José Antonio García, regidor de pastos de la montaña de Covadonga, durante su intervención ayer en Oviedo.
Los ganaderos denuncian que el plan de gestión de la especie lleva doce años sin revisarse y que se ha quitado a los pastores la gestión del monte.
Los ganaderos extensivos de Asturias consideran que existe un culpable claro de la situación actual que atraviesa este sector tradicional, y no es otro que la Administración. Para los pastores «la gran expansión del lobo» en los últimos años en la región «está propiciada por el serio déficit en la gestión de las administraciones competentes que llevan más de 12 años sin revisar a fondo el Plan de Gestión del Lobo». Así lo aseguraron ayer en Oviedo los convocantes de la manifestación que tendrá lugar el próximo 28 de noviembre a las 11.45 horas ante la sede la Junta General, y a la que los ganaderos acudirán acompañados por sus animales.
Xuan Antonio Valladares, presidente de la Plataforma por la Ganadería Extensiva de Asturias y uno de los doce colectivos impulsores de la manifestación, aseguró ayer que «la situación de la ganadería tradicional en Asturias es insostenible» desde que las administraciones les han ido quitando la gestión tradicional del monte para centralizarla. Para Valladares los dos principales problemas actuales para este sector -el lobo y el incremento del matorral en los pastos- son consecuencia de esta situación. De hecho los pastores consideran que la proliferación de espacios protegidos gestionados por las administraciones, en lugar de por los propios ganaderos, así como los planes de gestión existentes, impiden la actuación contra la presencia excesiva de este depredador o contra el aumento del matorral.
Para el ganadero de Teverga Anselmo García los espacios protegidos «para fomentar el turismo» son dignos de protección precisamente porque han sido conservados durante años por los ganaderos tradicionales, a quien ahora se le impide gestionar el monte. Por todo ello las asociaciones convocantes consideran imprescindible «la adopción de medidas inmediatas encaminadas a restablecer el equilibrio en los puertos garantizando una mejora sustancial de los pastos y controlando al lobo de manera que se asegure la viabilidad de la ganadería tradicional».
