El último ataque se produjo el pasado fin de semana en una finca cercada y causó la muerte de un ternero
02.10.2013 | 10:22
A. SAAVEDRA Un ganadero de Valparaíso denunció ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Mombuey el ataque de un lobo a su ganadería extensiva, que se ha cobrado una res, un ternero de poco más de dos semanas de vida. Es el quinto parte que acumula la explotación por ataques del lobo, que han causado la muerte de cinco terneros «que hemos podido encontrar, porque otras veces encuentras un hueso pero no puedes justificar un ataque», afirmaba ayer Alfredo Fernández Caballero, el joven ganadero asentado desde el 10 de enero con su explotación en el término de Valparaíso. El ataque se produjo el pasado sábado en el paraje de las Llagonas del término vecinal, dentro de una finca de 850 hectáreas cercada para la explotación de 120 reses en régimen de explotación extensiva, custodiadas por perros y el propio pastor. El propietario que realizaba las labores de guarda del ganado descubrió al ternero todavía con vida, de pie, pero con importantes heridas en las extremidades traseras por las que el animal sangraba de forma abundante y que a la larga le provocarían la muerte.
Los ataques comenzaron en el mes de marzo, casi dos meses después de trasladar dos vacadas familiares desde León, la de Alfredo y la de su padre. Desde entonces prácticamente cada mes el lobo ha entrado al ganado. Los daños, de los que se ha dado traslado a la aseguradora, elevan las pérdidas a más de 2.000 euros.
Incluso en una ocasión «cuando estaba llevando las vacas montado en el caballo y dando voces salió un lobo de entre las vacas. Eso solo me lo había imaginado de niño cuando los abuelos te contaban cómo los lobos entraban al ganado en los años 60. Me quedé parado porque otra cosa es que te pase a ti». Además de este avistamiento directo del propio afectado hay constancia en el término de Valparaíso de al menos dos parejas que crían en la zona además de la presencia de otros ejemplares adultos que merodean desde la zona de embalse. La finca arrendada en Valparaíso está cercada pero «tenemos bastantes problemas con los ciervos» ya que derriban los postes de madera y los alambres.
Alfredo Fernández dice que «nadie te prepara para recibir estos palos» una vez que decidió convertirse en ganadero tras realizar el curso de incorporación para jóvenes. «Es verdad que cuando te incorporas te ayudan y que estás obligado a pasar muchos controles e inspecciones y que te obligan a tener un mínimo de 40 vacas, pero nadie te prepara para esto ni se hace cargo de estos daños», se lamentaba. La preocupación que han generado las incursiones del lobo le obliga a revisar el ganado a diario y en diferentes horas a lo largo de la jornada lo que ha provocado problemas con el coto de caza por circular por los caminos pecuarios de la zona donde tiene el ganado, que se superpone a la berrea de los ciervos y el litigio territorial de la manada. Los vecinos del pueblo son conscientes desde estos últimos días de ataques de lobos sin ningún atisbo de duda con perros asilvestrados porque los avistamientos de lobos son constantes.
