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Un brindis al sol

Premiamos con el «Príncipe de Asturias» la investigación científica, pero no la ponemos en práctica

24.03.2014 | 03:01

Un brindis al sol

Andrés Ordiz Investigador en la Norwegian University of Life Sciences, Noruega En 2007, las revistas científicas «Nature» y «Science «recibían el Premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades. El acta destacaba su calidad como canales de comunicación y divulgación de la mejor investigación científica, acercando los resultados de la ciencia a la vida. Por tanto, parece justificado que, más allá de premios, los contenidos de «Nature» y «Science» sean tenidos en cuenta en la vida cotidiana. Un ejemplo cercano sería la incorporación del conocimiento científico a las decisiones de conservación y gestión de nuestros recursos naturales.

El papel ecológico de grandes carnívoros como lobos, osos y grandes félidos en la naturaleza es un tema recurrente en «Nature» y «Science», entre otras revistas científicas. Se trata de especies esquivas, sus poblaciones son pequeñas y sin embargo juegan una función ecológica clave. A través de la depredación, los carnívoros regulan densidades de presas, favorecen la presencia de especies carroñeras y la recuperación de la vegetación y su fauna asociada. La depredación genera biodiversidad, es decir, riqueza de especies e interacciones entre ellas, equilibrando los ecosistemas. Paradójicamente, muchas de estas funciones se han puesto en evidencia como consecuencia de la desaparición de los grandes carnívoros en amplias zonas de su área de distribución histórica, tras una intensa persecución humana. Así se recoge en numerosos artículos científicos y con una especie concreta como protagonista más habitual: el lobo.

Reconociendo esa función ecológica clave, en algunos países europeos se está valorando la posibilidad de reintroducir el lobo para restaurar ecosistemas, y en Norteamérica se han hecho esfuerzos para su recuperación tras décadas de persecución intensa. En España, sin embargo, el lobo es la única especie de gran carnívoro aún considerada cinegética o sometida a «control poblacional» (control letal), a diferencia de osos, linces o grandes rapaces. La mortalidad inducida por el hombre es una gran amenaza para los lobos, pero además altera su estructura social y limita su funcionalidad ecológica. Como expresan esos artículos científicos, los grandes carnívoros son más que meros números, con complejas relaciones sociales de las que dependen su supervivencia y su papel en la naturaleza.

La gestión del lobo en España sigue sin contemplar en absoluto su importancia para la estabilidad ecológica. Recientemente han sido sometidas a exposición pública las renovaciones de los Planes de Gestión del lobo en Asturias y en Castilla y León. Ambos se apoyan en la caza de lobos, bien sea mediante «controles» o por explotación cinegética, como principal -casi exclusiva- herramienta de gestión. Esto a pesar de procesos judiciales e informes periciales que alarman sobre la falta de justificación del número de lobos a abatir. Los planes sugieren que los ataques de lobo amenazan la viabilidad del sector ganadero, mientras los datos disponibles evidencian con rotundidad que eso no es así. Los documentos aspiran a que el lobo sea compatible con las explotaciones agrarias e incluso se convierta en un elemento al servicio del desarrollo rural. Sin embargo, no se establece ningún requisito para que las actividades humanas puedan ser consideradas compatibles con la conservación de la especie y su función en los ecosistemas. Es decir, se ignoran los contenidos de «Nature», «Science» y otras fuentes, que insisten en que los grandes carnívoros deben ser conservados teniendo en cuenta su papel irremplazable en la naturaleza.

Conservar grandes carnívoros en ambientes humanizados es un reto complicado que requiere compromisos, pero hasta ahora no se ha hecho esfuerzo alguno por afrontar este asunto de manera lógica y basada en la ciencia. Los espacios con figuras de protección ambiental, muy especialmente los parques nacionales, deberían dar ejemplo de conservación de especies y funcionalidad de los ecosistemas; todo lo contrario de lo que sucede en Picos de Europa, por ejemplo, donde la gestión se basa en presiones e intereses particulares y/o políticos. Matar depredadores incluso puede llegar a generar efectos negativos desde una perspectiva de gestión (aumento de daños al ganado), tras romper su estructura social. Esto se ha documentado tanto para el lobo como para pumas, glotones, dingos?, por poner ejemplos de varios continentes. Son necesarias otras medidas de gestión, como la conservación de las formaciones vegetales que, incluyendo al denostado matorral, proveen refugio frente a actividades humanas, así como una correcta protección del ganado. Matar depredadores debería ser una excepción sólo aplicable cuando ganaderos que cuidan de su ganado con profesionalidad se vean repetidamente afectados por daños.

