Los lobos se van hacia el sur en Valladolid y provocan 14 ataques este año

La Junta está elaborando actualmente un censo y algunos naturalistas alertan de un descenso del 30% de lobos en la provincia

 

El aullido del lobo, el que cautivó al famoso naturalista y divulgador ambientalista Félix Rodríguez de la Fuente, trae de cabeza a un puñado de propietarios de explotaciones ganaderas de la provincia de Valladolid. Especialmente en la zona norte, en la comarca terracampina donde se asienta Bolaños de Campos, población que alberga una explotación que ha sufrido seis ataques y la pérdida de un buen número de cabezas de ovino en tan solo un año y medio. La dentellada del lobo ha hecho aquí de las suyas. Y no una vez, ni dos. Seis. La última, hace diez días.

A los más mayores del pueblo les cuesta contabilizar más de dos ataques de lobo de cuarenta años para acá. Y, sin embargo, ahora son seguidos. ¿Son lobos o perros salvajes? En la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León confirman la presencia del lobo en esta comarca. No hay de momento datos específicos, ni números que pongan cifra a la presencia de este cánido en Valladolid. La Junta se encuentra actualmente inmersa en la elaboración de un censo que actualice los datos del año 2002, cuando por estas tierras había unas doce manadas y cerca de un centenar de ejemplares.

A falta de datos, y con la cautela con la que los naturalistas quieren abordar siempre este tema para no facilitar la labor a los cazadores furtivos, algunas fuentes consultadas hablan de alrededor de cuatro camadas actualmente entre la zona de Montes Torozos y Tierra de Campos. Una de ellas, efectivamente, próxima a Bolaños y Aguilar de Campos, la que podría ser la causante de la muerte de decenas de ovejas en una única explotación.

Pero que nadie se alarme. Porque el lobo, especie protegida al sur del Duero y cinegética al norte, ha estado siempre presente en Valladolid. Su número incluso ha descendido. Hasta en un 30% aproximadamente en los últimos años, según los pocos datos que quiere aportar uno de los mayores expertos en este animal en Valladolid, Luis Mariano Barrientos. Cansado de que la imagen del lobo sea siempre la del malo que ataca, Barrientos prefiere ahora no hablar al respecto y se limita a recordar que no son más de 2.000 los ejemplares que se pueden contabilizar en todo el país. ¿Por qué este número de ataques? En el último año, y según datos facilitados por el servicio de Vida Silvestre de la Junta de Castilla y León, se han registrado 14 ataques ganaderos de lobo. Una cifra que, en cambio, es notablemente más baja, más de un 50% menos, que la registrada en el año anterior, cuando se contabilizaron 36 ataques.

Todos ellos, constatada la autoría del lobo, se han tramitado para poder abonar la consiguiente indemnización al propietario del rebaño afectado. Tanto los naturalistas como los expertos en este cánido coinciden en señalar la falta de carroñas y alimentos, así como la despoblación del medio rural, como las causas de que el lobo esté colonizando poco a poco zonas en las que tradicionalmente o no ha estado presente o no ha habido constancia de que haya atacado en busca de comida. El entendimiento entre la vida silvestre y la ganadería se antoja así tarea ardua pero necesaria para que el lobo pueda convivir con los ganaderos. En su coordinación trabaja el Grupo de Acción Local ADRI Valladolid Zona Norte, inmerso en el ‘Proyecto Wolf’ de cooperación transnacional y la participación de grupos locales de Castilla y León, Galicia y Asturias. Su objetivo, tal y como relata el presidente, José Andrés García Moro, no es otro que coordinar la actividad para alcanzar la anhelada coexistencia entre el hombre rural afectado por la presencia del cánido y el propio lobo. «Debemos buscar puntos de encuentro y realizar una gestión integral de la especie. Se deben responder las demandas del ganadero y de una sociedad que quiere conservar los animales, porque está claro que el lobo está bajando hacia el sur y se tiene que seguir alimentando en un momento en el que se han quitado las carroñas», destaca.

Para García Moro, el lobo debe seguir existiendo en densidad moderada para que exista la ganadería y esta a su vez debe poner las medidas necesarias para no sufrir más ataques. «El único que tiene que llegar a un entendimiento es el hombre, y en ello estamos con reuniones mantenidas con sindicatos agrarios, ganaderos afectados y naturalistas», concluye sobre el ‘Proyecto Wolf’ el presidente de ADRI.

Los lobos se van hacia el sur en Valladolid y provocan 14 ataques este año

Aurelio Serrano amontona las ovejas muertas en el ataque de los lobos en su corral de Bolaños de Campos en julio de 2012. / R. OTAZO