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El Supremo rechaza indemnizar a una ganadería cántabra afectada por varios casos de tuberculosis

La explotación ganadera pedía 3,5 millones de euros al Gobierno cántabro por las pérdidas sufridas a raíz la inmovilización de su ganado tras detectarse la enfermedad en sus reses
03.04.14 – 18:42 –

EFE | Santander
El Supremo rechaza indemnizar a una ganadería cántabra afectada por varios casos de tuberculosis

La ganadería pedía al Gobierno una indemnización por los daños sufridos en los dos años de paralización de la explotación. / Sane

El Tribunal Supremo (TS) ha rechazado el recurso de una explotación ganadera que reclamaba 3,5 millones de euros al Gobierno cántabro por las pérdidas sufridas a raíz la inmovilización de su ganado tras la detección de varios positivos por tuberculosis.

Según se explica en la sentencia, difundida este jueves por el Alto Tribunal, los propietarios de la explotación responsabilizaban a la Consejería de Ganadería de los daños por no haber acordado un vacío sanitario hasta que ellos mismos lo solicitaron, casi dos años después de la aparición del primer positivo.

Sin embargo, el Gobierno alegaba que se ajustó a lo que prevé la normativa para estos casos y señalaba que en los casos de brucelosis sí es obligatorio el vaciado sanitario, pero en los de tuberculosis, como era este caso, sólo es obligatorio sacrificar las reses positivas, pero no el vaciado que, en todo caso, el ganadero puede solicitar voluntariamente.

La sentencia destaca que los dos primeros casos positivos de tuberculosis se detectaron en la explotación en mayo de 2005, lo que llevó a la Administración a retirarle la calificación sanitaria y a restringir los movimientos de sus animales, salvo con destino a matadero.

A partir de ese momento, se realizaron pruebas de seguimiento en cuatro ocasiones más y otra dentro de la campaña de saneamiento, entre agosto de 2005 y noviembre de 2006, obteniendo resultados negativos en las dos primeras, y con algunos positivos en las tres últimas pruebas.

Al final, a principios de 2007, la explotación, que tenía más de 300 animales, solicitó voluntariamente el vacío sanitario, por el que fue indemnizada.

Reclamación patrimonial

En mayo de 2008 los responsables de la ganadería presentaron una reclamación patrimonial al Gobierno para que les indemnizara porque, a su juicio, la Administración debería haber acordado de oficio el vaciado sanitario lo que, a su juicio, les habría evitado los daños sufridos durante los casi dos años de paralización de la explotación.

El Gobierno rechazó su petición y lo mismo hizo la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), que avaló la actuación de la Consejería en una sentencia dictada en marzo de 2011.

Los dueños de la explotación recurrieron el fallo del TSJC ante el Supremo, pero el Alto Tribunal coincide en que la Administración no tenía el «deber jurídico» de realizar un vacío sanitario.

Y por ello, concluye que no ha lugar el recurso de casación presentado por la explotación ganadera.

Fuente noticia: http://www.eldiariomontanes.es/

El cabrales, en lo más alto.

Andrea Fernández, de Quesería Arangas, y el madurador José Bada recogen en Barcelona el premio al mejor queso de España, otorgado por el Gobierno central

01.04.2014 | 10:01

José Bada y Andrea Fernández, tercero y cuarta por la izquierda, ayer, en la Feria Alimentaria de Barcelona, con la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, a su lado a la derecha, y otros premiados.

José Bada y Andrea Fernández, tercero y cuarta por la izquierda, ayer, en la Feria Alimentaria de Barcelona, con la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, a su lado a la derecha, y otros premiados.

 

Cabrales / Madrid Andrea Fernández, titular de la Quesería Arangas, y José Bada, encargado de la maduración en la cueva de Teyedu, en Tielve, recogieron ayer en Barcelona el diploma que reconoce su producto como el mejor queso del país, tras haber ganado el precio «Alimentos de España 2013», convocado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Fernández y Bada recogieron el premio de manos de una representante ministerial, en la Feria Alimentaria que se celebra estos días en la ciudad condal. La gran coalición azul que integran Andrea Fernández y José Bada hizo posible lo que hasta el momento es el mayor triunfo de un queso asturiano, pues antes sí se habían alcanzado galardones muy importantes, como el de mejor queso azul, pero nunca se había conquistado el escalón más alto de la cita ministerial, el que distingue al mejor entre los mejores.

