La Fundación Oso Pardo también detecta una tendencia positiva en los casos de furtivismo en León. Prueba de ello es que en este último año, los técnicos y vigilantes de la fundación no han localizado ningún lazo ilegal en la provincia, un dato que no les llevará a bajar la guardia ya que «este descenso no significa que hayan desaparecido los lazos del monte». Desde 1993, la FOP ha retirado 405 lazos, y denunciado a 117 furtivos, trece de ellos por colocar lazos ilegales. El último de ellos en el año 2009. El ejercicio más conflictivo fue 2005, con 17 furtivos, y, en el caso de la detección de lazos, el récord se remonta a 1995 con 71 dispositivos retirados.
Dirigidos a cazar jabalíes, corzos o ciervos, la fundación señala que los lazos «suelen ser colocados en pasos en el bosque utilizados por la fauna o en el entorno de praderas, de siega y diente, y en cultivos». Recuerda que su utilización está tipificada en el Código Penal, por lo que los furtivos se enfrentan a penas de cárcel de 14 a 24 meses o a multa en el caso de carecer de antecedentes penales. A esto se suma la inhabilitación para cazar durante un periodo de entre 2 y 4 años.
En estas labores las patrullas de la FOP cuentan con la cooperación de los agentes del Seprona, un aspecto «clave» para combatir con más éxito el furtivismo.
En la comunidad, la fundación cuenta con dos técnicos, dos vigilantes en la subpoblación occidental y el corredor interpoblacional, que se coordinan con los asturianos, y uno en la subpoblación oriental, que trabaja también con los vigilantes de Cantabria.