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IMPORTANTE.COMUNICADO DE LOBO MARLEY Y EL FESTIVAL DEL LOBO.

lobo marley
«LOBO MARLEY ha impulsado el Cluster Interior Legendario como herramienta de conservación del lobo nacida de la implicación del mundo rural que convive con él.
Desde nuestras filas y con un afán constructivo e innovador hemos trabajado desde el origen de nuestra plataforma ciudadana para crear un evento anual que CELEBRE que en España y en Portugal tenemos la suerte de contar con el Lobo Ibérico como pieza esencial para entender la historia natural de la Península Ibérica.
A esa celebración entendida entre otras cosas como HOMENAJE AL MUNDO GANADERO que como el lobo y en sus modos mas tradicionales ha resistido al paso del tiempo, LOBO MARLEY la ha llamado FESTIVAL DEL LOBO IBÉRICO ofreciéndole la oportunidad de desarrollarlo en Villardeciervos al Cluster Interior Legendario y al director del mismo.
En FITUR aplaudimos la apuesta sorprendentemente decidida del Presidente de la Diputación Provincial de Zamora el Sr. Fernando Martínez Maíllo en defensa de la conservación del Lobo Ibérico como recurso vigoroso incompatible con su caza y de un mundo rural en su conjunto que quiere romper por siempre la imagen negativa de este animal con un planteamiento moderno e integrador y respetuoso como no puede ser de otro modo con la actividad ganadera.
La presentación del FESTIVAL en dicha feria internacional, fue un ejemplo decidido de caminar juntos a favor del lobo por parte de los empresarios del ecoturismo y la administración pertinente con la figura de LOBO MARLEY asumida por todos los actores como aval de rigurosidad y concordia.
Hoy ya sabemos que TODO ERA MENTIRA y a la primera de cambio ante las coacciones de COAG dicho representante político ha pedido que LOBO MARLEY desaparezca de dicho proyecto para contentar a la caverna.
LOBO MARLEY no solo no desaparece, si no que despejada la incógnita de la catadura moral de nuestros representantes políticos que hoy dicen digo y mañana Diego, sigue la imparable hoja de ruta que exigen ya decenas de miles de españoles entre los cuales hay muchos mas zamoranos de los que COAG y la Diputación juntos puedan convocar.
LOBO MARLEY no va a aceptar la injerencia ni de la Diputación Provincial de Zamora ni de ninguna otra entidad perteneciente al Gobierno de Castilla y León , ni al Gobierno de España que desvirtúe la finalidad esencial a la que nos debemos: LA PROTECCIÓN TOTAL Y SIN TRIQUIÑUELAS del Lobo Ibérico como especie a la que no consideramos cinegética y si MOTOR VIVIENTE de una economía basada en el ecoturismo responsable que lo contemple siempre VIVO y no como trofeo de caza.
LOBO MARLEY tiende la mano como no puede ser de otro modo, a esas mismas instituciones si ASUMEN de manera veraz el compromiso de defensa de este estandarte vivo de las tierras zamoranas, enfrentándose ,como así le pide la sociedad en su conjunto, a aquellos que tienen secuestrado al campo castellano leones con falacias y mentiras programadas con el único fin de seguir haciendo de Zamora en concreto y Castilla y León en su conjunto, un MATADERO DE LOBOS, amen de mantener sus poltronas antediluvianas.»
Gracias a todos los seguidores y colaboradores por confiar en nosotros.
Con estos hechos, queda patente que Lobo Marley no se vende ni se doma porque nos debemos a la protección del lobo ibérico y a una filosofía mantenida en el tiempo que no será alterada por interes personales y políticos.
Salimos del Festival del lobo, pero seguimos con muchas ganas y fuerza.

 

 

 

Los Lobos y los Asturcones.

