Para el diputado Juan Ramón Campo las reclamaciones del PSOE no son más que un «maquillaje» para tapar la «vergonzosa marginación» del sector
04.01.2014 | 13:56
EUROPA PRESS El diputado de Foro en la Junta General del Principado de Asturais (JGPA), Juan Ramón Campo, ha dicho este sábado que las reivindicaciones públicas del Gobierno del Principado, de signo socialista, sobre el reparto de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) no són más que «maquillaje» para tapar la «vergonzosa marginación» que padece la agroganadería asturiana por parte del gobierno de Mariano Rajoy, con el «consentimiento cómplice» del presidente del Principado, Javier Fernández.
Dos días después de que la consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez, ofreciese una rueda de prensa junto a sindicatos del sector para solicitar que entre los criterios de reparto figuren las singularidades del terreno y que se establezca la definición de agricultor activo, Campo ha lamentado que no se haya alcanzado ningún acuerdo de fondo con el resto de comunidades autónomas de la Cornisa Cantábrica, que padecen situaciones similares a la asturiana.
A través de una nota de prensa, Campo ha dicho que desde el primer momento de la negociación la consejera y todo su equipo aceptaron la propuesta del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.
«El único acuerdo satisfactorio es el que garantice a Asturias el fin de las discriminaciones con otras CC.AA. mediante unas percepciones de, al menos, 75 millones de euros en lugar de los 64 millones actuales», ha insistido Campo.
El diputado de Foro ha añadido que el Gobierno presidido por el socialista Javier Fernández reivindica ahora ayudas para zonas desfavorecidas «tras haber renunciado a que fuesen abonadas al 100 % con fondos europeos, y votando en la conferencia sectorial a favor de tener que cofinanciarlas con fondos autonómicos».
A su juicio, el Gobierno del Principado aparenta una «grave bipolaridad» reivindicando en Madrid para la agroganadería asturiana todo lo contrario de lo hace en Asturias, para «disimular el sucursalismo que practica la Consejería en su labor gestora».
