La Alianza, «muy preocupada» por la «presión» que ejercen sobre los ganaderos «algunas empresas y grupos que viven del cuento» del cánido salvaje
28.01.2014 | 00:40
I. GÓMEZ
El decidido apoyo del presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, al grupo de empresas que se proponen convertir el lobo en seña de identidad de la provincia ha provocado un indisimulado malestar en las organizaciones agrarias UPA y Coag que ayer denunciaron la «preocupante presión que se está ejerciendo sobre los ganaderos».
El responsable de Coag, Miguel Blanco, fue más allá al situar en el punto de mira a «algunos grupos y algunos empresarios» (llegó a citar expresamente a Lobo Marley) «que viven del cuento del lobo, reciben ayudas públicas gracias al cuento del lobo y piden que también sea especie protegida en la zona norte de Zamora».
Blanco puso en cuestión la «enorme y fabulosa mentira de que el lobo vaya a salvar el turismo provincial, cuando todos sabemos que la Sierra de la Culebra, donde existe la mayor densidad de lobos de Europa, hay cada vez menos actividad económica y menos agricultura». El responsable de Coag precisó que «no hablamos de que desaparezca el lobo, sino de compatibilizar la especie con la actividad ganadera; tiene que haber un equilibrio justo».
Pero si algo ha sentado especialmente mal en el sector agrario ha sido el posicionamiento del presidente de la Diputación, quien en Fitur dio su respaldo al proyecto Interior Legendario, que en septiembre organizará el festival mundial del lobo en Villardeciervos. «Se ha tirado a la piscina sin haber consultado con los ganaderos, que son los primeros interesados. Es muy cutre y una falta de respecto mezclar nuestra imagen con ese cutrerío de presentación al grito «¡que viene el lobo!»; ¿para quién viene el lobo?, para ese ganadero de Villaescusa al que mató más de ochenta ovejas. Así viene el lobo para nosotros» denunció un Miguel Blanco más que molesto con la «utilización» de quienes «pretenden, con la promoción del lobo, que se declare especie protegida en el norte del Duero. Eso sería la perdición para la ganadería extensiva y las razas autóctonas en general».
El secretario provincial de UPA, Aurelio González, abundó en las críticas con datos. «Estamos viviendo una situación insoportable, con 58 ataques al sur del Duero en lo que va de año y 95 al norte del Duero». El sindicalista reiteró que es la Junta «la que debe controlar la especie y hacerse cargo de los daños y no racanear con los pagos a los ganaderos». Y sobre el festival del lobo, González advirtió que «a lo mejor se encuentran con un rechazo frontal».