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LOBO IBÉRICO: ¿CANTIDAD O CALIDAD?

Lobos-y-rebeco Mauricio Antón

El lobo ibérico es muchas cosas, entre ellas un negocio. Y por desgracia este hecho constituye el mal menor, comparado, por ejemplo con el exterminio. El problema es: ¿qué clase de negocio se puede y debe crear con el lobo? El interés económico más poderoso alrededor del lobo es hoy la caza, y todo el ruido mediático que generan los daños a la ganadería puede considerarse como un factor secundario y hasta cierto punto como una justificación para los cupos de caza del cánido.

 

Comparado con el minoritario negocio de la caza del lobo, el de la observación tiene un potencial socioeconómico mucho mayor, y sin embargo hoy está absolutamente supeditado a la caza, y ello por dos razones. La primera es que los grupos de presión cinegéticos ejercen un poder desproporcionado a su condición minoritaria. La segunda es el efecto nefasto que la práctica continuada de la caza tiene sobre la etología (comportamiento) del lobo. El lobo se sabe perseguido y se vuelve esquivo, prácticamente invisible, lo cual convierte la posibilidad de su observación en algo remoto y frustrante, a pesar del hecho de que “haberlos, haylos”. Esta circunstancia deja al sector de la observación totalmente capado de salida.

 

El modelo vigente de gestión del lobo en el norte de España ciertamente está permitiendo la presencia continuada del cánido (a pesar de las ocasionales amenazas de exterminio por parte de algunos sectores) y esto hace que el debate actual no sea tanto entre la persistencia o la erradicación del lobo, ni siquiera sobre la cantidad. A falta de un censo riguroso no sabemos con precisión cuántos ejemplares hay, pero la evidencia indica que, mientras haya recursos en el ecosistema, los lobos irán compensando en cada estación reproductora las bajas en sus filas.

 

Esto revela la falacia del control de la población de lobos como medida de protección del ganado. Los lobos, en condiciones naturales, controlan su propia población mediante un sistema jerárquico y territorial, pero el efecto de la caza es suprimir ese control natural y crear una situación donde se multiplica el número de parejas reproductoras aisladas, jóvenes y sin experiencia, mucho más proclives a atacar al ganado. Se crea así un círculo vicioso, donde el recrudecimiento de los ataques crea alarma y permite al sector cinegético acudir para “salvar” al ganadero de un problema que esa misma caza ha agravado.

 

Se suele decir que, sin el control que ejerce la caza, la población de lobos se multiplicaría, creando una plaga capaz de asolar las explotaciones ganaderas. Pero la ciencia nos muestra que un depredador no puede multiplicarse más allá de la capacidad de carga de su ecosistema. Si hoy se suprimiese la caza del lobo en toda la península, el número total de ejemplares no aumentaría perceptiblemente en las zonas en que sus poblaciones ya están asentadas, mientras que la recolonización de territorios hoy carentes de lobos resultaría siempre en densidades naturalmente bajas.

 

Así pues, el principal problema que crea la caza del lobo no es, curiosamente uno de CANTIDAD, sino de CALIDAD. La evolución ha modelado al lobo como un depredador de grandes ungulados salvajes y ése es su papel en el ecosistema. No sólo la anatomía del lobo, sino su sistema social, responden a ese nicho ecológico, y la estructura de la manada es tan importante como su talla y dentición para permitirle abatir presas tan poderosas como el ciervo o el jabalí. Pero si sometemos al lobo a una desestructuración social continuada, su comportamiento empieza a parecerse al de un chacal, con la pareja reproductora como único nucleo social y el oportunismo alimentario sustituyendo a la caza de grandes presas salvajes.

 

Esta desnaturalización del comportamiento del lobo tiene dos efectos graves. Uno es la pérdida de su papel regulador en el ecosistema, con el consiguiente aumento de los daños al ganado. Y el otro es la pérdida de la posibilidad de la observación del animal y de su comportamiento natural.

Los que hemos tenido el privilegio de observar a los grandes depredadores en libertad durante cientos de horas hemos podido comprobar cómo su posición en lo alto de la pirámide trófica les da un aire de suficiencia casi arrogante. Los grandes carnívoros en condiciones naturales y libres de acoso cinegético ignoran olímpicamente a los humanos, y esto se puede comprobar tanto en la sabana africana como en los montes andaluces donde el lince ibérico, tras varias generaciones de no ser tiroteado, ignora a sus observadores humanos de la manera más absoluta.

Liberar al lobo de la presión cinegética no tendría el efecto, como se dice, de aumentar la densidad de sus poblaciones. Al contrario, los principales efectos predecibles serían tres:

1.- Una menor incidencia de los ataques al ganado.

2.- Una mayor posibilidad para el estudio científico del comportamiento NATURAL de un animal social, parecido en muchos aspectos al hombre, y del cual aún lo tenemos todo por aprender.

3.- El retorno de la natural indiferencia del lobo hacia el hombre, que permitiría la observación del mismo como fuente de prosperidad económica para las zonas rurales y como enriquecimiento espiritual para sus habitantes.

