Pidieron a la consejera que se incremente el número de cánidos que permite abatir el Plan de Gestión y que complete el cupo fijado.
La plana mayor de la Consejería de Agroganadería y los representantes de la plataforma Asturias Ganadera mantuvieron ayer una reunión en Oviedo para abordar los aspectos que llevaron a este colectivo a movilizar el pasado 28 de noviembre a más de un millar de estos trabajadores del campo ante la sede de Presidencia del Principado para reclamar actuaciones firmes contra los daños del lobo y la proliferación del matorral. Estos dos fueron los dos principales temas que se abordaron ayer en Oviedo, aunque los representantes de Asturias Ganadera -entre los que había ganaderos de Cangas de Onís, Onís, Llanes, la zona del Sueve, Teverga o las cuencas- salieron del encuentro con una sensación amarga. Y es que según afirmaron tras la cita, desde la Consejería les dieron «buenas palabras pero ningún compromiso que vaya a cristalizar en los cambios profundos que pedimos».
El lobo y el nuevo Plan de Gestión sobre esta especie en la región ocupó buena parte de la reunión. Los ganaderos reclamaron que, ante el incremento de población que está experimentando el cánido en la región en los últimos años -expertos como Luis Llaneza afirman que es una especie que se está recuperando en Europa-, se «se amplíen las zonas libres de lobos a más partes de Asturias porque se ha expandido y hay lugares donde es incompatible con la ganadería». También pidieron que «se definan mejor las cargas» de población de este depredador que pueden soportar aquellos territorios en los que se divide la región.
Otra demanda que trasladaron ayer los representantes de Asturias Ganadera a la consejera María Jesús Álvarez y al grueso de sus directores generales es que «se amplíe el cupo» de cánidos que permite extraer el Plan del Lobo y que esta cifra se agote, algo que hasta la fecha no ha ocurrido. Y es que este año, según los ganaderos, se abatieron 40 de los 66 lobos que permite el plan, siendo ésta la cifra más alta de depredadores muertos en controles de población desde que existe esta hoja de ruta. En el Parque Nacional de los Picos de Europa las batidas siguen suspendidas de forma cautelar por decisión judicial.
Las quemas controladas también ocuparon buena parte del encuentro. Los ganaderos les trasladaron a los dirigentes regionales que éstas «no se están haciendo bien y no están funcionando». Los pastores se quejan de que, pese a que ya se han iniciado los cursillos de quemas controladas por parte de la Administración, sólo se les permite hacer estos fuegos cuando hay un guarda presente, algo que entienden que hace que la iniciativa deje de ser operativa al no haber suficientes de estos funcionarios.
De hecho los ganaderos aseguraron a la salida de la reunión que, según los datos de la Consejería, en 2013 las quemas controladas afectaron en la región a «algo más de 200 hectáreas cuando sólo en los Picos de Europa se necesita limpiar 1.200». Estos trabajadores del campo afirman que la cantidad de matorral existente en el monte favorece la propagación de los incendios forestales, algo que dicen no pasaría con los puertos limpios.
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