Medio Ambiente sostiene que no tiene constancia alguna de que en una montería legal se abatieran ejemplares de este cánido.
La asociación Lobo Marley ha entregado al fiscal delegado de Medio Ambiente en Ávila, datos sobre la ilegalidad de una cacería que tuvo lugar en el mes de diciembre de 2011 en una finca abulense. En esa fecha, se establecieron 60 puestos de caza con el pretexto de abatir ungulados y jabalí, pero, señala en su denuncia, «no hubo reparo en disparar a aquello que se cruzara ante la mira de la escopeta». Entre otros animales, enfatiza la asociación, los monteros abatieron ejemplares de lobo ibérico, especie protegida al Sur del Duero.
A este respecto, desde la Delegación Territorial de la Junta en Ávila, a tarvés de cuyo servicio de Medio ambiente se dio autorización a la montería, se ha insistido en que no existe constancia alguna de que en el transcurso de la cacería se abatieran lobos. La Junta es la que da la autorización administrativa y lo comunica tanto al Seprona como a los agentes forestales, y son estos dos cuerpos los encargados de velar por el cumplimiento de las condiciones del permiso de cacería. Además, el organizador está obligado a comunicar a la guardería las piezas abatidas y el número de las mismas, así como denunciar cualquier irregularidad que se produzca.
En una nota hecha pública, Lobo Marley muestra su esperanza de que se abran diligencias y se investigue la actuación tanto de los responsables de la organización de la cacería como de los participantes, y afirma que tiene conocimiento de que incluso existen fotografías de los lobos abatidos con los participantes en la cacería.
Asimismo, y en relación a estos hechos, Lobo Marley tiene conocimiento de que se ha abierto una investigación interna en el Servicio territorial de Medio Ambiente de Ávila y quiere averiguar, con esta denuncia, en qué punto se encuentra este expediente administrativo.