Leer y publicar artículos científicos forma parte del trabajo de los investigadores y entiendo que leerlos y aplicarlos compete a los gestores. Dos artículos recientes publicados en «Science» destacan que la persecución de los grandes carnívoros es uno de los impactos más severos del hombre en la naturaleza. Ambos señalan también que las decisiones de conservación deben tener presente la función ecológica de los carnívoros y las consecuencias, incluso económicas, de su pérdida. Además, se trata de una cuestión urgente; la Biología de la Conservación nació como una disciplina con fecha de caducidad por el ritmo de deterioro que el hombre causa en la naturaleza.

Si aspiramos a ser coherentes, las premiadas «Nature» y «Science» no deberían ser ignoradas ni, tal vez, acabar en la papelera tras una lectura anecdótica. Debemos dejar de derrochar tiempo y recursos, naturales y económicos, e incorporar la ciencia como base de la gestión de nuestro patrimonio natural. El actual vicepresidente de honor de la Fundación que concede los Premios «Príncipe de Asturias» y que ejerce de presidente del Gobierno regional podría abogar por esa incorporación. Si no, ¿por qué las premiamos?.

Fuente noticia: http://www.lne.es

Denuncian «trato de favor» hacia una empresa dedicada al turismo del lobo

Un particular acusa a una firma de la sierra de la Culebra y a un vigilante de la Reserva de montar cebaderos ilegales para «controlar» la fauna

24.03.2014 | 00:41

El guía de turismo de la naturaleza Carlos Soria.

El guía de turismo de la naturaleza Carlos Soria. Foto L. O. Z.

J. A. GARCÍA El lobo como especie de atractivo y valor turístico en la reserva regional de Caza de la Sierra de La Culebra sigue levantando polémica y es motivo de denuncia pública y en los juzgados por quienes sostienen que imperan malas prácticas y que existe un supuesto favoritismo hacia determinadas empresas adscritas al sector del turismo de naturaleza relacionado con el gran cánido. Es el caso de Carlos Soria Perille, que ha presentado una denuncia en el Decanato de Aranjuez, remitido Ministerio Fiscal, contra el titular de la empresa, A. H. y el funcionario P. A.
Soria precisa en la justificación de la denuncia que «a la alarmante mala praxis que se presenta en el sector del turismo de la naturaleza en torno a las actividades de observación del lobo ibérico en la sierra de La Culebra, se añade el uso indebido de información oficial y actividades económicas por parte del personal con competencias de servicio público de la Reserva».
No es la primera denuncia interpuesta por Carlos Soria, que parece ser ha visto rechazado en sus pretensiones de ejercer la actividad por no contar con autorización y no tener empresa dada de alta o inscrita en Registro Mercantil. El pasado año denunció ante el Juzgado de Puebla esta situación sin conseguir, que se sepa, una resolución favorable. En su nueva denuncia contra A. H. que relaciona con la empresa Aherca, justifica su acción «en molestias a la fauna silvestre», amparándose en la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en el artículo referido «a la prohibición de dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico». Incluso, para avalar su exposición, aporta un vídeo publicado en internet en el que, según refiere en el escrito, «queda de manifiesto la persecuciòn a la que es sometido un lobo ibérico y cómo éste refleja la molestia huyendo a la carrera dirigiendo su temor en dirección al perseguidor». Respecto al celador P. A. asienta su denuncia en el supuesto «incumplimiento de los deberes de servidor público al suministrar información privilegiada y trato de favor a A. H. respecto a la localización de cebaderos oficiales aprobados por la Dirección de la Reserva y dirigidos a la alimentación suplementaria del lobo ibérico en el espacio», que, para el denunciante, «forman parte de información reservada».
Fuentes de la Reserva rechazan el comportamiento de información privilegiada en lo tocante a puntos de observación, «que se da todo el que lo pregunta, y que están instalados donde siempre ha ido la gente», si bien reparan en tener un control cuando se trata de grupos organizados. Asimismo, ponen de manifiesto la inexistencia de una regulación sobre la actividad del turismo de observación, que es una cuestión sobre la que se insiste, desde hace tiempo, desde hace tiempo.
El denunciante especifica que «el trato de favor consiste en el depósito continuado y desmesurado de piensos industriales para animales domésticos y depósitos cárnicos procedentes de la actividad cinegética, con el fin de facilitar la observación de ejemplares para los servicios turísticos de A. H». Añade, además, que «esta práctica supone la habituación por parte de los lobos, así como alteraciones en la estructura de la manada, como reflejan diversos estudios realizados por investigadores especializados en la especie».
Respecto al P. A. el denunciante asegura que «establece cebaderos alternativos no aprobados por la Dirección de la Reserva con el objeto de favorecer las actividades mercantiles de forma exclusiva de A. H. en entornos inmediatos y muy sensibles para la especie por tratarse de lugares donde se presenta la reproducción, remitiéndose de nuevo a la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, en lo referido a molestias graves». Incluso aporta fotografías «del momento previo al depósito de un ciervo abatido y transportado en coche oficial».
También alude Carlos Soria «a reiteradas amenazas de denuncia contra él, a consecuencia de las cuales se produjo un enfrentamiento verbal durante un encuentro fortuito en un bar de Villanueva de Valrojo». Soria considera que A. H. «quebranta, supuestamente, la legislación en vigor» y que P. A. también e, igualmente de forma supuesta, «prevarica al difundir información oficial reservada, en probable beneficio de ambos denunciados». Solicita, además, «registros sanitarios de los animales muertos que aparecen en las fotografías».
La presentación de esta denuncia levanta las críticas no solo de A. H. que defiende la legalidad de su actividad así como que es la primera empresa de esta naturaleza establecida en el espacio protegido zamorano. De hecho, se considera «acosado» hasta el punto de que la propia Inspección revisó su actividad por causa de las denuncias, e insiste que realiza con todas las formalidades. A. H. es uno de los operadores profesionales de turismo de la naturaleza. Hay quien califica al denunciante como una persona «conflictiva», y dice haber roto las relaciones hasta el punto «de retirarle el saludo». Pero sobre todo reparan en la falta de legalidad del denunciante para ejercer la actividad que pretende en la Sierra de La Culebra. La observación del lobo en La Culebra se afianza como una de las apuestas de desarrollo socioeconómico y turístico para la zona; una salida también prometedora en otros lugares como Picos de Europa.