Pero esta historia tiene un corolario, y es que la caza del lobo, que incluso en las mejores condiciones tendría efectos perniciosos sobre el ecosistema, ni siquiera se practica de acuerdo a las normas básicas de la ética cinegética. Para aumentar las garantías de abatir al lobo, se ofrecen al cazador unas condiciones tan inmorales como ilegales que le dan una ventaja ilegítima sobre su presa, concretamente el uso de cebaderos y casetas desde las cuales, más que cazar, se “ejecuta” al cánido.

El camino hacia una relación sostenible con el lobo y con los ecosistemas que lo soportan pasa por dos etapas: primero, perseguir, castigar y erradicar las prácticas ilegales en la caza del lobo; y segundo, cambiar la normativa para que el lobo por fin esté protegido en toda la península y de este modo recupere su papel natural en el ecosistema, y la sociedad pueda beneficiarse de su presencia. Así comenzará la auténtica convivencia. Lo que hoy algunos llaman “convivencia” (del lobo con el hombre, y de los sectores sociales implicados entre sí) es lo que un observador imparcial calificaría más bien como una combinación perversa de opresión y represión. Y los sectores acostumbrados a oprimir y reprimir no dan precisamente la bienvenida a la posibilidad de un diálogo en condiciones de igualdad. Pero se avecinan tiempos de cambio. Que cada cual se vaya preparando para ello.

 

Mauricio Antón

Secretario general de Lobo Marley

ALMEIDA Y VIRIATO: INDULTADOS Y MUERTOS

Por unos políticos cobardes alejados de las demandas y necesidades de la sociedad actual…

Almeida y Viriato ilustracion Mauricio Anton

Desde el año 1988 del siglo pasado, Portugal decidió blindar de manera estricta el estatus de sus lobos, esta protección se tira por tierra en cuanto un lobo ibérico “portugués” pisa territorio español, desde ese mismo momento se convierte en especie cinegética y pasa a ser denominada y considerada pieza de caza.

 

Amparados por la Administración de Castilla y León que les da cobertura y apoyo, y por un gobierno central y una oposición que no se opone ya que pertenece a la misma sucesión de poder, cazadores, celadores, técnicos y políticos, alardean de una ‘brillante’ gestión en la que la solución a todo conflicto es la muerte de esta joya de nuestra fauna que es el lobo ibérico, sin invertir ningún esfuerzo en fomentar otro tipo de medidas de prevención, concienciación y desarrollo socio-económico, para vergüenza de la gran mayoría de ciudadanos españoles, de los portugueses y de los habitantes del resto de Europa.

 

Tamaño sinsentido no se sostiene sino es para mantener un negocio de dinero y votos a todas luces redondo, por quienes hacen la vista gorda a la opinión de una sociedad sensible y que clama, que exige a la Junta de Castilla y León que INDULTE a los dos lobos adquiridos en conjunto y con gran esfuerzo por unos ciudadanos sometidos a toda la presión de un sistema a todas luces corrupto, decadente e insostenible, que pago solidariamente por ellos en la subasta de caza celebrada el año pasado y a los que Lobo Marley propuso capturar e incluso dotar de un dispositivo “critter-cam” y rodar un documental junto con la productora estadounidense National Geographic, lo que permitiría colocar a la Sierra de la Culebra, a Zamora y a España en el mapa de la conservación a nivel mundial y sería la apuesta definitiva de la razón y la sostenibilidad que beneficiaría a la mayoría de ciudadanos y por supuesto al lobo ibérico, frente a la muerte de la especie y el beneficio de unos pocos, la Junta de Castilla y León, SE NEGÓ EN REDONDO. Ciencia, razón y conservación de una especie emblemática frente a cerrazón, muerte y negocio sucio.

 

¿Los españoles del siglo XXI seguimos queriendo tamaña BASURA? ¿Vamos a seguir permitiendo que una gente elegida a dedo, en la mayoría de los casos y sus parientes o amigos, hagan con nuestro Patrimonio lo que les venga en gana? ¿Por qué permanecen ajenos a las demandas de la mayoría de los ciudadanos aferrándose a un sistema insostenible que va a caer por su propio peso?

 

 

Conocedores de que EN ESTOS MOMENTOS se está decidiendo por parte de la Junta Consultiva de la Culebra (curioso nombre para un grupo de municipios que presionan para que la Junta de Castilla y León se pliegue ante sus irracionales demandas…) sobre la vida de nuestros dos lobos cuyos derechos de “no caza” fueron adquiridos por cientos, miles de ciudadanos en pública subasta “on line”.

 

Lobo Marley quiere manifestar que estaremos atentos a cada uno de sus pasos que se vayan a dar y que no dejaremos de luchar hasta el ultimo aliento, nuestro y de los dos lobos que pretenden ejecutar en una sinrazón propia de tiempos medievales que quiere aniquilar nuestro Patrimonio Natural en beneficio de los de siempre.

 

Mueran o no estos dos mártires, a los que cientos de miles de ciudadanos han puesto el nombre de ALMEIDA y VIRIATO una loba portuguesa y un lobo español, zamorano, que como el mismo lobo ibérico no conocen fronteras humanas. La lucha continuará y al igual que el mismo Lobo Marley que da nombre a nuestra asociación, constituirán la fuerza del cambio que llegará a través de la Naturaleza y la Sociedad Moderna, Solidaria e Implicada y no a través de un Sistema Corrupto, sus Dirigentes y los que les favorecen… Ese Sistema, está dando sus agónicos estertores, pero eso si, pretende morir matando.

