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Ataques de lobos a ganados y batidas autorizadas: dos posturas opuestas

Los recientes ataques de lobos a ganado y las batidas autorizadas por la Diputación han puesto de manifiesto las dos posturas opuestas que defienden ganaderos y naturalistas en torno a este animal salvaje

Un reportaje de Aitziber Atxutegi – Domingo, 27 de Abril de 2014 – Actualizado a las 06:04h

 

 

Hacía tres años que la Diputación no autorizaba una batida de lobos en Bizkaia. Pero los últimos ataques a ovejas registrados en el valle de Karrantza han hecho que la institución haya vuelto a conceder permisos para matar lobos. No es excepcional que los ganaderos tengan problemas con estos animales salvajes, que llegan desde Burgos, pero cada vez que ocurre se ponen de manifiesto las dos posturas opuestas que defienden ganaderos y naturalistas.

 

 

 

La primera batida en más de tres años la autorizó hace dos semanas la Diputación; los ganaderos de Karrantza venían sufriendo ataques que habían terminado con varias decenas de ovejas. En aquella ocasión, se consiguió acabar con la vida de un lobo adulto de gran tamaño, aunque los cazadores aseguraron haber visto al menos otro ejemplar que huyó. La semana pasada los ataques se volvieron a repetir; aunque la Diputación determinó que habían sido producidos por perros salvajes, se autorizó una nueva batida.

En el sindicato Enba no han vuelto a tener noticias de nuevos ataques desde entonces. Uno de sus técnicos, Iñigo Bilbao, explica que estos ataques no son algo excepcional; lo extraordinario, señala, es que se produzcan en esta época del año. Se registran de forma más habitual una vez llega el verano y los ganaderos sacan a los rebaños a pastar al monte. Pero las altas temperaturas de los últimos días ha hecho que los pastores no puedan seguir resguardando a sus rebaños en las cuadras. Enba deja claro que no existe una población estable de lobos en Bizkaia, sino que se trata de animales que se desplazan desde Burgos al oeste del territorio y también a Araba. No sería bueno para la actividad de los baserritarras, advierte; «el lobo es totalmente incompatible con la actividad ganadera. No hay término medio». Para Enba, la presencia de estos animales salvajes pondría «la puntilla» a un sector ya de por sí débil. ¿Por qué ahora, si durante siglos ha habido lobos y ovejas? Las condiciones de vida, explica, han cambiado hoy en día. «Si ya de por sí el trabajo de ganadero es sacrificado, ¿quién estaría dispuesto a subir a dormir al monte durante varios meses?», plantea Bilbao. Los mastines, otra de las opciones que algunos baserritarras barajan para cuidar de sus rebaños, tampoco cree que sean una buena solución. «Como protección, el mastín es buenísimo, pero atacará a cualquier otra persona o animal que se acerque al rebaño. Y aquí nos gusta mucho ir al monte o a por setas».

Para Juanma Fernández, un ganadero de Villanueva de Presa, en Karrantza, el perro que les cuida el rebaño no fue suficiente para que, hace tres semanas, un lobo acabara con la vida de 6 de sus 35 ovejas y mordiera a otras cuatro. «Esa noche hubo tormenta y no hay nada que le asuste más que los truenos; el perro apareció en casa y a la mañana siguiente nos encontramos las ovejas muertas», recuerda. Los ataques que se están registrando en el valle desde hace semanas están sembrando de inseguridad al sector. «Crees que tienes algo y al día siguiente no tienes nada. Aquí nadie hace nada», reclama. ¿Batidas? «Y, ¿qué? ¿No va a volver?», duda.

Arantza y Ángel, otra pareja de ganaderos del valle encartado, están criando un par de mastines para proteger su ganado. Desde 2009, cuando sufrieron el primer ataque de lobos en su rebaño, los perros siempre han acompañado a sus ovejas, con las que elaboran queso en el barrio de Pando. Y nunca habían tenido problemas, hasta hace algo más de un mes: el lobo mató a nueve corderas de seis meses e hirió a otras cuatro. «Tenemos varias fincas pero no podemos subirlas. Ello supone pérdidas porque hay que comprarles comida teniendo ya la hierba para pacer. Hay miedo, claro», lamenta.

Arantza pone voz a una de las reclamaciones de muchos de los ganaderos de Karrantza. «Si quieren que haya lobos, que los tengan en una zona controlada y cerrada. Me encantan los animales pero se está jugando con la forma de vida de los ganaderos de Karrantza», reclama.

ecologistas Los ecologistas difieren completamente de esta visión y arremeten duramente contra las batidas. «Es lamentable. Lo único que se ha hecho es matar al lobo, cuando lo que debería hacer una administración responsable es adoptar medidas preventivas», reivindica Andrés Illana, miembro de Ekologistak Martxan. Unas medidas que pasarían por financiar que los ganaderos puedan construir rediles para que las ovejas pasten en el monte, comprar y adiestrar mastines que protegieran el rebaño o recuperar la figura del pastor en las épocas más complicadas. «Ya se está haciendo en los Alpes, en algunas zonas de los Pirineos… No es nada nuevo: se trata de proteger al rebaño, como se ha hecho siempre», explica. ¿Son compatibles? «Totalmente», defiende con rotundidad, «aunque no en las condiciones en las que se está manteniendo ahora la ganadería, dejando a las ovejas solas en el monte; eso sí que es incompatible con la presencia del lobo o del oso». Para Illana, es «curioso» que Euskadi sea «el único lugar del mundo donde es incompatible. En Asturias o en Galicia hay ganado y siempre ha habido lobos; no hay un solo lugar del mundo en el que el lobo haya hecho desaparecer la ganadería. Y yo puedo decir miles, incluido el País Vasco, en los que la ganadería ha hecho desaparecer al lobo. La ganadería, si se precia de ser sostenible, no puede ser responsable del exterminio de una especie».

Illana critica duramente la gestión que se está realizando desde las administraciones, «evitando a toda costa que el lobo se asiente en el País Vasco, algo que va en contra de cualquier legislación medioambiental». Para los ecologistas, el lobo está intentando «por todos los medios» asentarse en Euskadi, «porque las características ecológicas permiten su presencia, incluso sin acceso al ganado. Es falso que solo se alimente de ovejas, tiene comida de sobra en corzos o jabalíes». Unos animales salvajes que, por otro lado, también están provocando problemas por carecer de su depredador natural. «Estamos evitando artificialmente que entre en nuestro país. El lobo es una oportunidad, si queremos un ecosistema diverso en Euskadi tenemos que permitir que la naturaleza siga su curso», apuestan. Por ello, van a impulsar una campaña para pedir que el lobo entre a formar parte del catálogo vasco de especies protegidas.

Fuente noticia: http://www.deia.com/2014/04/27/bizkaia/los-aullidos-de-la-polemica