Hay relevo para el Gamonéu del Puerto

TERRY BASTERRA

Han contactado con el Consistorio para que les ayude en los trámites administrativos y formar parte del Consejo Regulador Tres vecinos de Onís esperan poder incorporarse a la actividad a corto y medio plazo

El Gamonéu del Puerto es un queso que se puede considerar casi en peligro de extinción ya que apenas son cuatro los elaboradores de esta variedad que están inscritos en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Y es que producir este alimento no es nada sencillo. Además de poseer los conocimientos técnicos suficientes para poder ser capaz de hacer este queso es preciso tener los animales necesarios para obtener la leche y disponer de mayo a octubre de una cabaña en alguna de las majadas de Onís o Cangas de Onís donde elaborar el manjar antes de llevarlo a madurar en cuevas.

Pese a todas estas dificultades parece que el Gamonéu del Puerto podría tener el relevo generacional asegurado. Y es que en el concejo de Onís existen tres personas que quieren pasar a formar parte de este grupo reducido de productores que elaboran este queso tan peculiar. Se trata de Pelayo Alonso, Alberto Asprón y Rubén Rodríguez García. Estos tres vecinos ya se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Onís para solicitar su ayuda en esta iniciativa. El alcalde, José Manuel Abeledo, se muestra dispuesto a ofrecer toda la colaboración del Consistorio que encabeza para facilitarles los trámites normativos y administrativos de manera que puedan producir Gamonéu del Puerto de manera reglada y bajo los parámetros que marca el Consejo Regulador de la Denominación de Origen.

Tampoco se descarta que en alguno de los casos sea preciso colaborar en la búsqueda o rehabilitación de alguna cabaña antigua que pueda ser utilizada para la producción de este queso, así como en la implantación de un sistema de agua corriente en la quesería. Estos tres elaboradores se quieren implantar en la majada de Soñín y en la de Vega del Fresno, justo en el límite con el Parque Nacional de los Picos de Europa. Para Abeledo es «una gran noticia que tres personas jóvenes quieran hacer Gamonéu del Puerto».

Pero a estos elaboradores lo de hacer queso no es algo que les haya surgido así como así. Provienen de familia de queseros y, quien más quien menos, ha elaborado este alimento en los últimos años aunque no de forma reglada al carecer de los medios necesarios para acogerse a la normativa que marca el Consejo Regulador. «En mi familia siempre se hizo este queso. A los 17 años empecé a trabajar de palista y me dediqué a otras cosas», recuerda Pelayo Alonso, quien explica que con la crisis económica y tras no encontrar empleo en otros sectores decidió volver al campo ya que en su familia seguían disponiendo de ganado.

«El año pasado ya empecé a hacer algo de queso. A la gente le gustó. Me decían que lo hago bueno», cuenta entre risas este elaborador, quien afirma que «con la crisis vi que la salida que tenía era el queso». Alonso ya tiene comprada una cabaña en Soñín y su idea es habilitarla como quesería. Aunque asegura que necesita ayuda «con todo el tema del papeleo para poder hacerlo de manera reglada». Por este motivo pide la ayuda del Ayuntamiento de Onís y de la Consejería de Agroganadería. «Así podré hacer más queso y acudir a certámenes y concursos», asegura este pastor natural de la localidad de Gamonéu.

También de familia le viene la tradición quesera a Alberto Asprón. Su hermano es Cándido Asprón, uno de los cuatro elaboradores de Gamonéu del Puerto inscritos en el Consejo Regulador. «Hacer queso es lo que vimos en casa. Nuestro padre tenía fama de hacerlo muy bueno. Yo estuve 20 años de pastor pero lo dejé en 2006 porque la vida en el puerto era difícil y teníamos que subir todo acuestas. Pero el año pasado con la crisis decidí volver», explica.

«Pocas cabañas»

Alberto Asprón indica que uno de los problemas con los que se ha encontrado es que «hay pocas cabañas en el puerto y no están habilitadas para hacer queso. Deben estar en condiciones, tener agua corriente, etc..», considera este elaborador que desea poder producir su queso «de forma regulada para tener un registro sanitario». Asprón afirma que al Gamonéu del Puerto «le faltó poco para desaparecer, pero ahora es un queso que tiene salida». Algo muy importante para que pastores como él decidan volver al puerto y mantener vivo un producto que aprendieron a elaborarlo de sus padres.

El tercer vecino de Onís que aspira a ser quesero de Gamonéu del Puerto es Rubén Rodríguez García. Este joven de Bobia de Arriba construyó el pasado año una cabaña en la Vega de Fresno y «mi intención es hacer una quesería como la que hay en Belbín». Rodríguez viene de familia de ganaderos y él quiere continuar esta tradición compatibilizándola con la producción de queso.

Por su parte en Cangas de Onís, según explica el alcalde, José Manuel González, ningún vecino ha trasladado a este ayuntamiento su voluntad de hacer Gamonéu del Puerto. El regidor indica que en la majada de Fana la cabaña existente, que además es privada, está ocupada, mientras que en la majada de Humartini existen dos de titularidad municipal, una de las cuales permanece sin ocupar. El alcalde ve con buenos ojos que esta cabaña se pueda utilizar, aunque afirma que, en caso de que les llegue alguna solicitud en ese sentido antes de tomar cualquier decisión «se consultará al Consejo Regulador».

Fuente noticia: http://m.elcomercio.es