Fuente noticia: http://www.laopiniondezamora.es

Madrid. Upyd se interesa por la situación del lobo en la comunidad

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El diputado de UPyD de la Asamblea de Madrid Gabriel López ha registrado varias preguntas parlamentarias dirigidas al Gobierno regional en las que se interesa por la situación del lobo en la Comunidad de Madrid.
“Hemos lanzado una batería de preguntas a la Consejería de Medio Ambiente sobre la situación del lobo en la Comunidad de Madrid”, dijo a Servimedia López, quien señaló que, “una vez reconocida su existencia estable en nuestra sierra, queremos saber qué gestión se va a realizar en relación con esta especie”.
Asimismo, quiere saber qué medidas de estudio y de protección se están o se van a llevar a cabo en relación con su población y “el alcance real de ataques que se han producido por parte de lobos a ganado y cuáles son los planes que tiene la citada consejería para su indemnización”.
Dijo que “la presencia del lobo en nuestra sierra puede ser un importante activo de biodiversidad en nuestro entorno reforzando el ecosistema” y consideró que es “necesaria una adecuada gestión de la Administración pública para que se pueda compatibilizar con las actividades ganaderas con las que comparte espacio de distribución”.
UPyD quiere conocer las medidas de planificación que existen para la gestión del lobo en la Comunidad, el número de reses muertas por ataques de perros asilvestrados y lobos entre 2012 y 2014, el número de ataques registrados a reses por perros asilvestrados y lobos en ese mismo periodo y el importe total de las indemnizaciones abonadas a los ganaderos por las reses muertas.

Fuente noticia:http://noticias.lainformacion.com

Lobo vivo, lobo muerto

La polémica regresa a la sierra de la Culebra después de que los ecologistas se ‘cuelen’ en la subasta para cazar ejemplares.

 

Fernando Collantes (izquierda), y Pedro Alonso, miembros de la guardería forestal de la Reserva Regional. / ULY MARTÍN

El destino de los ocho lobos que se subastan para su caza en la reserva regional de la sierra de la Culebra (Zamora) se ha decidido este año a golpe de clic. Después de que un grupo ecologista, Lobo Marley, anunciara su intención de participar en la puja para librar de la muerte a alguno de los ejemplares, el municipio de Villardeciervos, un pueblo de la reserva, decidió evitar problemas. Por eso, para que los conservacionistas no estuvieran presentes en la tradicional subasta del lobo que se organiza a mano alzada cada año en el municipio, se ha hecho por Internet, a diferencia de la de venados y corzos, que ha continuado celebrándose en un bullicioso salón del pueblo lleno de cazadores. La Junta de Castilla y León asegura que el sistema telemático permite que la licitación se abra a más clientes.