 

Seguimos en la Lucha, sobre todo por los que vendrán…

 

¡Por ALMEIDA y VIRIATO, por el CAMBIO!

HOY martes 27 de enero 2015, todos en Twitter con el hashtag #IndultoAlmeidayViriato a partir de las 22:30 horas. ¡TE NECESITAMOS!

EL LOBO NO FUE….

Luis Miguel Dominguez y Fco. Javier Colmenarejo ganadero

D. Fco. Javier Colmenarejo vecino de San Mamés, término municipal de Navarredonda (Valle de Lozoya), ganadero de vocación y profesión, con ganado de cabras autóctonas de la Sierra de Guadarrama, sufrió el pasado 11 de Enero la desaparición de 80 de estas cabras y la muerte de otras 14,  a fecha de hoy 7 desaparecidas.

Sus cabras, que con tanto esmero, sacrificio y dedicación cuida a diario, son las que le dan leche para su producción de quesos artesanos de gran calidad de la que depende su economía familiar.

Desde un primer momento y conocedores de tal pérdida y desgracia Lobo Marley se pone en contacto con él.   Lobo Marley apoya y apoyó siempre la labor de este ganadero, desde el principio y expresado así al propio Javier.   Más de un documental dirigido por Luis Miguel Dominguez Mencía apoyó sin pretensiones a este ganadero y esto se vió reflejado en un aumento en la venta de sus quesos artesanos, cosa por otro lado normal, debido a la gran calidad de éstos, así como documentales de Luis Miguel, donde se refleja este respaldo desde hace más de treinta años.

El apoyo de la Plataforma Ciudadana Lobo Marley es total desde el principio y Fco. Javier Colmenarejo lo sabe, él reconoce que  «el lobo no tiene culpa de nada», que «son quienes lo gestionan en Madrid»…

Las conversaciones telefónicas del Presidente de Lobo Marley Luis Miguel Domínguez Mencía con Javier han sido largas, la actitud de este ganadero por entonces era comprensible, su rabia, su desazón, su dolor, su angustia, su pérdida, más que justificadas.
Curiosamente en cuanto interviene ASAJA,  ( Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de la CAM ), la actitud de este buen hombre cambia.
ASAJA sin pruebas acusa de la muerte del ganado directamente al lobo, haciéndo un uso tóxico de este suceso, lo que provoca el desequilibrio de la paz en el mundo rural madrileño, lo que una vez más enciende la mecha de la inquina, el odio, la sinrazón y la » xenofobia lobuna «, la persecución sistemática, la justificación de estas muertes, tan extendida  ya por todo nuestro territorio nacional, en el que se encuentra una especie en extinción, como es el Lobo Ibérico.
Según ASAJA en nota de prensa publicada el día 15 de Enero la certificación de los Agentes es en lo que se basa, pero este Certificado, ( visto por Lobo Marley ) , pone como motivo de la muerte de las cabras, «Cánido»….  A esto hay que sumar la divulgación del tema del que sin pruebas contundentes se hacen eco TeleMadrid y algún que otro periódico regional.

 

El mismo día del «ataque», se realizaron dos batidas a escasos 2 kms dónde pace el ganado  de Javier, batida con rehalas numerosas para controlar la población de jabalies dentro del Parque Nacional.  Las horas de estas pérdidas de ganado coinciden con las batidas.  Hay que apuntar que por cada lobo que hay en el Parque Nacional de Guadarrama, ( escasos 8/10 ), existen 1000 perros asilvestrados en la Cam.!!

D. Ramón Castillo, Jefe de la Guarderia de la Cam e Ismael Pérez  Jefe  del Departamento de Faúna Silvestre en conversaciones con Lobo Marley creen más compatible la «cuerda alta» con los lobos,  y «no certifican personalmente» que hayan sido los lobos…

En definitiva, no hay pruebas de ADN ni certificados donde se constate que ha sido el lobo…

 

El trabajo de varios miembro de Lobo Marley sobre el terreno no es nada relevante, el resultado es el mismo, falta de pruebas, huellas, indicios, excrementos de ovejas, nada de nada…

 

Lobo Marley  no va a tolerar  que una vez más el lobo sea un instrumento político en cada Comunidad Autónoma, un mero tramite burocrático, un estorbo para la sociedad rural, un generador de odio por su gestión o un arma arrojadiza contra la Administración Regional.

 

Lobo Marley está con el mundo rural, defendiendo los intereses del ganadero y la coexistencia de este animal en su Medio compartido, pero no podemos sostener la fábula torticera que se está haciendo de todo este asunto, venga de quién venga.

 

Javier cobrará  la pérdida en dinero, lo que no podrá recuperar es el cariño que le tenía a cada cabra perdída, a las que consideraba de la familia, le va a costar recuperar sobre todo, su espíritu de hermandad con el lobo, compañero y competidor de su Medio, tampoco recuperará el cariño que los amigos del lobo le teníamos, escuchándo algunas «lindezas» que dijo de manera tan rotúndas y «lobicidas», su oídos han sido manipulados con odio y rencor hacia este animal por parte de quienes pretenden extinguirle en Madrid,  ahora que se atreve a asomarse a las puertas del recien inagurado Parque Nacional de Guadarrama después de 51 largos años.