 
 Foto: Los lobos
Rara vez se les ve. Se sabe que están porque sí se ven sus rastros, excrementos y “daños”, es decir, animales domésticos y salvajes que matan o hieren.
Por aquí convivimos con los lobos desde siempre. Por ello sus daños no nos sorprenden ni impresionan  como en zonas en las que habían desaparecido y recolonizan ahora que están en expansión.
Nadie desea su exterminio. Ocurre que no están sometidos a control y puede que su número resulte excesivamente gravoso para los ganaderos. No siempre se encuentran restos de sus daños ni se reconocen, valoran y pagan como se debería.
Nunca tuve una baja por lobos. Sí dos casos de mordeduras leves que no tuvieron consecuencias salvo pequeñas cicatrices.
Los ataques se producen por la noche. Por eso son muy difíciles de observar. Solamente en las lunas llenas de invierno, si el cielo está despejado y el suelo helado o nevado, es posible avistarlos alguna vez siendo muy insistente. Hay que ponerse lejos del corru porque la cercanía podría delatarnos por el olor y aguantar temperaturas que pueden bajar a -20º C.
No deseo polemizar con nadie. Yo cuento lo que sabemos por aquí y lo que veo. Los documentales sobre depredación en la sabana o en el mar nada ayudan a entender lo que aquí ocurre entre lobos y presas. Quien piense que correr en grupo despista o confunde a los lobos anda muy errado. Muy al contrario, eso les informa sobre la debilidad, falta de cohesión y cobardía de los fugitivos. Además de delatar a los débiles, cojos  o enfermos. Presas fáciles.
Cuando una manada de lobos se acerca al corru y es detectada se produce gran alarma que los primeros que los avistan manifiestan con relinchos sordos y resoplidos.   Con rapidez, todos se mueven para ver con claridad al enemigo y siguen los avisos y resoplidos. Puede que los lobos simplemente sigan su marcha porque no era ese su objetivo o puede que se paren a cierta distancia y evalúen las posibilidades de ataque. Si este es el caso ahí tenemos a dos mitos, lobos y caballos, frente a frente.
¿Qué hace el corru de Asturcones? Plantar cara al peligro. Las madres permanecen quietas con sus crías al costado o delante y debajo de su cuellos. El greñu se mueve con rapidez asegurando que todos estén juntos. Puede que esto disuada a los lobos y marchen. Si no es así alguna de las yeguas adultas que no tenga cría o el propio greñu lanzarán un ataque que será inmediatamente secundado por alguno de los jóvenes. El ataque consiste en hacer una arrancada corta y a todo galope hacia el lobo o lobos más cercanos y atrevidos sin que las madres queden nunca solas ni desprotegidas. Puede que los lobos desistan o puede que se alejen un trecho e intenten dar un rodeo y atacar por otro flanco. El corru se moverá lo justo  para no perderles de vista procurando siempre permanecer en terreno lo más limpio posible.  Lanzarán ataques hasta que los lobos desistan. Las arrancadas del semental pueden ser espectaculares. Su intención es clara: alcanzar a un lobo y plantarle las manos en el lomo. No hace falta que diga para qué.
¿Pueden los lobos tener éxito contra un corru bien organizado? Si, en determinadas circunstancias. Son supervivientes natos, tienen recursos.
¿Qué circunstancias? 
a) Cierta dispersión del corru en zonas de suelo irregular o de monte bajo de árgoma,  brezo o helecho puede facilitar a los lobos el acercamiento, con aire de cara y sin ser detectados, a una cría.  
b) La niebla espesa y el aire de cara (de cara a los lobos, claro) también puede actuar en contra de los caballos.
De hecho, como ya dije, dos crías, Eco y Lobero, sufrieron leves mordeduras. No hay duda de que, en cuanto llamaron, la respuesta del corru fue contundente y no sufrieron daño. Esta circunstancia en nada les acobardó ante los lobos. Los atacan con furia como los demás.
Un nuevo amigo en Facebook, Anselmo Garcia, me sorprende con un relato sobre los famosos asturcones y los lobos. Una bonita historia que me recuerda a mi historia de  «Como Curar una Herida Catastrófica en el Campo.«, cuando unos lobos se comieron casi todo un jamón de una burra.
Este es el relato de Anselmo.
Los lobos
Rara vez se les ve. Se sabe que están porque sí se ven sus rastros, excrementos y “daños”, es decir, animales domésticos y salvajes que matan o hieren.
Por aquí convivimos con los lobos desde siempre. Por ello sus daños no nos sorprenden ni impresionan como en zonas en las que habían desaparecido y recolonizan ahora que están en expansión.
Nadie desea su exterminio. Ocurre que no están sometidos a control y puede que su número resulte excesivamente gravoso para los ganaderos. No siempre se encuentran restos de sus daños ni se reconocen, valoran y pagan como se debería.
Nunca tuve una baja por lobos. Sí dos casos de mordeduras leves que no tuvieron consecuencias salvo pequeñas cicatrices.
Los ataques se producen por la noche. Por eso son muy difíciles de observar. Solamente en las lunas llenas de invierno, si el cielo está despejado y el suelo helado o nevado, es posible avistarlos alguna vez siendo muy insistente. Hay que ponerse lejos del corru porque la cercanía podría delatarnos por el olor y aguantar temperaturas que pueden bajar a -20º C.
No deseo polemizar con nadie. Yo cuento lo que sabemos por aquí y lo que veo. Los documentales sobre depredación en la sabana o en el mar nada ayudan a entender lo que aquí ocurre entre lobos y presas. Quien piense que correr en grupo despista o confunde a los lobos anda muy errado. Muy al contrario, eso les informa sobre la debilidad, falta de cohesión y cobardía de los fugitivos. Además de delatar a los débiles, cojos o enfermos. Presas fáciles.
Cuando una manada de lobos se acerca al corru y es detectada se produce gran alarma que los primeros que los avistan manifiestan con relinchos sordos y resoplidos. Con rapidez, todos se mueven para ver con claridad al enemigo y siguen los avisos y resoplidos. Puede que los lobos simplemente sigan su marcha porque no era ese su objetivo o puede que se paren a cierta distancia y evalúen las posibilidades de ataque. Si este es el caso ahí tenemos a dos mitos, lobos y caballos, frente a frente.
¿Qué hace el corru de Asturcones? Plantar cara al peligro. Las madres permanecen quietas con sus crías al costado o delante y debajo de su cuellos. El greñu se mueve con rapidez asegurando que todos estén juntos. Puede que esto disuada a los lobos y marchen. Si no es así alguna de las yeguas adultas que no tenga cría o el propio greñu lanzarán un ataque que será inmediatamente secundado por alguno de los jóvenes. El ataque consiste en hacer una arrancada corta y a todo galope hacia el lobo o lobos más cercanos y atrevidos sin que las madres queden nunca solas ni desprotegidas. Puede que los lobos desistan o puede que se alejen un trecho e intenten dar un rodeo y atacar por otro flanco. El corru se moverá lo justo para no perderles de vista procurando siempre permanecer en terreno lo más limpio posible. Lanzarán ataques hasta que los lobos desistan. Las arrancadas del semental pueden ser espectaculares. Su intención es clara: alcanzar a un lobo y plantarle las manos en el lomo. No hace falta que diga para qué.
¿Pueden los lobos tener éxito contra un corru bien organizado? Si, en determinadas circunstancias. Son supervivientes natos, tienen recursos.
¿Qué circunstancias?
a) Cierta dispersión del corru en zonas de suelo irregular o de monte bajo de árgoma, brezo o helecho puede facilitar a los lobos el acercamiento, con aire de cara y sin ser detectados, a una cría.
b) La niebla espesa y el aire de cara (de cara a los lobos, claro) también puede actuar en contra de los caballos.
De hecho, como ya dije, dos crías, Eco y Lobero, sufrieron leves mordeduras. No hay duda de que, en cuanto llamaron, la respuesta del corru fue contundente y no sufrieron daño. Esta circunstancia en nada les acobardó ante los lobos. Los atacan con furia como los demás.»

