La difícil adaptación a Asturias del bisonte

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Tres de los ejemplares soltados en Villayón mueren despeñados, débiles por la disminución de los nutrientes de su alimento natural por culpa de las lluvias

Villayón, A. M. SERRANO
Los bisontes tratan de adaptarse a Asturias con problemas. El Principado fue el lugar elegido en junio de 2012 pasar soltar a 16 animales procedentes de Holanda y Bélgica dentro de un proyecto europeo para recuperar esta especie. Los bisontes han tenido más problemas para sobrevivir en la braña del Zapurrel, de la montaña de Villayón, que en Siero. En Villayón han muerto tres ejemplares. Fernando Morán, que dirige el proyecto en Asturias, cree que el origen de las muertes es el temporal de lluvias.
En la cuenca naviega se optó por una adaptación llamada «hard release». Los animales se encuentran en un lugar cercado y están sometidos a vigilancia continua, pero sin ayuda ni intervención humana. Los seis bisontes del Zapurrel se aclimataron a una zona de 26 hectáreas de las 131 a su disposición. La zona pasó «de ser un matorral impenetrable a una pradera», explica Morán. Se alimentaban bien y su estado físico y salud «fueron perfectos en los primeros meses de adaptación». Pero en enero llegaron los problemas. La intensidad de la lluvias y un invierno más duro de lo esperado hizo que «las plantas lavadas y en estado vegetativo (alimento el bisonte) perdieran sus nutrientes», detalla Morán. Este experto cree que las condiciones meteorológicas y la fuerte ladera del Zapurrel están detrás de la muerte de los tres ejemplares. En todos los casos, fallecieron despeñados por estar débiles tras no poder alimentarse.
Para atajar este problema, y desde marzo, hay cambios en el proyecto de introducción del animal en Villayón. Ahora los bisontes están más controlados, «tienen comida de apoyo, desparasitación, minerales y más seguridad». Según Morán, los bisontes no han respondido todavía al aporte de comida y al control alimentario.
En Siero, el proyecto responde mejor. Los cuatro bisontes se encuentran en una zona llana de pasto y tienen cuidadores. Sólo se produjo una baja por un traumatismo el pasado febrero. Los bisontes de Holanda y Bélgica están demostrando una capacidad de adaptación menor que los traídos de Polonia a San Cebrián de Mudá (Palencia).

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