Los datos del Programa LIFE+Iberlince consultados por Europa Press apuntan que el caso sucedió el pasado sábado 22 de febrero en el valle del Corcomé, en el paraje conocido como ‘El Misto’, cuando un particular avisó de la presencia de un lince atrapado en un lazo; de inmediato se personaron en el lugar miembros del equipo LIFE, agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y agentes deMedio Ambiente.
El lince procedía de la zona de reintroducción de Guadalmellato. Se trata de una hembra preñada, de nombre ‘Gomera’, de cuatro años de edad y que porta un collar radio emisor. Tras anestesiarlo y comprobar que el animal no tenía lesiones, fue liberado ‘in situ’.
WWF condena estas prácticas «ilegales» contra una especie «única en el mundo» y remarca que desde 2002 los linces muertos por esta causa suponen un 14 por ciento, siendo 2012 el año más trágico, con seis ejemplares; recientemente se ha encontrado otro animal, éste fallecido por contusiones, en la provincia de Jaén.
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Sin embargo, para la asociación lo más grave, según ha expuesto en una nota, es que «se sospecha que hay muchos más casos, pero que no se llegan a descubrir». Por ello, es «clave» el trabajo del Seprona para descubrir a los furtivos y evitar que sigan actuando, así como la colaboración activa de la población local.
WWF SERÍA ACUSACIÓN PARTICULAR
El responsable del Proyecto LIFE+Iberlince por WWF, Ramón Pérez de Ayala, ha dicho que estas actitudes son «injustificables» y ha añadido que WWF se personará como acusación particular en las posibles diligencias que se abran en los tribunales.
«Es muy importante cortar estos problemas de raíz: como no hay vigilancia, se crean sumideros difíciles de controlar», subrayaba a Europa Press Pérez de Ayala, que ha explicado que la problemática se agrava en la temporada de cría, pues los cachorros «pueden estar desapareciendo sin que los controlemos por mucha vigilancia que haya en el proyecto LIFE».
Y es que, según WWF, siguen existiendo casos de furtivismo, aunque su importancia puede verse eclipsada por el «dramático» aumento de muertes por atropello –en 2014 ya han fallecido tres linces por esta causa, hallados en el pasado mes de enero en la N-420, en la zona de Azuel (Córdoba); en la línea ferroviaria Linares-Alcázar de San Juan, en pleno corazón de Guarrizas (Jaén), y en la carretera A-483, en el término municipal de Almonte (Huelva)–. No obstante, son «más difíciles de detectar porque requieren muchísimo trabajo».
Además, agrega Pérez de Ayala, el hecho es «preocupante» al reflejar una «inquietante» actitud de una parte de la población local. Ante ello, la solución es extremar el control, «para que la gente sea consciente de que al mínimo descuido se les va a pillar».