NO SOLO EL LOBO MATA GANADO,LA NEGLIGENCIA TAMBIÉN. (Lobo Marley)

Varios colaboradores de Lobo Marley, han hecho estas fotos en dos provincias loberas donde algunos  ganaderos se quejan de los ataques de lobo.

Se quejan de que los lobos les matan ganado y con ello pierden dinero.

Mostramos a continuación la siguiente foto:

vaca guadalajara 2

Se trata de una vaca de la sierra norte de Guadalajara, donde ya apareció de nuevo el lobo y donde algunos ganaderos vuelven a reivindicar controles.

Esta vaca murió intentando parir, sin ayuda, sola y abandonada. Y decimos abandonada porque en este caso, se intentó localizar al ganadero para que la asistiera, pero era imposible porque tiene otro negocio de caza y no estaba ni en la provincia.

Es lo que tiene no ser un profesional del sector y estar a dos aguas.

vaca agotada parto

Esta otra vaca ha sido hallada entre Segovia y Ávila, donde un choto muerto por depredador puede ser portada de noticias.

La vaca ha muerto agotada por  el parto y de nuevo, sola y a su suerte.

caballo muerto avila

Este caballo lo hallamos pateando zonas de Ávila, muerto por desnutrición.
Nos informamos que son caballos abandonados, los cuales o no tienen microchip o se lo han retirado.

Estas muertes no serán portada de ningún periódico, no generarán alarma ni social ni entre el sector ganadero.

Ningún ganadero, ningún sindicato u organización agraria levantará la voz para reclamar justicia por estas muertes.

Nada de esto pasará porque la negligencia es del ganadero. Nada de esto pasará porque la realidad no es que la muerte de la vaca importe al ganadero, nada de eso. La realidad es que lo que importa es ser un alborotador, sobre todo si eres sindicato u organización y vives de ese cuento de «QUE VIENE EL LOBO».

Con esto, queremos desarmar todas esas voces que gritan, que trás la muerte de su ganado a los dientes del lobo, además de una pérdida económica, también la existe emocional. Ni la una , ni la otra. Lo que existe es un juego orquestado por los sindicatos y organizaciones agrarias para tratar de sacar más dinero a las administraciones, al estado o a la Comunidad Europea.

Estas dos fotos, son la punta del iceberg de una gran cantidad de ganado abandonado a su suerte en la montaña durante dias, semanas y a veces, meses.

No ser ganadero a titulo principal y llevar varios negocios conlleva un factor negativo hacia el ganado; no se puede estar en misa y repicando.

Solicitamos a todos los medios de comunicación que se hacen eco del ganado muerto por dentellada que también se haga eco del ganado muerto por negligencia.

Lobo Marley.

EL LOBO EN CANTABRIA

alfa y omega

Os dejo aquí alguna reflexión sobre la gestión del lobo en Cantabria, pero creo que es un caso que bien se podría generalizar a toda España. Es un artículo de opinión que me pidieron en el Diario Montañes a raíz de la matanza de 9 lobos en Liebana

¡QUE VIENE EL LOBU!

 

Desde niño me asustaron con el lobo. Las historias de ese animal nos ponían los pelos de punta. Con los años, el primer artículo que publiqué en una revista universitaria trataba sobre ‘El lobo en Cantabria’. Posteriormente, en el inconcluso ‘Atlas de vertebrados de Cantabria’, intenté localizar alguna pareja por montes campurrianos o lebaniegos. Cuando comencé a trabajar como vigilante del Parque Nacional de los Picos de Europa, hice transectos para seguir su presencia en ese Espacio Natural. Ahora estoy preparando un libro sobre lo que ha significado el lobo en la cultura popular ibérica. Con esta «biografía lobera» quiero mostrar que estas líneas no son fruto de un momentáneo disgusto. El lobo ha sido, y es, una constante en mi vida.

