La loba, de un año de edad, encontrada muerta en Holanda en julio de 2013.
Un estudio recientemente publicado en la revista Lutra aporta un poco de luz sobre la aparición de una loba hallada muerta en Holanda, el primer ejemplar en 150 años con unas conclusiones tétricas.
Los análisis macroscópicos y bioquímicos de la loba hallada muerta en Luttelgeest el pasado 4 de julio confirman que era un ejemplar de aproximadamente un año de edad y origen este-europea. Los restos de bala encontrados en el flanco y el pecho del ejemplar y la diferencia temporal entre el post mortem y el rigor mortis señalan que el ejemplar había ya sido tiroteado previamente a su llegada a los Paises Bajos. El cuerpo, relativamente fresco señala que no pudo haber sido transportado desde una distancia superior a dos días de trayecto. El análisis del contenido estomacal señala que el animal se había alimentado de un castor cuyos haplotipos e isótopos coinciden con los de la población de los Cárpatos o de las montañas del Eifel. Las introduciones ilegales de fauna salvaje parecen ser bastante comunes en Holanda. Detallados análisis morfológicos, moleculares e isotópicos ayudaron a demostrar una dispersión artificial del cadaver y no natural de la loba.
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