Picos de Europa, tierra de lobos.

El número de manadas en el Parque Nacional se ha duplicado y los daños al ganado han alcanzado cifras históricas
08.12.13 – 01:41 –

TERRY BASTERRA |
 
En el parque existen seis manadas de lobos, pero se desconoce el número de ejemplares
«No queremos comisiones, sino que se tomen decisiones», dicen los alcaldes

Si alguna persona pensaba que las movilizaciones llevadas a cabo por los ganaderos del entorno de los Picos de Europa durante los últimos meses contra los ataques del lobo a sus reses se debían a una pataleta, o que estas protestas no se sustentaban con datos reales, estaba equivocado. Al menos eso es lo que dice el informe sobre la situación del lobo en el Parque Nacional de los Picos de Europa. En ese documentos se indica bien a las claras que, por un lado, en los últimos años ha aumentando el número de manadas de este depredador asentadas dentro del espacio protegido y, por otro, que los daños también son mayores, si no tanto en número de cabezas afectadas, sí claramente en el de unidades ganaderas.

Según las cifras recogidas en el informe interno que se trató durante la sesión del Patronato del Parque Nacional celebrada el pasado martes, entre el 1 de enero de este 2013 y el pasado 17 de noviembre el lobo mató dentro de este espacio a 153 reses. 61 fueron ovinos, 27 caprinos, 2 equinos y 63 bovinos. Llama poderosamente la atención esta última cifra dado que en toda la tabla histórica que figura en este informe y que se remonta hasta 1986 nunca el lobo había matado tal cantidad de terneras. Esto hace que, aunque el 2013 no sea el año con más animales muertos por el lobo de los últimos tiempos, sí es el que registra, con 510,5, un mayor número de unidades de ganado menor muertas. Esto se debe a que el ganado mayor y el menor no está igual de considerado, ni tiene el mismo valor, por lo que se entiende una vaca equivale a 6,5 ovejas.

Estas 510,5 unidades de ganado menor fallecidas por la acción del lobo es la cifra más elevada de la década y tan sólo es superada en la serie histórica por los daños que causó el lobo en los Picos en los años 2003 y 2004.

Pero volviendo a la cifras generales de daños también es destacable que cerca del 60% de los animales a los que ha matado el lobo este año dentro del espacio protegido hayan sido en la vertiente asturiana del parque, algo que los alcaldes de los concejos de Amieva o Cangas de Onís consideran que está directamente relacionado con la gestión que se ha hecho desde el Principado de este depredador en el parque. También el hecho de que en Asturias no esté considerada especie cinegética, a diferencia de lo que sucede en Castilla y León o en Cantabria. Precisamente es en Cangas de Onís donde se han producido una mayor cantidad de daños a las terneras. De las 63 que ha matado el lobo 35 se encontraban en los terrenos que el municipio cangués aporta al espacio protegido, otras 15 en Onís, 7 en Amieva y 6 en Cabrales.

En el informe del Parque Nacional también hay un apartado que se refiere al número de manadas de lobos que habitan en los Picos de Europa, aunque en ningún lugar se indica qué número exacto o aproximado de cánidos puede haber en este paraje. En total son seis los grupos familiares confirmados por los técnicos del parque. Suponen el doble de los que había, según el documento, en 2006, mientras que en 1996 sólo había una manada confirmada en el espacio protegido. En el informe también se indica que ‘a priori’ en estas seis manadas existentes en la actualidad constituyen un grupo reproductor ya que se han grabado coros con aullidos en todas ellas que se atribuyen a nuevas crías. De hecho, en el conocido como grupo de la zona de Lagos de Covadonga se ha confirmado esta reproducción ya que se ha capturado un cachorro nacido este año al que se le ha colocado un dispositivo GPS con el que poder hacerle seguimiento con un satélite.