 

Este mes pasado tuve la suerte de acompañar a varios criadores de mastines, ganaderos y expertos en lobos ibéricos en una visita a pueblos de los Picos de Europa, y aprovechamos para realizar entrevistas a los ganaderos que sufrían daños por la presencia de lobos.
Como siempre, los pastores se mostraron como personas hermanadas con la naturaleza. Sus posturas no eran extremas, ni pedían el exterminio del lobo. Su postura era lógica y pausada. No eran pastores analfabetos. Hablaban del lobo con pasión, con miedo, con respeto, pero, ante todo, con lógica.
Quiero aclarar que cuando hablo de ganaderos me refiero a los que viven en exclusiva o de manera principal de la ganadería. No doy ese título a esos vecinos de pueblos o ciudades que tienen ganado, pero se dedican una vez a la semana –como mucho– a visitarlo en los puertos o fincas.

 

Los ganaderos «a tiempo completo» tienen una postura ante el lobo mucho menos beligerante que las personas que tienen ganado como segunda actividad. Ven al lobo como competidor, pero entienden que, como sus antepasados, deben compartir el territorio con esa especie, controlándola, no exterminándola. Algunos hablaban de cazar ejemplares jóvenes conflictivos, otros de retirar cachorros y entregarlos a centros zoológicos.
Curiosamente, lo que acaba de pasar ahora con la eliminación de un grupo no conflictivo –con daños denunciados al ganado por 65 animales este año para una cabaña ganadera en este municipio de más de 6.000 animales –, puede traer un aumento espectacular de esos daños. El hueco que deja este grupo lo cubrirán ejemplares jóvenes inexpertos. Esta manada estable conocía su territorio al dedillo: cada paso de fauna, cada fuente de verano en la que beben los ungulados, cada lugar donde están los brotes tiernos de primavera que pastarán sus presas, cada espacio donde berrean los ciervos. Sabían hacer esperas para cazar animales silvestres, reduciendo los daños a las cabañas ganaderas.
Precisamente en los territorios que se quedan sin manadas estables es donde se concentra mayor número de ataques al ganado. En una manada no estable los ejemplares jóvenes se juntan en grupos divagantes a los que se añaden machos adultos errantes, sin territorio. Se asemejan a los chavales que salen de copas con el eterno soltero juerguista, que les guía en la noche y les enseña trucos malsanos. En Liébana llaman «lobadas» a los ataques de las manadas y a las salidas de juerga de nuestros jóvenes. Nos parecemos más de lo que pensamos.
Pero esta execrable matanza que acaba de tener lugar no es más que la punta del iceberg de lo que ocurre en el monte. Hoy en día, la escasa guardería de caza es incapaz de controlar a los cazadores. Es fácil esconder piezas en el monte y declarar la caza de un solo lobo o de seis jabalíes. Pero después aparecen, en el bar del pueblo o en fotos de internet, corzos, zorros, venados, y ¡nueve lobos!
Son los verdaderos cazadores quienes tienen que denunciar estas tropelías, y las declaraciones realizadas por el presidente de la Federación, Ignacio Valle, calificando de delincuentes a estos furtivos, no hacen más que dignificar su cargo y su afición. Sé de cuadrillas que regulan los desmanes de algún miembro, pero conozco otras que miran hacia otro lado.

 

Y tengo la sensación de que buena parte de la polémica viene potenciada por algunos cazadores. Al fin y al cabo se trata de imponer quién mata en el monte, porque el lobo es un competidor que les roba «sus» trofeos.
Desde hace años, los miembros de la Asociación Tudanca y el grupo ortros repartimos mastines entre los ganaderos. El triángulo que forman el pastor a tiempo completo, el lobo y el mastín es el único que permite conservar la naturaleza y asegurar el trabajo de los ganaderos extensivos. Los mastines no eliminan los daños, pero disminuyen su frecuencia y el número muertes por ataque. Quizá fuera una buena manera de ayudar al pastor pagarle el pienso de los perros, o sus seguros. No debe el ganadero ser el pagano de la demanda social por conservar al lobo.

 

Es curioso que los ganaderos se quejan más de las gestiones que tienen que realizar por los trámites administrativos que por los daños del lobo. Si un ganadero tiene la suerte de que le paguen el daño hecho a su cabaña, sabe que sólo le van a pagar eso. Si echa cuentas, se desespera. Porque por cada ataque pierde el animal y un par de días de papeleos, llamadas, idas y venidas. Así que muchas veces ni se molesta en denunciarlo.

El lobo, pues, debe ser controlado mediante un Plan de Gestión del Lobo, algo que no existe en nuestra región. La guardería y los agentes del Seprona deben ser apoyados en su labor de vigilancia. Y, lo más importante, los ganaderos tienen que recibir apoyo suficiente con ayudas indirectas a la protección de su ganado, la rapidez en la gestión de los daños y el control de los ejemplares lobunos problemáticos.
Nuestros políticos se lo deberían pensar. Ahora mismo en la página change.org, que aglutina las mayores peticiones sociales en internet, hay más de 80.000 firmas pidiendo que se deje de matar lobos en Cantabria. Muy mala imagen para una región que vende el turismo de naturaleza.

Fuente noticia.

El MASTIN, LOS PASTORES Y EL LOBO.

Revisando archivos antiguos, he encontrado este vídeo de hace 8 años. Donde se resume el trabajo que llevamos realizando en Picos desde hace quince años. En pueblos donde la recuperación del lobo ha traído muchos problemas de conservación para otras especies por el uso de venenos. La reintroducción de mastines  para cuidar los ganados, ha ayudado a los ganaderos y ha evitado el uso de venenos en el monte.

Espero que os guste.

 

Fuente noticia.