 

Mariano Valencia / Lobo Marley.

El relato de Beatriz sobre los lobos de Cabárceno

Me llamo Beatriz Cebrián y mi lobo ha dejado de existir.

 

Sí, mi lobo, porque a pesar de no ser mío en sentido estricto, Josh, que así se llamaba, era tan mío como lo es el aire que respiro.

 

Como llegó hasta mí, solo importa en la medida en que pueda servir para hacer justicia, frente a la sin razón que supone que haya sido separado para siempre de mí, de la vida que merecía vivir, aunque por su naturaleza no pudiera ser conmigo.

 

Hace algunos años, Josh, un auténtico lobo ibérico, se anunciaba para su venta a través de Internet. Cuando supe de este hecho, lo puse en conocimiento de una Asociación en defensa del lobo, que cursó la correspondiente denuncia al Seprona.

 

Josh formaba parte de una red de tráfico ilegal de especies salvajes, y fue así como en el marco de la operación “Lobezno” fue rescatado, corriendo más suerte inicialmente de la que tuvieron otros animales objeto también de ese comercio ilegal.

 

Dado mi incesante interés y preocupación por él, mis pocos conocimientos en la materia y mi amor incondicional por el lobo ibérico, así como la inexistencia en España de un lugar específico donde los animales víctimas de estos delitos puedan ser tenidos hasta mejor destino, Josh, mi pequeño lobo ibérico, me fue entregado en pésimas condiciones cuando solo contaba cuatro meses.

 

El objetivo, su recuperación y tenencia provisional hasta que pudiera reintroducírsele en un lugar idóneo y la razón principal, Josh constituía una de las principales pruebas, la prueba viviente de todo un entramado delictivo de tráfico de animales salvajes, que se estaba instruyendo en el correspondiente Juzgado.

 

Fue así como Josh vino a compartir nuestras vidas, un lobezno de cuatro meses que permaneció con nosotros hasta la edad adulta.

 

Cabe decir que recibimos todos los permisos y autorizaciones necesarias para su tenencia y que aunque estábamos en una casa con terreno y en zona de campo, el hábitat que nos rodeaba sólo podía ser válido por un tiempo. Pues aún siendo óptimo para su recuperación, no era el más adecuado y siempre fuimos conscientes de que no se trataba de un animal doméstico, sino de un lobo ibérico, con todo lo que ello representa.

 

A pesar de todo, que podría decir yo, sino la verdad.

Josh sorprendió con su comportamiento a propios y extraños.

Podría escribir miles de páginas sobre lo que supuso tenerle aquí, su presencia en esta casa, sobre lo que implica compartir tus días con un ser absolutamente mágico, tan desconocido como denostado en este país, que a la vez es el suyo, el del lobo ibérico. Pero toda palabra se queda vacía para describir una sola de sus miradas, cualquiera de sus silenciosos pasos al aproximarse.

 

Lamentablemente, ese no es el objetivo de mi escrito, aunque sin duda, siempre será un placer ilustrar a aquellos, que tan amantes de esta especie como lo soy yo, puedan tener interés alguno.

Para mi desgracia Josh no se podía quedar aquí, no se debía quedar aquí.

Próximo a cumplir el año, supimos, como todo aquel que ama profundamente algo, que habíamos de buscar lo mejor para él, por encima de cualquier otra motivación.

 

Después de barajar distintas posibilidades y a la espera de que concluyera un proyecto de parque natural, que debido a la crisis se encuentra paralizado, y que considerábamos el mejor, decidimos, tras una serie de conversaciones entre ambas partes, trasladar a Josh, al menos por el momento, al parque de la naturaleza de Cabárceno.

Allí habitaban ya tres hembras de su misma especie, lo que facilitaría su reintroducción al medio.

 

He de decir, a día de hoy, que nunca llegué a estar convencida de la decisión tomada, que fue la alternativa menos mala de las que se nos ofrecían en aquel momento, que siempre estuvo presente en nuestra mente el trasladarlo en un futuro próximo a un lugar mucho más adecuado a sus necesidades y que ya entonces no quede satisfecha con el estado que presentaba alguna de las hembras de lobo.

Pero jamás hubiéramos podido imaginar, ni en la peor de todas las pesadillas, que estábamos firmando la sentencia de muerte de Josh a manos de los responsables del parque natural de Cabárceno, al que se supone conservacionista y abanderado de la protección animal a nivel europeo.

 

Todas estas actuaciones se llevaron a cabo con el conocimiento y consentimiento del Seprona, las autoridades competentes y la Jueza del caso.

 

De tal modo que Josh nunca se entregó al parque natural de Cabárceno en propiedad, ya que tampoco era nuestro.

Josh se encontraba en Cabárceno en depósito, pues constituía una prueba vital en el ya mencionado caso judicial.

Josh, como animal salvaje que era, no era propiedad de nadie, y era la justicia la que estaba velando por su vida y la de otros como él, por una vida digna y libre, antes de que se cometiera la mayor de las injusticias.

 

A principios del pasado mes de Diciembre, tengo noticias de la atrocidad cometida en Cabárceno.

Seguidamente comprobaría que escasas y breves notas de prensa se habían hecho eco de la misma.