En la reserva zamorana viven unos 90 lobos, de los que está previsto abatir ocho la próxima temporada

Cazar al lobo sale caro. Este año ha alcanzado un precio medio de 4.000 euros, que se incrementa en 2.500 si se cobra la pieza. Los ecologistas han pujado por los animales, pero sin presentarse como asociación, y se niegan a desvelar cuántos han conseguido salvar hasta que no finalice el proceso administrativo por el temor de que, al no ser cazadores, se anule su oferta. La actuación ha despertado una polémica adormecida en una comarca acostumbrada a convivir con el cánido y el eterno enfrentamiento lobo-ganadero. José Manuel Soto, miembro de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG), opina que “no puede haber todos los lobos que se quiera”. “Llevamos años con las mismas manadas y la especie no tiene ningún peligro de desaparecer, en todo caso somos nosotros los que estamos en peligro”. El año pasado por el sistema de subastas se cazaron 74 lobos en toda Castilla y León. En 2012 se registraron en la comunidad 748 ataques al ganado, con 1.923 cabezas muertas (2,5 por ataque). En la reserva hay un promedio de entre 15 y 20 ataques, en los que se matan muy pocas piezas.

Soto huye de los extremismos, como la iniciativa de Lobo Marley, y recuerda que el dinero de la caza se reparte entre los 41 pueblos de los 12 términos municipales de la reserva. El año pasado ascendió a 130.000 euros. Y, sobre todo, reniega de las personas que vienen de fuera a intentar “implantar sus normas sin contar con los de aquí”.

En este escenario sobreviven unos 100 pequeños ganaderos, que han adaptado sus manejos al depredador. “Antes éramos muchos más”, sonríe Alfonso. Sus 40 vacas sestean tranquilas en un prado. A su vera descansan ocho terneros. Están a salvo. Cuatro mastines las vigilan, y para llegar hasta ellas hay que atravesar un pastor eléctrico (valla electrificada). “Con el lobo no puedes tener al ganado suelto. Realmente, lo que hacen los perros es ahuyentarlos”, aclara.

La cabeza de un lobo disecado, que fue abatido tras atacar a ocho ovejas. /U.MARTÍN

Desde hace unos años, la población de la Culebra ha aumentado con un grupo de empresarios que centran su negocio en el avistamiento del lobo y que abogan por no matarlo. “El lobo vivo es un recurso increíble y tratamos de demostrarlo. Es necesario tiempo para cambiar la mentalidad en la Culebra, pero se puede conseguir”, argumenta Fernando Mullor, un enamorado del entorno, dueño del centro de turismo rural Santa Cruz. Llegó hace 14 años para no marcharse. A pesar de su rechazo a que se cace a la especie, no comparte la iniciativa de Lobo Marley. “Personalmente estoy de acuerdo con muchas de las opiniones de Lobo Marley, pero la idea de entrar en la subasta no me parece acertada. Ellos se van, pero esta es nuestra casa y tenemos que vivir con nuestros vecinos, también con los ganaderos”, aclara Mullor.

La especie encontró refugio en la Sierra de la Culebra mientras desaparecía de muchos lugares de la Península perseguida como una alimaña. Ahora la reserva es una de las principales zonas loberas de España. En sus 65.000 hectáreas, al noroeste de Zamora, en la linde con Portugal y Galicia, viven entre nueve y diez manadas (unos 90 ejemplares), además de otros dos o tres grupos itinerantes. En toda la comunidad hay seguras 132 manadas y 69 probables, según datos de la Junta de Castilla y León. La especie se puede cazar por encima del río Duero, y está protegida por debajo de ese límite y también en Portugal.

“Aquí encuentran un territorio tranquilo y muy despoblado”, explica Vicente Matellán, jefe de la guardería forestal de la reserva regional. Son 8.200 habitantes repartidos en 41 localidades. La decoración de las oficinas de los forestales en Villardeciervos recuerda el papel que juega la caza en el entorno. Pieles de lobo o un ejemplar completo disecado se entremezclan con cornamentas de diferentes especies y tamaños. En un lugar destacado de la pared cuelga la cabeza de un lobo que muestra los dientes en actitud fiera, escoltado por las impresionantes cuernas de dos venados. “Lo abatimos hace años, después de que atacara a ocho ovejas”, relata Matellán, que se declara no cazador.

Él y su gente, “12 celadores”, son los encargados de dirigir las jornadas de caza, y de su preparación, que dura “todo el año”. No dejan un cabo suelto. Los forestales acompañan siempre a los cazadores, que deben partir satisfechos. De los lobos subastados, seis se capturan a la espera y otros dos en monterías. La espera se realiza en pequeños refugios, siempre bien camuflados, en los que apenas caben dos personas sentadas. Cerca de uno de ellos corre un manantial en el que se observan las huellas de los cánidos. Agua, comida, vegetación, el lugar ideal para observar las andanzas del lobo y para abatirlo.