LA CAZA DEL LOBO EN LA HISTORIA DE ESPINAMA

Situado como está el Concejo de Espinama en medio del monte, al que ha ido quitando terrenos para sus prados y tierras, no es de extrañar que sus moradores, a lo largo de la historia, hayan tenido que enfrentarse a algunos animales salvajes que vivían en esos montes, en particular a los lobos.

Mastín con carrancas para protegerle del ataque de los lobos. Pulse para verla más grande
Los lobos eran muy abundantes en estos montes. Cuando el hombre hizo acto de presencia en ellos y llevó consigo ovejas, cabras, vacas y demás ganado, los lobos encontraron en estas especies una nueva fuente de alimentación. Para los espinamenses, la mayoría de los cuales vivía en condiciones muy precarias luchando contra un medio duro para procurarse el autoabastecimiento, la pérdida de algún animal era una tragedia y los ataques de los lobos suponían, por lo general, la muerte de varios, además de provocar abortos en parte de las hembras supervivientes al ataque. Por eso, desde muy pronto, los defendieron custodiándolos con perros y combatiendo a quienes los atacaban, esencialmente los lobos.

Aunque a buen seguro que estas cacerías tenían lugar desde muchos siglos antes -desde el mismo momento de la creación del pueblo-, las referencias que siguen son desde el siglo XVII hasta casi nuestros días.

Corría el año 1613 cuando Toribio de Caldevilla, como regidor del Concejo de Espinama, junto a los regidores de los concejos de Santibáñez, Argüébanes, Lon, Baró, Tanarrio, Mogrovejo y Pembes, y junto al Regidor General del Valle de Valdebaró, acuerdan dar poder a Don Pedro Laso de Mogrovejo, vecino de Mogrovejo, para que comparezca ante el Rey, las diversas Justicias y donde proceda para conseguir, entre otras cosas, «que no se estorbe de tirar con arcabuz a las personas que andan por los campos y por los montes a los lobos y oso, raposos y otros animales que por ser la tierra tan montuosa se crían tantos y ay tanta cantidad dellos que nos comen nuestros ganados» [sic].

Con tanta profusión de «alimañas» y tantos daños causados al ganado no es de extrañar que el Concejo decidiera, desde bien pronto, favorecer económicamente la lucha contra ellas y, así, en las Ordenanzas del Concejo de 1625 se incluye el siguiente capítulo:

«Capítulo 141.- Sobre el matar los lobos
Otrosí ordenamos que hallando alguna persona alguna cama de lobos o matando algún lobo que le den los Regidores veinte reales a cada cama de lobos que hallare o lobo grande que matare por cada vez porque de ésto viene gran provecho al dicho Concejo.
»

Las Ordenanzas de 1625 eran continuación de otras anteriores que tuvo el Concejo, que nos son desconocidas, por lo que perfectamente dicha disposición podía venir ya en las anteriores.

Fotografía de E. Bustamante publicada por El Diario Montañés el 5 de abril de 1935. Pulse para verla más grande
Esa «gratificación» a quien matare algún lobo o encontrare alguna cama de ellos se mantuvo en vigor durante siglos. En 1752, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, se declara que el Concejo destinaba cada año «ochenta [reales] que se dan a los que matan lobos y coxen una cría de ellos«. Más adelante, en el siglo XIX, por ejemplo durante el periodo en que Espinama constituyó ayuntamiento propio, es frecuente la aparición en las cuentas de gastos de cantidades pagadas a algún vecino «por muerte de animales dañinos«. Así, en 1845, se pagaron 200 reales a José Sánchez de Linares y Marcelo Briz por la muerte dada a una loba y la captura de una camada de lobeznos y en 1847 a Inocencio Calvo cien reales.

De algunas de las cacerías realizadas a principios del siglo XX, tenemos noticia por su publicación en el periódico La Voz de Liébana. Así, el 14 de noviembre de 1906 se cazaron tres osos «en los montes próximos a Espinama y Cosgaya» por Gumersindo Alonso, Adolfo Ortega y Victoriano Cabeza Garrido (éste de Cosgaya). Emeterio Briz, de Las Ilces, por su parte, cazó «una terrible y carnívora loba«. Las pieles de unos y otra fueron expuestas en Potes. En diciembre de 1911, en una batida contra los lobos fueron Adolfo Ortega y Lino González quienes cobraron uno cada uno. En algunas de estas cacerías participó gente de la nobleza como en noviembre de 1913 cuando Andrés Moriana y otros forasteros mataron dos jabalíes y un lobo, escapándoseles dos osos.

De unos cuantos años después, es este texto publicado el 5 de abril de 1935 por El Diario Montañés acompañando a las fotografías incluídas en esta página:

Fotografía de E. Bustamante publicada por El Diario Montañés el 5 de abril de 1935. Pulse para verla más grande
«¡EL LOBU!… Rondó, en la última nevada registrada en las estribaciones de los Picos de Europa, los establos del pueblo de Espinama. Sobre la alfombra blanca tendida en las calles del pueblo, el lobo hambriento aullaba tristemente. Desapareció una noche y al día siguiente, por los callejos cubiertos aun de nieve, una pareja de lobos magníficos rondaba las casas intentando saltar los cercados donde estaban recogidos los ganados.
Durante varios días, los dos lobos merodeaban hambrientos, y por las noches ningún vecino podía salir de casa, porque sobre la alfombra blanca aparecían vigilantes chispitas luminosas que se acercaban sigilosamente… Hasta que un día los mozos de Espinama resolvieron dar la batalla a los carnívoros, y llevando como únicas armas fuertes garrotes, dieron una batida con el resultado que nuestros lectores pueden ver en estas fotografías (Fotos E. Bustamante)
«.

