Con rechazo absoluto. Así han recibido tanto ganaderos como ecologistas la noticia del acuerdo logrado el martes en Santander por la consejera de Agroganadería para «retomar el marcaje» con GPS de al menos dos de los lobos que se encuentran en la vertiente asturiana del Parque Nacional de los Picos de Europa. Y es que, por diferentes motivos, pero estos dos colectivos piensan lo mismo respecto a esta medida: que en la situación actual no es el momento para aplicarla, pese a que María Jesús Álvarez considera que es una iniciativa que «permite un mejor conocimiento de la especie, un mejor manejo de lo que tiene que ser su adecuada situación y su adecuado control».
Para los ganaderos, según indica el regidor de Pastos de la Montaña de Covadonga, José Antonio García Álvarez, «cuando la situación esté estabilizada no nos parece mal que se marque lobos pero no actualmente que estamos con ataques constantes. Lo que hay que hacer ahora es reducir su población» para que disminuyan los daños, por lo que «el GPS no es una solución». García Álvarez, quien ayer mismo mantuvo una nueva reunión con el director del Parque Nacional, Rodrigo Suárez Robledano, en la que «no se llegó a ningún acuerdo» ni en la cuestión del lobo ni en las superficies a desbrozar -el Parque prevé actuar en 130 hectáreas mientras que los ganaderos reclaman que se limpien 1.300-, asegura que tras los últimos acontecimientos (el repunte de los ataques del lobo desde hace dos semanas y ser ignorados por Javier Fernández el domingo en Covadonga) «hay mucha desilusión» en el sector ganaderos de Picos. «Estamos peor que hace un mes y que cuando empezamos las movilizaciones», el pasado junio. Los ganaderos prevén mantener una nueva reunión la próxima semana con la consejera.
Tampoco ven favorable la iniciativa del Principado desde el sector ecologista. Laura López Varona, la secretaria de la Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente (ULEX), representante de los colectivos ecologistas en el Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa, considera que «mientras se hagan controles de población (del lobo) el proyecto corre el riesgo de irse al traste». López Varona señala que, aunque están a favor de este tipo de iniciativas, en la situación actual no es el momento de hacerlas ya que el cánido es una especie cinegética en Castilla y León y en Cantabria, que también forman parte del parque.
«No es seguro que lo del GPS vaya a servir para algo. Además, hasta ahora la experiencia es que sólo han servido para saber dónde están los lobos y organizar batidas», afirma la secretaria de ULEX, quien recuerda que tanto en agosto de 2012 como en enero de 2013 se abatieron a dos lobos en Cabrales y Valdeón que llevaban este tipo de marcadores y que eran objeto de estudio. Desde ULEX se ha pedido una copia de la resolución «que permite la captura en vivo» de los lobos para colocarles los dispositivos «porque la ley dice que esto es un último recurso y pensamos que se puede hacer un seguimiento tradicional de la población». Además se critica el gasto de decenas de miles de euros de dinero público que se va a destinar a esta iniciativa.
VÍDEO
Una vaca junto a los restos de dos de las ovejas que fallecieron en el ataque del lobo a un rebaño de Onís el pasado domingo.