Las empresas de ecoturismo tratan de demostrar que no cazar a la especie aumentaría los ingresos en la zona

Allí acecharán durante horas. Hasta que aparezca la pieza. “O no, porque no hay una fórmula científica; la primera regla es la paciencia, el lobo es un animal muy listo”, advierte Matellán. La temporada de caza arranca en noviembre y finaliza en enero. A unos 50 metros del refugio han depositado el cadáver de un corzo, a modo de cebo. De momento, solo para acostumbrar a los lobos. Las tornas cambiarán al abrirse la temporada, brujulear por esos lares implicará su muerte. Las piezas más codiciadas son la hembra y el macho alfa, de entre 35 y 40 kilos. Según va pasando la temporada de caza del lobo y se acerca la época reproductiva, se evita abatir a estos ejemplares.

En el otro extremo de la reserva, en Robledo, perteneciente a Puebla de Sanabria, aguarda un magnífico centro de interpretación del lobo. El alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández, lo muestra con orgullo y cierta resignación. A pesar de estar acabado hace dos años y haber costado casi cinco millones, sigue cerrado y los cercados en los que se iban a instalar lobos están vacíos. “Estamos en ello y la previsión es que se abra este año”, contestan desde la Junta de Castilla y León. “La intención era que actuara como centro dinamizador del turismo en toda la reserva”, explica el regidor. En el entretanto, ganaderos, cazadores, empresarios y vecinos intentan encontrar el equilibrio, con un epicentro: el lobo como recurso. El tiempo dirá si cinegético o no.

Fuente noticia: http://sociedad.elpais.com/

El doble filo de las ayudas del lobo

lobo comercio
La Guardia Civil investiga a más de 350 ganaderos por una presunta estafa en el cobro de las indemnizaciones
23.03.14 – 01:35 –

TERRY BASTERRA

Estas entidades sostienen que existe un pago duplicado de los daños de la fauna silvestre ya que el Principado indemniza a los ganaderos cuyas reses han sido alimento del cánido, pero las administraciones públicas financian también una parte de Agroseguro, entidad que agrupa 27 entidades aseguradoras en el medio rural y de la que todos los ganaderos denunciados son o han sido clientes.

La denuncia de los ecologistas es más amplia. Piden que se investigue también una supuesta «dejación de funciones y aparente complicidad» por parte de la consejería a la hora de permitir esa duplicidad en los pagos que los ecologistas consideran irregular. Porque los colectivos sostienen que alertaron meses atrás de esta situación a la Administración regional sin que ésta, dicen, hiciese nada. También incluyen en su denuncia lo que consideran «graves deficiencias» en la peritación de los daños por parte de algunos funcionarios y dejan entrever la existencia de una presunta trama de tráfico de animales desde otras comunidades a Asturias para que sean presa de los lobos y cobrar así los daños.

La propia Asociación de Guardas del Medio Natural del Principado salió ayer a escena para denunciar que ellos llevan años advirtiendo a la Administración regional de los dobles cobros en las indemnizaciones por daños de lobo, «la introducción de ganado en el monte en zonas con presencia de esta especie para que sea comido por el lobo o el mal manejo que se hace de éste y que favorece los ataques al ganado doméstico». Todo ello quedó reflejado en «informes y sugerencias» remitidos a la consejería que fueron reiteradamente ignorados, afirman.

Los guardas también critican que no exista un protocolo de actuación para las inspecciones de los daños del lobo. Y así, se produce «una descoordinación total en la forma de llevarlas a cabo o la tasación de los daños de distinta forma en función de la zona donde se produzcan».

«Un procedimiento normal»

La consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez, afirmó el miércoles que la actuación de su departamento había sido acorde a la normativa vigente. «Nosotros tenemos una ley que hace que paguemos los daños que produce la fauna silvestre en los bienes de los ganaderos. Cada vez que hay un daño éste se verifica y siempre que se demuestra que ha sido por causa del lobo, en función del baremo que tenemos, se abona. Esto forma parte de un procedimiento normal en el marco de la ley», aseguró.

Hasta el momento, de la investigación policial puesta en marcha como consecuencia de la denuncia de los ecologistas se sabe que la Guardia Civil ha analizado ya 10.000 expedientes que, cruzados con los datos de pagos de la consejería y de Agroseguro, han permitido a los agentes comprobar que en 1.200 casos se había realizado una doble reclamación de los daños ocasionados a un mismo animal.

El sindicato agrario UCA atribuye la problemática a que, desde 2010, Agroseguro incluye una cláusula que cubre los daños producidos por la fauna salvaje al ganado y que «parece que en Asturias no se puede usar, pero que tampoco dan la opción de quitarla», señaló Joaquín López, secretario general de UCA, quien también indicó que el Principado es la única comunidad autónoma donde la Administración paga los daños del lobo. El sindicalista entiende que en esta problemática ha habido un importante «fallo de comunicación» ya que desde el Gobierno regional no se había comunicado a los ganaderos que no podían reclamar la indemnización por sus animales muertos por la acción del lobo al seguro si ya lo habían hecho a la consejería, algo que comparten las otras dos principales organizaciones agrarias de la región: COAG y Asaja.