Pero es al día siguiente cuando sentí el dolor más inmenso, la aguda punzada que corta la respiración, ante la certeza absoluta de la muerte de Josh.

Fueron los mismos responsables del parque los que confirmaron lo que ya me habían anticipado, Josh era uno más de los ocho lobos adultos que el mismo parque de la naturaleza de Cabárceno abatió a tiros, con nocturnidad y alevosía.

Desde entonces ese dolor no me abandona.

 

Cometieron con su actuación no sólo una barbarie, sino en el caso concreto de Joss una inexcusable ilegalidad, que pisotea el poder judicial sin escrúpulo alguno destruyendo sus pruebas e incumpliendo sus mandatos. Ata las manos a la justicia para actuar en un caso que trataba precisamente de hacer valer los derechos de los animales.

 

Tal fue su incompetencia y el despropósito de su actuación, que pareciera hubieran olvidado, que a la gravedad extrema que representa el hecho de que un parque natural opte por asesinar, a sus moradores, a sus propios animales, se suma el hecho por ellos conocido, de que Josh ni siquiera era suyo, les fue solamente cedido.

 

El parque de la naturaleza de Cabárceno tomó la decisión de eliminar a ocho ejemplares de lobo adulto, entre los que se encontraba Josh. Lobo ibérico que no era de su propiedad y prueba judicial fundamental.

 

Las razones y motivos con los que tratan de justificarse no se sostienen desde ningún punto de vista, y no convencen a nadie y mucho menos a aquellas Asociaciones interesadas y conocedoras del asunto.

 

Enumerar aquí la lista de errores llevados a cabo por los responsables del parque natural de Cabárceno no es el objetivo, pues es ante la justicia donde deben rendir cuentas, dar explicaciones y asumir las consecuencias que la misma les depare por semejante atrocidad, que constituye delito.

 

El fin último de mi historia, es que ustedes que han sido conocedores de estos hechos, sepan ahora del caso especial que Josh representa y de la ilegalidad añadida que ello supone, para que consideren firmemente tomar las medidas legales oportunas, presentándose, si así lo consideran, como una acusación particular más ante la Fiscalía al objeto de que tales hechos sean enjuiciados.

 

Me consta que Javier López Marcano, diputado del PRC (Partido Regional Cántabro) ha presentado ya denuncia ante la Fiscalía.

 

No obstante, entiendo que no es suficiente y que todas aquellas asociaciones en defensa de la vida de los animales salvajes y del lobo ibérico en particular, deben hacer frente común ante esta barbarie y exigir las responsabilidades y penas oportunas.

 

Este es mi testimonio sobre uno de esos lobos adultos abatidos a tiros en Cabárceno.

 

Escapa a la razón que el parque de la naturaleza de Cabárceno haya obviado esos fines educativos, culturales y científicos por los que dice regirse, así como que hablen de sacrificio cuando han mediado tiros y lo que se ha llevado a cabo es una auténtica matanza.

Cuesta comprender que digan haber seguido métodos de control poblacional como el culling, que implica el sacrificio de crías, cuando han exterminado a ocho adultos y que tengamos que leer en su página web que no son un zoológico o parque natural convencional, para luego verles esgrimir en su defensa, que éstas son prácticas habituales en los mismos.

 

Estoy en disposición de facilitar todos aquellos datos, contactos y pruebas de lo aquí expuesto, así como de colaborar con ustedes en todo aquello que consideren oportuno.

Para ello, les facilito todos mis datos de contacto, pues no me mueve otro deseo que el de ser la voz de esos animales que tan injustamente han sido callados y evitar que vuelva a suceder.

 

En la estadística es solo uno más de tantos, pero para la Justicia, Josh era esa prueba de vital importancia para defender a otros como él.

Y para mí, es mi lobo, mi Josh, al que yo cedí en pro de un futuro más prometedor.

 

Vengo a expresar así mi deseo de que estudien la posibilidad real de denunciar este caso y hacerlo llegar a las más altas instancias judiciales. Es de capital importancia que no caiga en el olvido, que la desidia no les permita a algunos actuar a su capricho, sin el control, el conocimiento y la vocación que su profesión requiere.

Para todo ello ofrezco mi testimonio, mi experiencia y ayuda en cuanto consideren necesario.

 

Atentamente

Fdo: Beatriz Cebrián

 

«Marca» Lobo Marley: Todo por lo legal

logo lobo marley negro

 

La asociación Lobo Marley apuesta por la transparencia y la legalidad, y por ello quiere comunicar que la marca «Lobo Marley» esta registrada en la oficina de registros y patentes con la finalidad de proteger el uso indebido de la imagen corporativa de dicha asociación.

Cuando Lobo Marley se formó e inscribió con la figura legal de ‘asociación’ nos vimos obligamos a registrar nuestro logo y nuestro nombre como marca, con el fin de regular el uso de cualquier elemento visual de la misma ante la posible utilización indebida por parte de cualquier persona o colectivo ajeno a nosotros.

Por ello, nos gustaría aclarar que el hecho de estar inscrita como marca no implica que se desarrolle ningún tipo de actividad lucrativa y/o comercial.

 

 

Les saluda atentamente el equipo de Lobo Marley.