No fueron éstos los últimos lobos cazados en Espinama. Después de la guerra, se cazarían todavía unos cuantos más hasta que la especie sufrió una importante reducción de efectivos que la condujo casi hasta la extinción por la zona, pasando a convertirse en especie protegida, como lo es en la actualidad aunque esporádicamente pueda autorizarse la realización de batidas por daños.

Los muchos siglos de convivencia/lucha del hombre con el lobo hicieron que este animal entrara a formar parte de la cultura espinamense. En las largas noches de invierno, al calor de la lumbre, las historias de lobos contadas por los abuelos se transmitían a las generaciones siguientes. Historias como la de la leyenda que atribuye a los lobos la muerte de un niño en La Serna de Pido, motivo por el cual se habría colocado una Cruz en la peña allí situada, historia con la que pretendían meter miedo a los niños para que no salieran solos por el monte.

Fuente artículo.

Programa Educación Medio Ambiente Lobo Marley

Programa de Educación Medio Ambiental Lobo Marley.

La Plataforma Ciudadana Lobo Marley (Ciudadanos por el Lobo y el Mundo Rural) en su busca por la implicación de la sociedad civil en la conservación del medio natural ha diseñado una serie de actividades educativas sobre el Lobo ibérico (Canis lupus signatus), con la intención de entregar valores cívico-ambientales y enseñar la gran importancia del lobo en la biodiversidad y el equilibrio natural.

 

¿A quién está dirigido este programa?.

Las actividades estarán separadas principalmente por edad y según el nivel de conocimiento técnico del área medio ambiental, incluyendo en estas actividades no solo a colegios, institutos o aulas de la naturaleza, sino que también a organizaciones, grupos scout, de observación del medio, de senderísmo, centros para mayores interesados en obtener conocimientos sobre el Lobo ibérico.

 

Nuestro objetivo.

El objetivo general de este proyecto es ayudar a las nuevas generaciones a adquirir conocimientos de su entorno y del medio natural Español, hogar del lobo. De la importancia del respeto por la naturaleza, de nuestros actos y de cual debe ser nuestra actitud en zonas naturales sea bosque, monte, campo, etc. Con la intención de fomentar en ellas y ellos el pensamiento critico, la no imposición de ideas mal concebidas y el desarrollo de opinión propia.

 

La actividad educativa diseñada por Lobo Marley.

Las actividades tendrán una duración de dos horas a dos horas y treinta minutos y están diseñadas para ser realizadas en un aula cerrada, siempre y cuando disponga de cañón proyector y altavoces para la exhibición del material gráfico y audiovisual necesario.

 

El monitor hará entrega de documentación complementaria de algunos temas a tratar.

 

Los materiales dependerán del numero de asistentes y de su edad.

 

Las actividades tendrán la siguiente estructura y se trataran los temas según edad de los participantes:

 

 

Actividades de 3 a 6 años:

 

–        Presentación del monitor/educador + dinámica de presentación para conocer al grupo.

–        Introducción: ¿Qué es un Lobo?.

–        Identificación de la especie (material audiovisual).

–        Problemática actual del lobo.

–        Responsabilidad humana.

–        Hábitat y comportamiento social del lobo.

–        Dibujo para colorear.

–        Exposición del cuento “Caperucita Verde” (opcional).

–        Acción social y Lobo Marley (explicación de nuestra lucha).

–        Confección de careta de lobo.

–        Grabar video aullando para el canal de YouTube “Aullá por el Lobo”

 

 

 

Actividades de 7 a 13 años:

 

–        Presentación del monitor/educador + dinámica de presentación para conocer al grupo.

–        Identificación del Lobo ibérico.

–        Hábitat y distribución.

–        Animales que comparten el medio con el lobo.

–        Estructura social de los lobos y comportamiento.

–        Dinámica de trabajo en equipo (ejercicio simple y lúdico para entender con ejemplos).

–        Problemática actual del lobo.

–        Mundo rural.

–        Acción social y Lobo Marley (explicación de nuestra lucha).

–        Dibujo para colorear (opcional).

–        Confección de careta de lobo.

–        Grabar video aullando para el canal de YouTube “Aullá por el Lobo”

 

 

 

Actividades de 14 a 17 años:

 

–        Presentación del monitor/educador + dinámica de presentación para conocer al grupo.

–        Identificación del Lobo ibérico.

–        Hábitat y distribución.

–        Estructura social de los lobos y comportamiento.

–        Animales que comparten el medio con el lobo y sus presas naturales.

–        Forma de caza del lobo.

–        Función biológica del lobo en el medio.

–        Problemática y conflicto actual con el lobo y su impacto social.

–        Breve explicación a las leyes de protección de fauna y concepto de Parque Nacional.

–        Mundo rural.

–        Acción social y Lobo Marley (explicación de nuestra lucha).

–        Trabajo en grupo; crear una campaña o eslogan para salvar al lobo.

–        Grabar video aullando para el canal de YouTube “Aullá por el Lobo”

 

 

 

Actividades para +18:

 

–        Presentación del monitor/educador.