De hecho, desde esta última formación, Geli González mantiene sus dudas respecto a que haya una ley que impida a los ganaderos cobrar también del seguro que tengan contratado para cubrir los daños del lobo. Insiste González en que «en ningún caso los ganaderos actuaron de mala fe, no se debe buscar la culpabilidad de personas que no pretendían enriquecerse y que no tenían conocimiento de poder estar cometiendo una irregularidad».

La excepción de los Picos

Pero no todas las administraciones incurrieron en este error. En el Parque Nacional de los Picos de Europa se tomaron ya hace unos años medidas para evitar estas duplicidades. Según explicó el director del espacio protegido, Rodrigo Suárez Robledano, «adoptamos medidas de seguridad y desde hace años a cada persona que solicita un daño se le explica que sólo puede recibir una percepción por él». Los investigadores de la Guardia Civil también analizaron los expedientes de daños del Parque, aunque Suárez Robledano indica que sólo en un puñado de casos encontraron una doble reclamación dentro del espacio protegido, y en su práctica totalidad corresponden al año 2010, cuando entró en vigor la cláusula de Agroseguro que cubre los daños de la fauna silvestre.

Desde el pasado lunes cientos de ganaderos -se calcula que al menos 350- han recibido en sus domicilios la visita de los agentes de la Guardia Civil para comunicarles que estaban imputados y no detenidos por un presunto delito de estafa en base a un supuesto doble cobro de las compensaciones por los daños del lobo. Todo parte de una denuncia presentada por dos colectivos conservacionistas: Ascel y la Coordinadora Ecoloxista.

Fuente noticia: http://www.elcomercio.es/

Las organizaciones agrarias insisten en que los ganaderos no querían defraudar

ganado pastando PN.

Aseguran que las indemnizaciones cobradas no compensan la pérdida de animales

Las organizaciones agrarias insisten en proclamar la ausencia de interés defraudador y de ánimo de lucro entre los ganaderos asturianos.

Aseguran que las indemnizaciones que algunos habrían cobrado dobles por daños de lobo, tal y como denuncia el SEPRONA, son en la mayoría de los casos inferiores a 1.000 euros y no compensan la pérdida de animales.

El problema arranca en que el seguro agrario no es estrictamente privado, por lo que cobrarlo sería incompatible con el cobro de las indemnizaciones administrativas.

El Seguro Agrario Combinado es una opción voluntaria para agricultores y ganaderos establecida por ley orgánica en 1978. El reglamento que lo desarrolla establece que en este servicio participan el Estado, las comunidades autónomas, los productores y las compañías aseguradoras.

El Ministerio de Agricultura, a través de ENESA, aprueba cada año el paquete de coberturas, condiciones y precios que se pueden ofertar y el Ministerio de Economía autoriza qué compañías podrán hacerlo y todo con el visto bueno del consejo de ministros. Tanto el Estado como las comunidades conceden subvenciones que abaratan las pólizas.

Desde el ámbito privado, los productores opinan a través de sindicatos, cooperativas y otras organizaciones en citas periódicas.

Agroseguro, es la sociedad anónima que engloba a las aseguradoras, recaba los contratos que éstas firman, perita los siniestros y abona, cuando toca, las indemnizaciones.

El 90 % de su capital es privado y en el 10 % restante aparece, de nuevo, el capital público, el Consorcio de Compensación de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía.

Es el reasegurador, el que paga cuando el dinero no llega, como ocurrió en 2013 cuando  hubo que abonar 800 millones de euros en compensaciones cuando Agroseguro s0lo había recaudado en pólizas 650 millones.

Fuente noticia: http://www.rtpa.es/

Competencia investiga a otras cuatro lácteas gallegas por fraude

La investigación se abrió en 2012 por pactos de precios y reparto de ganaderos por empresas del sector en Galicia, Cantabria y Cataluña

R. Prieto A Coruña 13.03.2014 | 00:37

Dos reses en una explotación de A Coruña. / carlos pardellas

Dos reses en una explotación de A Coruña. / carlos pardellas

Aprecia «indicios racionales» de supuestas prácticas prohibidas

La investigación de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) por presunto fraude se extiende a más empresas lácteas. Año y medio después de que se abriese expediente sancionador a nueve compañías del sector por pactos en el precio de la leche y reparto de ganaderos, la entidad dependiente del Ministerio de Economía coloca en el punto de mira a otras ocho industrias lácteas, entre ellas cuatro de Galicia: Grupo Leche Río, Central Lechera de Galicia, Leche Celta, Feiraco Lácteos, Industrias Lácteas Asturianas, Forlactaria Operadores Lecheros, Central Lechera Asturiana y Senoble Ibérica.