Fernández y Bada aseguraron cuando hace unos meses se conoció el fallo del jurado que el «secreto» del triunfo estriba en la calidad de la materia prima y en la cueva donde se madura el producto, la del Teyedu, que ofrece las condiciones ideales de altitud, temperatura, humedad y aireación. Pero, además, hay otra «clave» que en esa cueva se elabora queso «sin prisas»: si lo habitual es una maduración de dos o tres meses, cuatro como máximo, aquí se aguardan seis o siete antes de sacar el queso de la cueva.

El triunfo tiene especial relevancia si se tiene en cuenta que la Quesería Arangas empezó a funcionar hace tan sólo un año, pues antes la familia titular del negocio se dedicaba a abastecer de leche a otros queseros. La quesería transforma unos 800 litros de leche de vaca al día.

El queso elegido como el mejor de España formaba parte de una remesa que empezó a elaborarse en abril y que no estuvo lista hasta bien entrado septiembre. Curiosamente se elabora fuera de Cabrales, en la localidad de Rozagás (Peñamellera Alta), adscrita al Consejo Regulador de esta variedad quesera. El queso de Teyedu se vende a normalmente 30 euros, el doble del precio habitual para el queso de Cabrales.

Fuente noticia: http://www.lne.es/oriente/2014/04/01/cabrales-alto/1565095.html

«La brucelosis va a acabar con todas las reses de vacuno de la comarca»

brucelosis bovina

J. Mª CAMPOS | RIAÑO 28/03/2014

 

Los ganaderos de la montaña de Riaño llevan años esperando una solución a la brucelosis que ha acabado con más del 70% de las explotaciones ganaderas. «A este ritmo la brucelosis va acabar con todas las reses de la montaña de Riaño ya que la solución se ha visto que no es solo el vaciado y sacrificado de animales», señala un ganadero.

La situación ha llegado a tal punto que explotaciones que ha hecho el vaciado han vuelto a dar positivo. Esto implica unos coste económicos que muchos ganaderos no pueden asumir lo que les lleva al cierre. En el municipio de Boca de Huérgano hace quince años había más de 50 explotaciones ganaderas, ahora quedan 13. En Prioro se ha pasado de 30 explotaciones a 12 en la actualidad. El año pasado en este municipio se sacrificaron 140 reses de vacuno.

Los ganaderos recuerdan que la Junta ha asumido que los animales de monte son positivos en brucelosis, pero no se toman medidas. Pasan los años y no hay una solución definitiva. «Cómo vas a mirar al futuro e invertir si no nos dan una solución a la brucelosis. La solución de sacrificar reses se ha demostrado que no es efectiva», dice otro ganadero.

Este malestar de los ganaderos se ha extendido a los ayuntamientos. Hace unos meses los alcaldes de Acebedo, Maraña y Burón enviaron escritos al Gobierno Central y la Junta. La contestación ha sido que Madrid dice que el problema es de Valladolid. «Se echan la culpa las administraciones entre ellas pero no llega una solución definitiva mientras las explotaciones se cierran», recuerda la alcaldesa de Acebedo Ana Alonso quien señaló que es momento de estar con los ganaderos, que lo están pasando muy mal.

Fuente noticia: http://www.diariodeleon.es

La carga ganadera en Asturias, equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad…PARTE I

 

Asturias 6/06/2013- En Asturias algo habrá que hacer, rápido y de manera intensa. No conviene perder el tiempo y la Administración regional es la que tiene algo que decir.

Son muchos los problemas con los que se encuentra la ganadería asturiana a día de hoy. Problemas que se deben solventar con medidas de apoyo institucionales, porque es sector está realmente en peligro. La ganadería asturiana tiene un gran problema de base, que no es otro que la competencia internacional de precios en el exterior, lo que hace que el ganadero debe seguir abaratando costes para poder seguir siendo competitivo e incluso luchar porque su medio de vida, de toda su familia, no desaparezca.

