Tres cabras murieron cerca en una incursión de semanas pasadas.
Un ataque cometido por uno o por varios lobos, cuestión que hace dudar al dueño de la finca por la voracidad observada, mató el domingo por la noche una novilla de 17 meses en un finca de Vián (A Pastoriza). El terreno está próximo a una carretera que sale de las proximidades de la iglesia parroquial de A Rigueira y acaba en esa parroquia y pertenece a la explotación O Canteiro de Vián S.C.
El responsable de la ganadería, Luis González, no tenía ayer duda del origen de la muerte del animal, y más tras haber escuchado el comentario de los técnicos de la Xunta que se desplazaron al lugar. La novilla, cuyo peso rondaba los 200 kilos, estaba en la finca con otras tres, que, sin embargo, lograron evitar el ataque desplazándose hacia uno de los rincones de la parcela, donde se encuentra el bebedero.
Sin embargo, no se trata de un caso aislado en esta explotación, cuyo número total de cabezas, entre reses adultas y terneras, anda ahora por las 40 reses. Hace un mes, otra ternera apareció con diversas heridas, como explicó ayer el propietario, que calculó en unos 1.200 euros el valor del animal muerto. Por otro lado, no solo sufrió estos dos ataques, con el resultado de un animal muerto y de otro herido, sino que un ganadero vecino ya lo alertó de lo que podría ocurrir, pues se sospecha que por esa zona del municipio se mueven últimamente algunos lobos.
Así, en una finca próxima a esa murieron tres cabras hace varias semanas: el ataque redujo a la mitad un rebaño formado por cinco hembras y un macho y destinado a consumo propio de la familia propietaria.
Mastines nerviosos
Además, algún ganadero de esa zona del municipio asegura que sus perros mastines ladran con fuerza con frecuencia, lo que interpreta como señal de alarma por la presencia del lobo. Parece, según los comentarios recogidos, que esa presencia es más frecuente ahora que hace algunos años.