–        Presentación de Plataforma Ciudadana Lobo Marley; nuestra lucha y trabajo.

–        Identificación del Lobo ibérico.

–        Hábitat y distribución.

–        Biología y ecología.

–        Situación actual del lobo en España.

–        Leyes de protección de Fauna.

–        Concepto de Parque Nacional.

–        Políticas europeas.

–        Conflictos e intereses; lobby cinegético, sindicatos agroganaderos y partidos políticos.

–        Conservación del lobo.

–        Mundo rural sostenible y en equilibrio con su entorno.

–        Acción social.

–        Grabar video aullando para el canal de YouTube “Aullá por el Lobo” (opcional si el grupo acepta).

 

 

(Todos los menores de edad que participen en el aullido en video aparecerán con caretas o con sus rostros difuminados)

 

 

El coste de la actividad es de 30€ + 20€ (para el fondo de acción social de la plataforma Lobo Marley) por cada monitor que la realice. Los grupos deben ser de un máximo de 30 participantes por monitor.

 

El coste de los materiales como el concepto de desplazamiento del monitor serán calculados y, dependiendo del caso, abonados con anterioridad a la actividad.

 

 

Para más información o reserva escribir al correo electrónico aullaporellobo@gmail.com

 

 Pdf descargable propagandístico e informativo del Programa de Educación Medio Ambiental Lobo Marley 2014

 

El pueblo que rescató su lobera

El pueblo que rescató su lobera
El municipio, en el norte de la región, espera a que le llegue el dinero público para construir un centro de interpretación en torno al temido animal
La Garganta gana turistas tras restaurar su corral para cazar a la mítica especie

EN PRIMERA PERSONA

JUAN GONZÁLEZ ALCALDE
«Cuentan que se dejaba dentro una oveja como cebo, el lobo saltaba a por ella y luego no podía salir»

Cuenta Juan González, el alcalde del pueblo, que ha llegado a ver dos autobuses con gente procedente de Montijo aparcados junto a ese círculo empedrado al que La Garganta, el segundo pueblo más alto de Extremadura, fía el presente y sobre todo el futuro de su tirón como destino turístico.

Es el antiguo corral de lobos, situado a las afueras del pueblo. En abril del año pasado fue inaugurada su restauración, y el ayuntamiento confía en que una vez que amaine el temporal económico, llegue el dinero necesario para sacar adelante su centro de interpretación dedicado al lobo. Estaría ubicado junto al pozo de nieve, a dos minutos a pie del corral, una construcción que hace dos años estaba enterrada. Sólo se veían, a ras de suelo, algunas losas superiores de su muro.

«Decidimos restaurarlo porque vimos que tenía un potencial de atracción de turistas, y las tareas de rehabilitación suponían también crear empleo en la zona», explica Juan González, alcalde socialista del municipio. Junto al corral, al que también es usual denominar lobera, hay un cartel informativo sobre un monolito de piedra. «El proyecto implicó a los mayores del pueblo, que nos han permitido rescatar las historias del lobo en el pueblo», comenta el regidor.

Los años de las batidas

Entre ellas, por ejemplo, la que recuerda Florencio, vecino de La Garganta que pasea carretera abajo con Victoria y María. «Me acuerdo que una vez cogieron a un lobo y lo pusieron colgando del balcón de una casa, era un lobo enorme, larguísimo», recuerda el hombre. «Juan ‘Parrado’ -continúa relatando Florencio- tenía unos perros buenísimos, que cogieron a un lobo, y cuando lo tenían enganchado, apareció el hombre y le dio un golpe en la cabeza con el cayado. Por entonces, los lobos ya no respetaban nada, borrego que nacía borrego que se comían, se comían hasta vacas grandes».

También el alcalde tiene anécdotas que relatar. Como la que en su día le contó ‘tío Basilio’. «Se organizó una batida para cazar a un lobo -cuenta Juan González-. La gente salió de Baños (de Montemayor) hacia arriba, gritando y haciendo ruido con cencerros, detrás del lobo. Al final consiguieron cazar a una loba que estaba preñada, al lobo no, pero no se le volvió a ver por la zona».

Aún quedan en La Garganta vecinos que vivieron en primera persona estas andanzas en torno a una especie mítica, cuya simple mención ya genera cierta expectación entre mucha gente. De ahí que el alcalde tenga claro que el centro de interpretación que quieren construir tiene que estar asociado desde su nombre a la figura del lobo.

Para tratar de evitar, o al menos minimizar, los daños que el animal causaba entre el ganado, se construyó el corral. Es un hoyo de unos 250 metros cuadrados, rodeado por un muro de piedras que al nivel del suelo tiene una altura lo suficientemente liviana como para que el animal percibiera que podía saltarla sin mayores complicaciones. «Se cuenta -amplía el alcalde de La Garganta- que dentro se dejaba una oveja viva, que hacía de cebo, y que lo normal era que sobreviviese porque el lobo dedicaba toda su atención a intentar saltar el muro». Acababa resultando infranqueable para el animal porque el muro se construía con una pendiente negativa (hacia el interior del círculo) y además, estaba coronado por losas más larga inclinadas hacia adentro. Así cazaban al lobo en La Garganta. Y con ese recuerdo intentan ahora -y a decir del alcalde están empezando a conseguirlo-, atraer turistas al pueblo.