Las indagaciones comenzaron en julio de 2012, cuando la dirección de investigación de la extinta Comisión Nacional de Competencia (CNC) inspeccionó empresas lácteas de Galicia, Cantabria y Cataluña a raíz de las reiteradas quejas del sector lácteo por acuerdos en el reparto de mercado y la fijación de condiciones comerciales. Los ganaderos llevan años colocando a la industria como principal responsable de la pérdida de ingresos por las «dificultades» que, advierten, les ponen para cambiar de compañía a la hora de vender leche y los supuestos pactos entre empresas para evitar que los precios sean más elevados. Ante las numerosas denuncias recibidas, la CNC decidió abrir una investigación sobre posibles prácticas anticompetitivas por parte de las empresas lácteas. Entonces, la entidad dependiente de Economía concluyó que existen «indicios racionales» de la existencia de «conductas prohibidas» por la Ley de Defensa de la Competencia tras realizar inspecciones domiciliarias en las sedes de empresas y asociaciones de la industria láctea en las tres comunidades autónomas investigadas. La investigación de los acuerdos o cárteles para fijar los precios de la leche es una de las prioridades en la investigación «dada la especial gravedad de sus consecuencias para los consumidores». Aunque estaba previsto que en un plazo de 18 meses el expediente fuese resuelto, los recursos interpuestos por las partes y el requerimiento de más informes así como la ampliación de la investigación a nuevas compañías ha impedido que la Comisión de Mercados y Competencia dictase ya una resolución.

Vista la documentación recogida en el expediente y obtenida durante la instrucción, la CNMC considera que puede deducirse que existen indicios racionales de la participación de estas ocho empresas que se suman ahora en supuestas prácticas prohibidas. Además, también se amplía la incoación por conductas prohibidas por el artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea al considerarse que las mismas pueden afectar al comercio intracomunitario.

La ampliación de la incoación no prejuzga el resultado final de la investigación, que mantiene el periodo máximo de 18 meses desde la fecha de la incoación inicial para la instrucción y resolución de este expediente aunque sin perjuicio de las suspensiones de plazo que se puedan producir durante la tramitación del expediente.

Las quejas de los ganaderos gallegos sobre supuestas prácticas fraudulentas por parte de la industria láctea ya llevaron en 2010 a la propia Consellería do Medio Rural a emplazar al Tribunal Galego de Defensa da Competencia a abrir una investigación. Entonces, el Consello da Competencia ya alertaba de las dificultades de probar irregularidades pese a los indicios.

No es la primera vez que los supuestos pactos de las industrias en el precio que pagan a los ganaderos terminan en los tribunales. La última vez que lo hizo acabó con una sentencia de condena a 48 empresas del sector. El fallo fue dictado por el Tribunal Supremo en 2006, por el cual rechazaba los recursos de casación presentados por las compañías afectadas y les imponía una multa de más de siete millones de euros.

Fuente noticia: http://www.laopinioncoruna.es/

Ganaderos ven en el supuesto caso de fraude de los daños del lobo un intento de «demonizarles»

Desde Asturias Ganadera están «seguros» de que los hechos que se imputan a los afectados no pueden tener consecuencia jurídica alguna, «pero el daño ya está hecho».
  • La Plataforma Asturias Ganadera ha emitido este viernes una nota de prensa en la que se refieren al presunto fraude en Asturias, relativo al cobro doble de los daños ocasionados del lobo por parte de profesionales ganaderos. «Este asunto es un intento, otro más, de desprestigiar y demonizar a un sector que trata de sobrevivir con enormes dificultades y que otros se empeñan en hacer desaparecer», han manifestado los ganaderos.

Desde Asturias Ganadera están «seguros» de que los hechos que se imputan a los ganaderos afectados no pueden tener consecuencia jurídica alguna. «Pero el daño ya está hecho: se les está calificando a ellos como estafadores y por extensión a todos los demás. Esperamos justicia y que alguien pida perdón», han manifestado.

A su juicio, no es delito contratar a un seguro que cubra los daños de lobo y otras especies, cobrar por lo que paga. «Independientemente de que la Administración, quizá y tiempo después, le indemnice porque es su obligación legal», han señalado.

Además, han argumentado que al contratar el seguro nadie explicó que no se podía cobrar del mismo y de la Administración. «Ahora se pretende que tenía que conocer una supuesta cláusula que excluye uno de los pagos», dicen los ganaderos, que comparan este caso con el de las preferentes bancarias.

