Pese a que León es cuna de una de las razas más puras del mastín español, lo cierto es que su utilización como perro pastor no esta demasiado extendida. Son muchos los expertos conservacionistas que proponen recurrir a esta raza para prevenir los ataques de los lobos a las cabañas ganaderas y frenar la histórica conflictividad que supone la coexistencia de este animal con la actividad humana.
Un reciente ejemplo de los resultados de implantar la presencia del mastín para proteger al ganado de montaña se encuentra en los Alpes suizos, concretamente en una zona llamada el cantón de Friburgo. Gracias a la implantación de 15 ejemplares de estos perros se lograron disminuir a la mitad los ataques a su ganado ovino, pasado de 55 muertes en 2012 a 23 este durante el 2013. Para seguir mejorando estas cifras y mejorar la coexistencia con los carnívoros, el Consejo Federal suizo acordó incrementar la subvención de perros guardianes.
En Galicia
Un caso más cercano se encuentra en Galicia, en una explotación extensiva de vaca cachena en O Irixo, donde adoptaron una pareja de mastines para prevenir los ataques a sus reses, por iniciativa del grupo ecologista, y donde han comprobado que gracias a estos perros se han reducido a cero los ataques a su ganado.
Por su parte, la Fundación Oso Pardo publicó recientemente El Mastín. Aliado del ganadero. Un manual para la educación y cuidados, un libro que subraya que aunque los mastines no impiden completamente los ataques, su sola presencia puede evitar que un lobo o un perro asilvestrado ataque a un rebaño y hacer que las consecuencias sean mucho menores. Según cifran, las explotaciones que introdujeron uno o más mastines, pasaron de perder una media de 23 cabezas de ganado al año a tan solo 7.
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