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La gestión de la Junta y la caza ponen en riesgo al oso pardo

Los grupos ecologistas denuncian los intereses de la junta de castilla y león.

Nuevas infraestructuras, como carreteras o el proyecto de la estación de esquí, son uno de los factores que ponen en peligro la vida de los osos en la región.

El oso pardo se encuentra en peligro de extinción y la gestión de su protección es distinta a lo largo de la Cordillera Cantábrica, donde se encuentra. En esta cadena montañosa se establecen dos subpoblaciones oseras: la zona occidental, en Asturias y en las provincias de Lugo y León; y la zona oriental, en Palencia, una parte de León y Cantabria. En la zona oriental de esta cordillera, donde la Junta de Castilla y León es responsable de la conservación del oso pardo, apenas se ha incrementado la población de esta especie en diez ejemplares en los últimos años, mientras que las crías de oso pardo nacidas en estos años superan los 65 oseznos.

Mala gestión

La “nefasta gestión”, la presunta caza furtiva en zonas de protección, la permisividad cinegética de la Junta de Castilla y León y la pérdida de hábitat son, según denuncian Ecologistas en Acción de Palencia, las principales causas de la no proliferación del oso pardo. “Dentro del Parque Natural de la Montaña Palentina sí se puede cazar, pero el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de este espacio declara una serie de zonas consideradas como reservas. Fue precisamente en una de ellas donde un cazador disparó en octubre del año pasado a un oso durante una cacería de jabalí”, señala a DIAGONAL Alberto Fuentes, de Ecologistas en Acción de Palencia.

La versión oficial es que el animal no murió, ya que el cuerpo del oso pardo no ha aparecido. Además, “según se recoge en las diligencias de investigación, todo indica que el cazador que efectuó el disparo estaba dentro de la Zona de Reserva”, señala Fuentes. Ecologistas de Palencia está personada como acusación particular por el disparo a ese oso pardo, y en la actualidad “sigue abierto el proceso judicial contra el cazador que disparó al oso en el transcurso de la cacería. Se dictó un auto por el que se declaraba el sobreseimiento provisional, y Ecologistas de Palencia lo ha recurrido y ha conseguido que se estime parcialmente el recurso por parte de la Audiencia Provincial”, señalan.

“La Junta prima la especulación urbanística a la conservación de los osos en Castilla y León”Las organizaciones ambientales de Castilla y León denuncian que los intereses cinegéticos y económicos se imponen sobre la conservación y la protección de especies como el oso pardo.
Mientras, en la zona occidental de la Cordillera Cantábrica, donde Asturias es la Comunidad más representativa en cuanto a número de ejemplares (también una parte de León y Lugo), se ha avanzado en la protección del oso pardo, la población se ha triplicado y según los últimos censos, el oso pardo en el Principado podría superar los 180 ejemplares, según apuntan desde la Fundación del Oso Pardo. En Asturias se ha llevado a cabo una gestión donde han intervenido desde la Administración a la Univer­sidad y se ha contado con las organizaciones ecologistas.

Por el contrario, según explica Alberto Fuentes a este periódico, la Junta de Castilla y León no ha seguido esta práctica: “Esta expansión ha surtido un beneficioso efecto colateral, como es el refuerzo y expansión de la población del oso pardo en León. A esto hay que añadir la calidad del hábitat en Asturias, mejores refugios, mejor alimentación y más aceptación del mundo rural hacia la especie”.

Las organizaciones ambientales apuntan también que el Plan de Recuperación del Oso Pardo en Castilla y León, de 1990, tenía que haber sido revisado. El plan debía ser actualizado siguiendo directrices europeas y estatales en el año 2000. “Pero a fecha de hoy seguimos esperando, a pesar de que hay una resolución del Procu­rador del Común de Castilla y León de 20 de marzo de 2009 instando a la Junta de Castilla y León a agilizar la tramitación de la revisión de este plan”, señala Fuentes.

Plan de Recuperación

En cuanto a la distinta gestión en la conservación hecha en Asturias y en Castilla y León, Ecologistas señala también que desde 1990 se han destinado fondos europeos para la Comunidad de Castilla y León, ayuntamientos de esta Comunidad y otros organismos, por valor de más de doce millones de euros, y no se ha conseguido avanzar en la protección y el avance del oso pardo.

“Aunque el objetivo es conectar las dos poblaciones de osos pardos existentes en la Cordillera Cantá­brica, las subpoblaciones occidental y oriental, el afán por crear nuevas infraestructuras, carreteras y otras como el proyecto especulativo de la estación de esquí de San Glorio, afectan a la conservación del oso. Se sigue primando el negocio a la conservación”, afirman.

Los osos pardos de Castilla y León

Los censos oficiales de la Junta revelan la mala gestión y la presunta caza furtiva en Castilla y León. Ecologistas en Acción de Palencia apunta que de los 90, existían en la subpoblación oriental de la Cordillera Cantábrica, entre 20 y 25 osos pardos, y, a día de hoy, son entre 30 y 35 los osos pardos que se cuentan en la zona, sólo 10 más a pesar del programa de protección de este animal. «Pero, si han nacido 65 osos pardos estos años, ¿dónde están los 50 restantes?», señalan desde la asociación.

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