«Quienes sí conocían perfectamente bien las coberturas de los seguros eran los servicios jurídicos, tanto de la aseguradora Agroseguro como de la Consejería de Agroganadería que subvenciona a dicha aseguradora. Ambas partes conocían también que había, en algún caso, duplicidad de pagos desde 2010 y siguieron pagando sin alertar, ninguna de las dos, al ganadero. ¿Cómo puede el ganadero sospechar que hay algo irregular en esos cobros?», se han preguntado.

 
Ganaderos ven en el supuesto caso de fraude de los daños del lobo un intento de 'demonizarles'

Los ganaderos aseguran que a muchos les será «imposible» devolver el dinero

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Oviedo, M. L. S. Los ganaderos asturianos todavía tienen el susto en el cuerpo. «Hay gente que no duerme por las noches, que quedaron impactados al recibir la carta», explica Mercedes Cruzado, presidenta de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Asturias. La carta es la notificación por parte de la Guardia Civil que les sigue llegando estos días y en la que se les dice que están «imputados pero no detenidos» por un presunto delito en el cobro de las indemnizaciones por los daños del lobo. Ellos, los 400 que pueden estar involucrados, insisten en que desconocían que las dos compensaciones eran incompatibles y avisan de que, en el supuesto caso de tener que devolver el dinero, a muchos les será «imposible de asumir». «Habrá gente que tenga una cantidad pequeña que no tendrá problema. Pero la mayoría, tal y como está el sector, les será un palo. Muchos incluso podrían tener que cerrar», señala Cruzado, que no se explica por qué la Consejería y el consorcio de seguros (Agroseguros) no se pusieron de acuerdo: «Hay conocimiento por ambas partes de que se está pagando. De hecho, la Consejería es la que nos empuja a que contratemos seguros. Ningún ganadero sabía que era ilegal», afirma.

Cruzado, no obstante, asegura que desde la Consejería de Agroganadería le trasladan un mensaje tranquilizador: «Nos dicen que la investigación va dirigida a casos que tienen cantidades significativas, y en la mayor parte de afectados son 400, 500 ó 600 euros», dijo.

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Aparecen envenenadas al menos una decena de rapaces en Torres de Carrizal

Entre los animales se encuentran un águila real y varios milanos l La muerte de aves puede provocar la suspensión del aprovechamiento cinegético del coto

20.03.2014 | 00:33

Un milano real muerto por envenenamiento aparecido en la provincia hace unos años.

Un milano real muerto por envenenamiento aparecido en la provincia hace unos años. Foto L. O. Z.

M. J. F. La Guardia Civil ha abierto una investigación sobre la aparición de varias rapaces protegidas muertas en el término municipal de Torres de Carrizal. En concreto, los agentes han recogido los cadáveres de más de una decena de aves, entre las que se encuentran un águila real, varios milanos reales, un aguilucho lagunero y un cuervo. También han sido encontrados dos cebos envenenados y está previsto realizar el análisis toxicológico de las muestras para la determinación del posible agente tóxico.
Los animales muertos, que presentan aparentes síntomas de envenenamiento, han sido depositados en el Centro de Recuperación de Especies Protegidas de Villaralbo, una vez recogidos en bolsas precintadas. El águila real es una especie protegida y en peligro de extinción, cuya presencia no es habitual en esta zona de la provincia. El milano real, aunque se considera más abundante que la anterior, es una especie amenazada que también está considerada en peligro de extinción en varios puntos de España.
El aguilucho lagunero es otra especie que cuenta con protección especial y está considerada como un tipo de ave que deben ser objeto de medidas de conservación. Es el mayor de las tres variedades de aguilucho y sus poblaciones están extendidas por toda la península y Baleares.
La utilización de venenos y cebos envenenados está expresamente prohibida la Ley y sus consecuencias pueden ser graves, no sólo para la fauna silvestre, sino que pueden verse afectados animales domésticos y personas, con las consiguientes responsabilidades penales que llevan aparejadas. Las medidas más habituales, ya aplicadas en casos similares en los que se ha demostrado la vinculación de la aparición de aves envenenadas con sectores cinegéticos, suelen ser la veda total y la suspensión de actividad en el coto, en virtud de lo establecido en el artículo 42 de la citada Ley de Caza. A mayores, otra actuación compensatoria suele ser el reforzamiento en la zona de las poblaciones de rapaces liberando animales procedentes del Centro de Recuperación.
Así ocurrió en el coto de caza de Castropepe, donde la Junta de Castilla y León acordó suspender durante un periodo mínimo de dos años el aprovechamiento cinegético con el fin de garantizar la recuperación biológica de las aves rapaces.
Una decisión que se tomó tras la muerte por envenenamiento de 17 milanos reales y tres aguiluchos que aparecieron muertos en este coto de caza en 2007.

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