Fuente noticia.

El exterminio del lobo en Extremadura

 

El lobo no se extinguió en Extremadura. Fue exterminado en los años noventa del siglo pasado tras décadas de encarnizada persecución. No obstante, la puntilla definitiva se la dieron los pantanos, los cultivos forestales, el abandono del campo y, en definitiva, el declive del mundo rural.

Las populares cacerías de lobos, que en Extremadura recibieron diferentes nombres como resacos, ojeos, raterías y corridas, estuvieron reguladas por las ordenanzas anuales de caza y pesca. A finales del siglo XVIII, el rey Carlos III ordenó la celebración de dos batidas anuales mediante la Real Cédula de 27 de enero de 1788, una práctica que fue suspendida por el siguiente soberano, Carlos IV, en el año 1795. Sólo tres décadas después, en 1825, se permitió de nuevo la celebración de las batidas a causa del incremento de lobos detectado tras finalizar la Guerra de la Independencia (1808-1814).Al amparo de la nueva normativa se organizaron en agosto de 1829 numerosas batidas de forma simultánea en la demarcación territorial de la provincia de Badajoz, en las que intervinieron 8.254 hombres armados y 20.775 sin armar que mataron 245 lobos (1), operación que se repitió en septiembre del año siguiente con el resultado de 386 lobos muertos (2). Pese al éxito obtenido, las batidas fueron abolidas otra vez en 1834: “Se prohíben las batidas comunales de los pueblos, bajo ningún pretexto, incluso el exterminio de animales dañinos, dejando este cuidado al interés particular de los cazadores”. La medida no supuso una tregua en la secular persecución del lobo. Según las estadísticas oficiales, Badajoz ocupaba el primer puesto a escala nacional con 1.321 ejemplares cazados entre los años 1855 y 1859 –un promedio anual de 264 lobos–, seguida a mucha distancia por las provincias de Jaén y Córdoba, con 836 y 801 ejemplares respectivamente. Era tal la abundancia de lobos en tierras pacenses que llegaron a capturarse casi tantos ejemplares como en toda Galicia, donde cayeron 1.475 en el mismo periodo (3). Un lustro después, en 1864, las dos provincias extremeñas seguían apareciendo en los puestos de cabeza: Badajoz figuraba en el segundo lugar con 440 lobos y Cáceres en el cuarto con 297 (4). Antes de finalizar el siglo XIX, la Ley de Caza del 10 de enero de 1879 consintió las batidas previa autorización del gobernador civil de la provincia.La normativa de caza también recordaba la obligación que tenían las justicias de abonar las recompensas “según Ordenanza, o costumbre de los pueblos, a las personas que llevasen algún lobo, lobos o camadas de ellos, vivos o muertos”. Para evitar que los cazadores presentasen el mismo lobo en diferentes municipios con la intención de multiplicar el premio, la autoridad competente procedía a cortarle las puntas de las orejas, quedando, de este modo, el animal marcado e inútil a la hora de solicitar una recompensa posterior. Este ritual, que ya se ejecutaba en la Edad Media, sobrevivió hasta mediados del siglo XX. La Ley de Caza de 1902 estableció que para tener derecho a las recompensas era “necesario presentar los animales muertos al ayuntamiento, donde se cortará la cola y orejas, si aquellos fuesen lobo o zorros. Dichas partes se remitirán a los gobiernos civiles para que puedan servir de comprobantes al rendir cuentas los ayuntamientos”. Tanto en los ayuntamientos como en las cámaras agrarias locales se grapaban las puntas de las orejas del lobo al recibo de pago. Un escrito relacionado con esta macabra costumbre fue remitido por el ayuntamiento de Carbajo al gobierno civil de Cáceres en noviembre de 1915: “Tengo el honor de acompañar a V.S. veinte y cinco pedazos de orejas encontradas en mal estado en un rincón o armario de la secretaría de este ayuntamiento, que sin duda deben ser las de los animales dañinos zorras y gatos monteses que pagaron en esta alcaldía en el año 1903, junto también con la oreja de un cachorro de lobo abonado también en el año de 1904” (5).

A las máximas autoridades provinciales les llegaban asimismo las reclamaciones de los cazadores defraudados por los ayuntamientos, que incumplían la obligación de abonar las recompensas. El 15 de octubre de 1867 un vecino de Talayuela elevó una reclamación al gobernador civil de Cáceres ante la negativa del ayuntamiento a concederle el premio por los siete lobeznos que encontró en dicho término el 18 de mayo de 1866. La paciencia del demandante no ofrece dudas, ya que la queja fue cursada casi un año y medio después de haberlos capturado (5).

La razón no siempre acompañaba a los demandantes y a veces las protestas destapaban posibles fraudes. Así ocurrió, por ejemplo, con la reclamación efectuada en 1910 por un vecino de Lagunilla (Salamanca) que no había recibido el premio por la captura de cuatro lobeznos en el municipio cacereño de Abadía. Al oficio rogatorio del Gobierno Civil contestó el alcalde afirmando que era cierto que había presentado los cuatro lobeznos, pero que se negó a entregar las orejas y los rabos y tampoco fue capaz de probar que los hubiese capturado en el término de Abadía. Ante la negativa no se le abonó la cuantía del premio y el demandante se llevó los lobeznos vivos para pedir limosna por los pueblos.