«Menudo susto pasamos por la noche, mi hijo de 15 años no ha podido ir al instituto».
pilar infiesta | redacción 16/10/2013
El ganadero José Manuel Reguero Sánchez, del pueblo de La Riera, perdió el pasado lunes siete de sus sesenta ovejas, tras un ataque del lobo ocurrido en las instalaciones que posee a sólo veinte metros de la primera casa de la localidad, afirma. No fue una agresión cualquiera, la fiereza demostrada por el depredador impresionó sobremanera a su hijo, de 15 años, el único chaval que queda en el pueblo.
«Menudo susto pasamos por la noche. Serían las diez y media cuando el crío mío fue hasta el cercado de las ovejas y se encontró con la valla tirada. Quedó tan muerto de miedo por lo que vio que no pudo dormir ni ir al instituto», confiesa el ganadero.
Tras encontrar los desperfectos, el joven corrió a avisar a su padre y juntos, ‘armados’ con unas linternas y un Land Rover fueron buscando a las ovejas que faltaban. El lobo había dejado un rastro inconfundible de lana y animales con dentelladas tras darse un festín antes de regresar al monte.
Más ataques
Reguero posee una ganadería de 140 vacas, 60 cabras y 60 ovejas y este año ya ha sufrido varios ataques de lobos que arruinaron dos novillas e hirieron a una tercera. Se siente indefenso frente a la gran protección de la que gozan estos mamíferos, aunque denunciará los hechos, porque «no voy a estar manteniendo yo a los lobos, y porque no se puede permitir que el pan de nuestros hijos se lo coman los lobos», asegura. A su juicio, las incursiones de los lobos se han incrementado en los últimos meses, lo que denota que la población de este depredador está en aumento.
José Manuel Reguero, curiosamente, protagoniza uno de los programas del aventurero leonés Jesús Calleja, quien filmó el pasado febrero en su granja el nacimiento por cesárea de un ternero al que bautizaron como Desafío Extremo. Tras quedarse a dormir en su casa y compartir su rutina, Calleja también grabó el viaje de los chavales al colegio como muestra de la singular vida que se realiza en los pueblos de alta montaña.
El último gran ataque del lobo a las cabañas ganaderas leonesas tuvo lugar el pasado septiembre en la localidad de Benllera, donde aparecieron 59 ovejas muertas, 10 heridas y 14 sin daños. Todas ellas se encontraban dentro de una finca vallada, sin mastines porque la ley no permite dejar a los perros solos sin la presencia de un pastor.