Este es el principal problema, que no digo que no haya otros menos importantes, pero que de alguna manera orienta la mentalidad de los ganaderos y pastores. A día de hoy el número de ganado por persona está aumentando, haciendo que los pastizales se queden pequeños para tanta res. Es simplemente una aplicación empresarial, como en cualquier negocio, ya que al final los precios, como decía del extranjero, están ahogando la economía rural. No solo eso, el problema de espacios para pastos está ahí y es una realidad por las medidas de presión económicas existentes.

Pero ¿Qué otras medidas innovadoras pueden facilitar la ampliación significativa de la superficie de las explotaciones ganaderas en Asturias? Con la concentración parcelaria se están haciendo grandes esfuerzos, pero realmente existe un problema de base y no es otro que la gran mayoría de las fincas son propiedad de gente de ciudad que consideran que los terrenos tienen más valor urbanístico que agrícola. Más fincas permitiría tener más forraje, pero existe el problema que no se comprarían porque encarecería aún más la propia ganadería.

El uso mayoritario en Asturias de la superficie agrícola es el de prados y pastizales permanentes, 37.33% de todo el territorio Astur. Esto explica la importancia de la ganadería en nuestra región, principalmente el bovino. El 31.5 % es para usos forestales y el resto para agricultura, solo el 2.32% muy por debajo de las demás zonas de España.

La carga ganadera es un problema no una solución, Asturias presenta un sector ganadero importante, no obstante por culpa del entorno económico existente y LAS MEDIDAS POLÍTICAS ADOPTADAS, la producción se está concentrando en un menor número de explotaciones de mayores dimensiones con el objetivo de mejorar la rentabilidad. Por tanto es más que necesario medir la carga ganadera en Asturias y sus impactos derivados para poder llegar al equilibrio entre desarrollo ganadero y sostenibilidad ambiental.

La Administración es la responsable de muchos de los problemas que el ganadero sufre, ya se que es un tópico muy usado estos meses, pero es que es la realidad en el estado más puro de la palabra. La Administración como tal debe actuar para evitar desplazamientos innecesarios además de tener un amplio horario para realizar las gestiones de los ciudadanos. Una de las soluciones son la de obtener las guías que autoricen el movimiento de sus animales, sin desplazarse y dentro de las 24 Horas y los 365 días que tiene el año. La ganadería asturiana a día de hoy tiene un problema de exclusión digital importante.

Yo propondría que la Administración tome en serio esta brecha digital que sufre el sector, ayúndandolos en la implantación de sistemas informáticos con cursos sobre las aplicaciones y reuniones con todos los ganaderos, a su vez para ir sacando también la firma electrónica digital y poder desarrollar el trabajo desde cualquier PC. Esta opción evitaría desplazamientos innecesarios y abandono de custodia o trabajo con el ganado, lo que facilitaría mucho las cosas e incluso reduciría gastos para el propio ganadero que repercute finalmente en el precio de su producción…pero esta es otra historia

Problemas de la ganadería extensiva

otra de ovejas

Los problemas de la ganadería extensiva son muchos y diversos.

Actualmente, la ganadería extensiva sólo puede competir en términos económicos con la ganadería intensiva en condiciones muy particulares, pero la necesidad imperiosa de asegurar en el futuro una producción de alimentos sostenible pasa por establecer un equilibrio entre la ganadería intensiva, generadora de productos de amplio consumo y bajo precio (porcino, aves, huevos), pero más contaminante y sujeta a incertidumbres de diversa índole, y la ganadería extensiva, que ofrece alimentos de gran calidad y precio más alto, pero con los valores añadidos de sostenibilidad, conservación del medio natural, consolidación de la población en áreas rurales, mitigación del cambio climático, etc. Desde el punto de vista económico también se puede considerar a la ganadería extensiva como un sector estratégico, ya que al ser menos dependiente de posibles subidas en los precios de los piensos o los carburantes, puede llegar a ser imprescindible como método de explotación dependiente de recursos propios. La desaparición de la ganadería extensiva provocaría una caída grave en la producción de animales destinados a la ceba, por lo que toda la cadena industrial que gira en torno al transporte de reses, mataderos, salas de despiece, etc. perdería una importante fuente de productos primarios.