2015 EL AÑO DEL AULLIDO

Ilustracion de lobo iberico de Mauricio Antón

 

Nada más consustancial al lobo que su aullido, y sin embargo los lobos ibéricos han aprendido a ser sorprendentemente silenciosos, por la cuenta que les tiene. Pero no sólo los lobos, sino también sus defensores humanos, hemos adquirido en estos largos años de persecución el hábito de andar de puntillas. ¿Por qué? Se ha extendido la creencia de que cuanto menos se hable del lobo mejor, porque al contrario que nosotros, sus enemigos no se quedan en las palabras, sino que su lenguaje es el de la acción en el peor sentido de la palabra. Campañas furtivas de exterminio, uso indiscriminado de veneno, o incluso quemar sin contemplaciones el monte que sirve de refugio al gran cánido, son elementos del vocabulario de los detractores del lobo, que han tenido el efecto de amordazar a aquellos que buscan la protección del patrimonio natural de todos.

Ese miedo ha empapado al conservacionismo español durante décadas, sembrando una duda atenazadora: si pedimos una mayor protección para el lobo, o incluso si tan sólo pedimos que se cumplan las leyes que definen su mejorable estatus de gestión, ¿estaremos desencadenando una mayor destrucción por parte de quienes se sienten impunes en sus agresiones a la naturaleza?

Por mi parte, las dudas que me pudiesen quedar se han despejado por una razón muy concreta. Desde que me integré en el equipo de Lobo Marley he podido acceder a información que desconocía. Viendo la televisión, leyendo la prensa nacional, o navegando al azar por internet, sólo recibimos una visión incompleta y sesgada de la situación del lobo. Pero cuando vemos lo que se publica en la prensa local, lo que se comparte en foros de internet, o lo que nos cuentan nuestros informadores desde el corazón de las zonas loberas, descubrimos una realidad estremecedora. Y es que al amparo de este silencio temeroso, la guerra contra el lobo llevaba mucho tiempo en marcha y sin ningún tipo de contemplaciones. El efecto combinado de la caza “deportiva”, los “controles” de la administración y el furtivismo está resultando en una matanza inexorable de nuestros lobos. Esta continua siega lleva a la desestructuración de la sociedad lobuna, porque se matan los ejemplares dominantes que en condiciones normales mantendrían el orden en las manadas y transmitirían los concimientos sobre la caza. En lugar de manadas nutridas y estables que cazan presas salvajes y mantienen la densidad de su propia población controlada mediante la jerarquía, lo que tenemos es una serie de parejas reproductoras aisladas que se ven obligadas a atacar con más frecuencia al ganado doméstico. Y mientras tanto, la administración vende la persitencia de los lobos en el territorio como un triunfo de su “gestión” de la especie, sin importar el deterioro en la calidad ecológica de las poblaciones y la dificultad para cumplir su papel de control en el hábitat.

¿Debemos seguir en silencio? Cada día que pasa, el silencio alrededor del lobo es menos protector y más cómplice. Señalar las matanzas ilegales, e incluso las legales, hace que las personas sensibles tomen conciencia y los verdugos se sonrojen. Nuestra voz es como un foco que ilumina las zonas de conflicto y hace que la impunidad cada vez resulte más difícil. No es casualidad, por ejemplo,que los participantes en las subastas para la caza del lobo busquen el amparo del anonimato. Saben que, incluso siendo a veces legal, su actuación es moralmente objetable y socialmente rechazable. Saben que una parte creciente de la sociedad busca la protección del lobo, no como objetivo aislado, sino como parte de un manejo más moderno y sostenible de nuestro patrimonio natural.

Ahora bien, ¿es extremista, o tal vez utópico pedir esa protección? La situación en el vecino Portugal nos indica que, al contrario, buscamos un objetivo razonable y ya cumplido en una sociedad casi gemela de la nuestra. ¿Rompen nuestras reclamaciones la paz entre los sectores implicados en la gestión del lobo? ¿dificultamos el diálogo? En realidad, la “pax romana” existente, donde una parte domina sobre la otra, no es más que un soterramiento del conflicto, mientras que el diálogo sobre la situación del lobo aún está por comenzar. Hasta ahora, simplemente se han acatado los criterios de los sectores partidarios del “control” y la explotación cinegética de una especie que por su naturaleza no admite ni requiere ni lo uno ni lo otro.

Este año 2015 se va a caracterizar porque nuestra voz se oirá cada vez con más claridad. Y ojalá que poco a poco el aullido de nuestros lobos también se oiga cada vez más, sustituyendo a ese silencio temeroso que sigue al retumbar de los disparos.

Se acaban los años del silencio, ¡Feliz año del aullido!

 

Mauricio Antón.

LA MUJER Y EL LOBO

Nuestra compañera en la defensa del Lobo ibérico Irene Sánchez , nos recomienda una lectura para mujeres de gran interés, para los hombres apegados a la naturaleza:

Defendemos al lobo también por lo intangible… la esencia del lobo es el poder que nos otorga con tan solo nombrarlo.

La mujer y el lobo

Solo la mujer entiende  lo intangible de la vida si la loba que tenemos dentro está bien cuidada.

Paseando vi en un escaparate de un centro de belleza una foto de una mujer abrazada a un lobo ensalzando la belleza salvaje femenina ante cualquier superficialidad antinatural.