En cuanto a los controles en el interior del parque, este año no se han realizando acatando una decisión judicial. En 2012 y en 2011 se abatieron tres ejemplares cada año, así como en 2009, mientras que en 2010 tan sólo se extrajo un cánido de este paraje. Nada que ver con 7 que se cazaron en 2003 o los 6 de 1999. En el propio informe del parque ser indica que «en los últimos años los controles han sido bajos» y «a más controles menos daños» o, lo que es lo mismo, en aquellos lugares donde no se realizan controles de población del lobo aumentan los daños que causa este depredador. Esta afirmación choca radicalmente con lo que dice una tesis doctoral en la que se apoyaron los jueces para suspender las batidas en este espacio tras ser solicitada esta medida por los grupos conservacionistas. Respecto a los tres últimos lobos abatidos en el parque, los de 2012, según otro informe de esta administración estatal uno de ellos fue cazado el 28 de septiembre en la zona de los Lagos, mientras que a los otros dos se les mató el 21 de agosto en la provincia de Cantabria. No deja de resultar llamativo que Asturias sea la comunidad que concentra la mayor parte de los daños del lobo al ganado dentro del Parque Nacional y en los últimos dos años sólo se haya extraído un cánido, según indican los datos oficiales.

También es cierto que el Principado es el territorio que cuenta con una mayor cantidad de reses que pastan dentro de los Picos de Europa de las tres comunidades autónomas que conformar este paraje protegido. De las 29.399 cabezas de ganado del parque, 15.117 las aportan los pastores asturianos seguidos por los cántabros con 12.848, aunque este último dato, según figura en la documentación del parque, está incompleto por lo que podrían ser aún más las reses cántabras en los Picos. En este documento interno también se afirma que «se está sufriendo un cambio radical en la composición de la cabaña ganadera que accede al parque cada año, pasando de una ganadería extensiva menor (ovino y caprino) a una mayor (bovino y equino) de manera radical y muy rápida en el tiempo». Para el alcalde de Amieva, José Félix Fernández, este cambio tiene un motivo claro. «La cabaña ganadera menor ha ido desapareciendo en los Picos porque el lobo ha acabado con ella y ahora va a por el bovino», sostiene.

Este alcalde fue uno de los que participó en el Patronato del Parque Nacional celebrado el pasado martes en Potes. Allí se acordó crear una comisión de trabajo que se encargará de establecer unos criterios para controlar al lobo dentro del espacio protegido. Sus conclusiones se presentarán en el próximo Pleno de este Patronato que podría no celebrarse hasta bien avanzado el próximo año.

La decisión de crear esta comisión no gustó en absoluto a los alcaldes de los municipios asturianos integrados dentro del parque. En su mayor parte coincidían con la postura de los ganaderos. «No queremos comisiones, queremos que se tomen decisiones» era una de las frases más oídas tanto entre pastores como entre los regidores. «Lo que han propuesto para solucionar el problema del lobo es crear una comisión que sólo va a llevar a más reuniones. He notado inacción por parte de las tres consejerías, de Parques Nacionales y del Ministerio», aseguraba a la salida del Patronato José Manuel Abeledo, alcalde de Onís. «Los ganaderos dicen que ya está bien de tanto organismo», afirmaba José Manuel Fernández, alcalde de Peñamellera Baja, quien añadía que tras aquella sesión salieron con la impresión de que «en la misma proporción en la que crece la población del lobo disminuyen los ganaderos».

«Pensamos que la comisión debe poder tomar decisiones, no sólo ser de estudio, porque entre reunión y reunión el problema se agudiza y la cabaña ganadera está sufriendo unos daños alarmantes. El problema lo tiene el ganadero y la solución se la tiene que dar la Administración. Lo que no puede ser es que vayan aumentando las manadas. Hay que atajar el problema y si se quiere asentar población en los pueblos esto hay que solucionarlo», manifestaba Francisco González, teniente alcalde de Cabrales.

Para el alcalde de Cangas de Onís hay un causante claro de la actual situación. «El problema del lobo se está incrementando por las malas políticas de la Administración del Principado y del PSOE. El no actuar durante años nos ha llevado a las cifras actuales de daños. No se controla al lobo ni se apoya al ganadero en facilitar los usos tradicionales», afirmaba José Manuel González, para quien «la Consejería de Agroganadería debe ser más contundente, dejarse de reuniones y comisiones, y actuar para poner en práctica políticas que favorezcan al ganadero».

Desde Amieva su homólogo, José Félix Fernández, piensa que el hecho de que en Asturias haya más ataques que en las dos comunidades vecinas con las que se comparten los Picos de Europa está relacionado con el hecho de que en Castilla y León el lobo sea especie cinegética. «Los datos son claros. Allí hay menos ataques porque se controla al lobo mientras aquí no se hace nada. La Consejería debe decidir si quiere mantener la ganadería en el parque y tomar medidas serias», concluye.

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Un ejemplar de lobo adulto fotografiado en libertad. :: E. C.

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