A pesar de las numerosas ventajas que esta forma de explotación genera, tal y como hemos estudiado en el documento Importancia de la Ganadería Extensiva, la trashumancia en Europa se enfrenta actualmente con graves dificultades coyunturales y estructurales:

 

·         En cuanto a recursos humanos, los ganaderos extensivos se encuentran con más dificultades  aún para conseguir un relevo generacional que la de otros sectores agropecuarios, ya que la vida está muy está condicionada por el movimiento pecuario.

·         Dependencia económica de las subvenciones.

·         En ocasiones, son elevados los costes de  los desplazamientos, el arriendo de  las fincas, etc.

·         Una baja productividad circunstancial con relación a la ganadería industrial.

·         Los precios percibidos por los ganaderos no se ajustan a la realidad del sector, sino al conjunto de producciones intensivas.

·         Las vías pecuarias, especialmente las de largo recorrido, se ven amenazadas por diversos aspectos urbanísticos.

·         La implantación de infraestructuras viarias (circunvalaciones, variantes, etc) sobre tramos enteros de cañadas sin caminos alternativos ha generado barreras infranqueables para los rebaños.

·         Dificultad para crear estructuras asociativas.

·         Pérdida de capacidad de decisión de los ganaderos sobre las políticas locales y su territorio.

·         Desconocimiento de los problemas específicos de la actividad por la Administración, tanto a nivel nacional como europeo, al no estar considerada la ganadería extensiva o trashumante como tal.

·         Normativa muy inadecuada al sector extensivo.

·         Escasa representatividad del sector en las fuerzas sindicales agrarias.

·         Existen además problemas específicos para cada territorio y tipo de trashumancia.


Las dificultades de la actividad son, como se ve, variadas, aunque muchas de ellas podrían reunirse a la sombra de una principal: la inexistencia oficial de la Ganadería Extensiva como un sector específico, un sector agropecuario que poco tiene que ver con la ganadería intensiva en cuanto a las características en el manejo del ganado, las razas empleadas, los usos del territorio, las relaciones sociales, etc. En más de doscientas encuestas realizadas por el FAR (Foro Asturiano para el Conocimiento y Desarrollo del Medio Rural) y la Asociación de Ganaderos Trashumantes de Asturias (AGTA), el 90% de los encuestados consideraba de uno u otro modo a la normativa inadecuada y asfixiante como una de las tres primeras causas que perjudican a la actividad ganadera extensiva. Entre los jóvenes a los que les gustaría ejercer la actividad y, sin embargo, no se deciden a ello, el principal motivo de que escojan otra alternativa laboral es la normativa asfixiante que sufre el sector. Todo revierte en lo mismo: una legislación muy mal diseñada que dificulta todos y cada uno de los trabajos del ciclo de la actividad trashumante.

 

Analizados los datos con mayor profundidad, queda patente el desconocimiento que tienen acerca de este tipo de ganadería los responsables de legislar al respecto. Las Administraciones locales, si bien no suelen apoyar debidamente al colectivo haciendo todo lo posible por amortiguar los efectos de una normativa inapropiada, ciertamente tienen pocas competencias en el asunto, e incluso las consultas realizadas por al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural de España dejan patente que la única solución definitiva pasa por llegar a la Unión Europea.

 

La dominancia de la ganadería intensiva en la UE hace que la normativa que afecta al sector ganadero se piense automáticamente para servir a dicho colectivo. Ya se vio en el pasado con el problema de la encefalopatía espongiforme bovina cómo la ganadería extensiva sufrió injustamente un lote de medidas preventivas que perjudicaron notablemente a la actividad y eran absolutamente evitables. Distintas normativas reflejan claramente esa situación, como las que afectan al transporte de reses, sanidad y bienestar animal, o a las inspecciones técnicas en materia de identificación y registro, que no tienen en cuenta debidamente la movilidad del ganado trashumante. En el Anexo I ponemos de manifiesto algunas de las situaciones absurdas que sufren los ganaderos extensivos por esta realidad.

 

La única decisión que puede salvar la ganadería extensiva en España es, pues, que ésta tenga una consideración legal independiente de la intensiva, de manera que se piense en su contexto a la hora de diseñar las normas que deben controlar la actividad. Puede que los otros problemas que tiene la actividad, que son muchos e importantes, determinen la desaparición del pastoreo extensivo, pero es seguro que sin solucionar este problema, la actividad morirá a no mucho tardar.