Me recuerda sin duda al primer libro que me leí por cuenta propia

«Mujeres que corren con los lobos», de Clarissa Pinkola Estés, una escritora y poeta  analista junguiana norteamericana.

Esta es la recomendación de Lobo Marley para una lectura reparadora.

No abrí libros de matemáticas ni de cocina en aquel tiempo en el que necesitaba abrirme al mundo, me leí esas 800 paginas que me permitieron descubrir lo que es la navegación por la oscuridad y por la luminosidad del alma.

Con el tiempo me he ido enterando de que es un libro bastante valorado entre el sector femenino.

Aprendí que la indagación de los misterios, el escucharse por dentro con todos sus fantasmas o su falta de ellos, era algo necesario. A eso le llama ella » Iniciación» ( el primer paso a la madurez ).

En ese libro descubrí el hermoso y ancestral oficio de la transmisión de sabiduría a través de los relatos, trabajo que ejercieron las mujeres antiguamente en la américa nativa durante mucho tiempo. La autora hace una selección de cuentos antiguos y en ellos ve constantemente a la INSPIRADORA figura del lobo.

En todos ellos como la loba que amamanta, que nutre, que alimenta, que sabe, que vigila, siempre alerta.

El lobo como animal social que tiene a todos unidos y organizados. Es una de las maneras de hablar de la mujer interior, de la mujer salvaje, también llamada » la huesera» ( La mujer conectada a su origen). Enferma cuando nos olvidamos de ella y vivimos por y para la carcasa de la vida.

Solo la mujer entiende  lo intangible de la vida si la loba que tenemos dentro está bien cuidada.

La loba es la salud de todas las mujeres, sin ella la psicología femenina carece de sentido. Es la prototípica, cualquiera que sea su cultura, la época, la política, ella no cambia. Cambian los ciclos y sus representaciones simbólicas, pero en esencia LA LOBA no cambia.

La primera vez que lo leí me llamó la atención el concepto » ser servicial a lo irracional», todo lo contrario a lo que la cultura actual venera ( lo comprobable, lo palpable, lo lógico).

Las mujeres hoy en día estamos abocadas a tomar una serie de cambios de esquema tan agudos que apenas nadie accede a ello por el grado de implicación que conllevan, entonces una de las consecuencias es que a la hora de ser madres los hijos van a empaparse de una educación falta de calidez y sabiduría insuficiente.

Todo esto se explica en el capitulo 6 » El hallazgo de la manada», donde te ayuda a reconocer a tu madre, a saber diagnosticar si has tenido una buena educación no solo como persona si no sobretodo como mujer.

Imaginar transmitir estos valores de abuela a madre y de madre a hija durante generaciones, mediante la voz y en brazos en la camita o junto a tu perro con la sombra de «la loba» ahí presente en cada expresión, con cada cuento, me crea una sensación de estabilidad y fortaleza.

 

Irene Sánchez

LA ESPAÑA QUE ODIABA A LOS LOBOS. Un mensaje del Secretario General de Lobo Marley

Ilustración lobo iberico Mauricio AntónYa lo dijo el gran Erich Fromm: no hay un sádico sin un masoquista. Dicho de otra manera, casi siempre que una persona o un grupo humano abusa continuadamente de otro, existe un grado de consentimiento. Y esto lo sabemos bien en nuestra pobre y querida España.

Hay una España cruel, sórdida y oscura, que se recrea en la estética del castigo, y que siente una perversa fascinación por la represión y el derramamiento de sangre. Esa España, que alcanzó su auge en los tiempos de la Inquisición, lleva siglos en retroceso, no tan rápidamente como muchos quisiéramos, pero sí de manera inexorable, dejando paso a la España de la libertad, la compasión y la vitalidad. Pero no ha muerto, ni mucho menos, y aún se expresa de muchas maneras, una de las cuales es el odio irracional hacia el lobo.

El lobo que intenta vivir con naturalidad en los parajes más agrestes de nuestra geografía es un símbolo de libertad, un animal poderoso que ejerce su papel de depredador dominante desde hace cientos de miles de años. Sin duda su presencia en entornos humanizados es fuente ocasional de problemas, que hay que resolver con sentido práctico y proporcionalidad. Pero esos ingredientes son precisamente los que desparecen cuando se dispara el odio al lobo. A partir de ese momento, renace la España más sádica, la que castiga la libertad con la muerte. Las manifestaciones de este afán destructivo se han hecho especialmente visibles en los múltiples casos recientes de matanzas, a menudo ilegales y siempre sañudas, de nuestros hermosos lobos salvajes. Y de manera más triste si cabe en el caso de la manada de lobos cautivos ejecutada recientemente en el parque de Cabárceno, privados pimero de la libertad y luego de la vida por un personal inoperante que ante las consecuencias de sus propios errores acumulados no ve otra salida que el llamado “sacrificio”, una palabra tan ambigua como macabra en sus implicaciones para este caso.

Y no es sólo el lobo, con su insuficiente protección legal, el que sufre las agresiones de esta España vengativa. Nuestros osos pardos, estrictamente protegidos por la ley, no escapan a la saña de los destructores de la naturaleza, como demuestra el reciente caso del oso herido ( y posteriormente muerto) en el parque natural de Fuentes Carrionas, del cual todo hace suponer que fue víctima de un acto de caza ilegal.

