proaza básicamente a ver osos. Por eso estamos encantados de que tengamos aquí a una nueva osa». «Sendas hay por toda Asturias, los que vienen aquí vienen por los osos, y no se cansan de venir», añadió. Álvarez reconoció que entre algunos vecinos ya se había empezado a sopesar qué pasaría si el cercado se quedara sin ejemplares: «Nos temíamos lo peor», agrega.
Leopoldo Gómez y Juan Ignacio González coincidían más o menos en la misma opinión: «No creo que encuentre nadie en el pueblo que le diga que es una mala noticia la llegada de «Molinera», admitió González. «Te garantiza mantener el turismo», añadió Gómez. «Hay mucha gente en Asturias que ya conoce a «Paca» y a «Tola» y que seguían viniendo. Ahora ya tienen otro motivo más», señaló González. Proaza recibió con alegría la llegada de «Molinera». Ahora sólo les falta verla.