Hasta aquí he retratado al sádico de la historia, pero ¿y el masoquista? Los masoquistas no son, desde luego, los lobos, víctimas inocentes que corren por su vida hasta el último aliento y que conservan su libertad interior hasta el momento de su asesinato. No. Los masoquistas aquí somos los miles y miles de españoles que contemplamos este espectáculo siniestro y nos lo tragamos como una cucharada de medicina amarga, diciendo: “Esto es inevitable. Esto nunca cambiará. Las personas que matan a nuestros lobos están ejerciendo el poder que les dan la tradición, la prepotencia, la fuerza y su predisposición a usarla. Y las personas que deseamos un mundo mejor para nosotros y para nuestros hijos, no tenemos más remedio que resignarnos y ver cómo continúan con sus desmanes”.

Esta actitud es una faceta más del derrotismo y el entreguismo que han retrasado tantos cambios necesarios en España. Nuestro vecino Portugal protegió a sus lobos hace ya muchos años, demostrando que todas las catástrofes que los detractores del gran cánido anuncian para el caso de su protección son totalmente ficticias. Y éste es sólo un ejemplo de que los cambios son posibles y en muchos sitios ya han ocurrido. Es una cuestión de voluntad política y la voluntad política (aunque muchos lo teníamos un poco olvidado), es una cuestión de presión ciudadana.

Lobo Marley está por la labor de encender la mecha de esa presión ciudadana. Algunas de nuestras acciones recientes están devolviendo a las personas vitalistas y sensibles de este país la sensación de que un cambio es posible. De que el castigo y la represión no son las únicas maneras de tratar a nuestros lobos, ni a las personas que ansían la libertad. No tenemos porqué resignarnos.

El lobo vivo es mucho más que un animal hermoso que adorna nuestros montes y permite la continuidad del equilibrio ecológico. Es un símbolo de nuestra necesidad urgente de hacer las paces con el planeta que nos aloja, que nos alimenta, y del cual en última instancia somos parte inseparable. Saquear la naturaleza es una práctica suicida cuyas consecuencias harán que la crisis del ladrillo parezca un juego de niños. Tenemos un reto formidable por delante, para superar el cual debemos dejar atrás nuestros pequeños egoismos. La España que odiaba a los lobos, con su miopía y su miseria moral e intelectual, nunca podría estar a la altura de este reto. Sólo la España de los libres podrá enfrentarlo, y necesitamos tomar las riendas ya. El lobo vivo protegido en toda la península no es un sueño desproporcionado. Al contrario es sólo el principio, y es lo menos que podemos pedir. Desde Lobo Marley lo exigimos y no pararemos hasta conseguirlo. Pero tampoco pararemos después de conseguirlo. Hay una larga guerra por delante y necesitamos miles de soldados para ganarla. Lo que no necesitamos son derrotistas ni entregistas. Como diría Erich Fromm, no necesitamos personas que tengan miedo a la libertad.

 

Mauricio Antón, Secretario General de Lobo Marley.

LOBO MARLEY Y LOS LOBOS SUBASTADOS DE LA CULEBRA

El presidente de “Lobo Marley”, Luis Miguel Domínguez, ha grabado un comunicado en vídeo para poner al corriente a los seguidores de esta asociación, y al público en general, sobre las gestiones que estamos realizando respecto a los dos lobos cuyos derechos de caza fueron adquiridos por la asociación en subasta. El dinero aportado por los donantes se utilizó para pagar en plazo esos derechos, dándonos un tiempo precioso para mover cielo y tierra, con el objetivo final de que se TERMINE LA CAZA DEL LOBO en la sierra de la Culebra.

A fecha de grabarse este vídeo, aún es incierto el destino que van a correr estos ejemplares, pero está claro que YA están cumpliendo una función invaluable de sensibilización de la sociedad, dentro y fuera de nuestras fronteras. La peripecia de estos lobos ha llegado incluso a atraer la tención de la “National Geographic”, que ha ofrecido a la junta de Castilla y León colocar a ambos lobos unas cámaras de seguimiento (“crittercams”) y contar al mundo la vida secreta del lobo ibérico y, no menos importante, la historia de una sociedad en evolución que es capaz de alzar su voz por la conservación de su patrimonio natural. Hasta ahora, la Junta de Castilla y León se niega a permitir que esto ocurra, aferrándose a una interpretación inmovilista del reglamento. Un año más se proponen ejercer de verdugos, sabedores de que nuestro propósito es acabar, empezando con esta campaña, con la consideración del lobo como especie cinegética. Pero esta historia no ha terminado aquí, ni mucho menos. Se están despertando y moviendo fuerzas de un alcance insospechado, y este proceso no ha hecho más que empezar. Y vamos a conseguir, más temprano que tarde, que el LOBO sea especie protegida en toda la Península Ibérica. En el vídeo, nuestro presidente desvela aspectos que sin duda os sorprenderán. Vale la pena verlo con atención de principio a fin.

Aquí y para todos compartimos los documentos de esta operación de Lobo Marley:

Burofax sobre conservacion y divulgacion de LM a JCyL

Compartir enlace a «propuesta E J y Nat Geo para JCyL

Respuesta negativa de JCyL a LM

Negativa de JCyL a intermediario Nat Geo

Carta a S M el Rey de LM